Movimiento Sumar Toledo ha presentado alegaciones al proyecto de Ordenanza para la regulación de la actividad turística y convivencia ciudadana en la ciudad de Toledo, argumentando que el texto “carece de concreción, ignora al vecindario y delega en el sector su autorregulación”.
El colectivo considera que, si bien la exposición de motivos de la ordenanza admite la existencia de un conflicto de convivencia entre residentes y visitantes que provoca masificación, dificultades de movilidad, molestias y contaminación acústica, con la normativa propuesta resulta “evidente su insuficiencia”.
En este sentido, apunta que la ordenanza no define posibles limitaciones específicas, quedando estas “al arbitrio del equipo de gobierno de turno”. Así, apunta que actualmente las únicas restricciones concretas recogidas en un anexo se limitan a la prohibición de circulación de grandes grupos en solo tres calles: Hombre de Palo, Plaza del Consistorio y Pasadizo de Balaguer.
Para combatir la saturación turística, propone que, de forma complementaria a la ordenanza, se elabore un plan integral que contenga medidas concretas. Dicho plan debería contar con la máxima participación ciudadana del vecindario del Casco Histórico y ser ampliamente consensuado, agrega la formación.
Entre las medidas concretas que Sumar echa en falta destacan la definición de itinerarios turísticos preferentes, la oferta de puntos de interés alternativos o la exclusión de zonas residenciales específicas de los itinerarios turísticos recomendados.
Santo Tomé, Cristo de la Luz o Alfileritos
Además, la formación propone extender la limitación del número de componentes en los grupos a otras vías de intenso uso vecinal y saturadas por el turismo, como Santo Tomé, Comercio, Cristo de la Luz o Alfileritos.
Otro de los puntos de crítica se centra en la composición del Consejo Local de Turismo, un órgano cuya finalidad principal sería abordar el conflicto entre vecindario y turistas. Sumar destaca que la representación vecinal queda reducida a una única vocalía que ostentará la Federación de Asociaciones de Vecinos 'El Ciudadano', mientras que el sector turístico dispondría de 15 representantes.
Mayor representación vecinal
Así, considera que este desequilibrio es “especialmente grave”, ya que los acuerdos de este órgano se adoptan por mayoría de votos, lo que siempre “favorecerán los intereses del sector”. Ante esta situación, proponen reequilibrar la composición incorporando a la totalidad de asociaciones vecinales del Casco Histórico, así como a aquellas entidades que hayan realizado propuestas relevantes sobre el asunto.
En cuanto al articulado de la Ordenanza, la formación propone incluir entre las obligaciones del guía turístico informar a su grupo sobre las directrices en los desplazamientos, buscando corresponsabilizar a los turistas para que no entorpezcan el paso o eviten molestias al vecindario.
Finalmente, respecto a las sanciones, Sumar sugiere incrementar el importe de las mismas al objeto de que resulten efectivamente disuasorias. También es crucial para el partido magenta que se establezca claramente el órgano responsable de la instrucción de las infracciones relativas a la Ordenanza, con el fin de garantizar que los procedimientos "llegan a buen fin y no prescriban".