Distintos integrantes del Movimiento ciudadano Queremos Saber la Verdad del Puy du Fou han entregado un documento de 70 folios que incluye 30 alegaciones al parque temático sobre la historia de España que, mediante la figura del Proyecto de Singular Interés (PSI) quiere instalar en Toledo la empresa francesa del mismo nombre. Las alegaciones, como viene anunciando el colectivo, ponen en entredicho la viabilidad del parque temático.
Las alegaciones están relacionados con lo que consideran incumplimientos legales e irregularidades en la tramitación del proyecto, incompatibilidad legal de ciertos aspectos del proyecto con la instalación en el lugar elegido (clasificación urbanística, dotación de agua, ruido, incendios, ausencia de evaluación del impacto de género, etc.), inseguridad jurídica al no conocerse el marco urbanístico (el Plan de Ordenación Municipal se está modificando en la actualidad), inseguridad jurídica ante "importantes ausencias y datos sesgados o erróneos", la ausencia de justificación del interés económico y social, la destrucción del medio ambiente y de los paisajes culturales tradicionales, el "gravísimo impacto por ruido, emisiones lumínicas y de gases contaminantes" o la creación de empleo precario, a tiempo parcial e irregular, entre otras.
El documento ha sido puesto a disposición de las personas y entidades que, según el movimiento, "hasta el momento han compartido las numerosas inquietudes y dudas que genera el proyecto". Una Resolución del 5 de febrero de 2018 de la Consejería de Fomento de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha aprobó inicialmente, al tiempo que lo sometía a información pública, el Proyecto de Singular Interés para el parque temático.
"Una vez conocidos los detalles del proyecto, tras examinarlos con el fin de entender los valores que se esgrimían como de interés regional, llegamos a la conclusión de que ese interés no se ajusta a la realidad", señala el colectivo que por contra esgrime que el proyecto presentado "sí que supone un grave atentado al medio ambiente, al trabajo estable y digno, a los espacios públicos, o al paisaje". En su opinión también introduce "un elemento de distorsión, de impredecibles consecuencias, en relación a la ciudad de Toledo, la preservación de su Casco Histórico, la calidad de vida de los vecinos y el negocio del turismo".