
La consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, y el alcalde de Cobisa, Félix Ortega, visitando las obras para el encauzamiento del arroyo de la Degollada a su paso por el municipio/ Imagen: JCCM
Las obras de encauzamiento del arroyo de la Degollada a su paso por la localidad toledana de Cobisa estarán previsiblemente terminadas en el mes de mayo de 2026. La acción ha contado con una inversión de 6,4 millones y tiene como objetivo evitar los grandes daños que sufrió la localidad durante las dana de los años 2021 y 2023 en futuros episodios de lluvias fuertes.
La zona ha sido visitada este miércoles por la consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, que ha estado acompañada por el alcalde de Cobisa, Félix Ortega.
La consejera ha explicado que en las pasadas dana se superaron en Cobisa "con creces las máximas avenidas de los últimos 500 años", algo que "ponía en riesgo muy severo a la población". "Había que actuar", ha reafirmado.
Esta obra cuenta con el apoyo de los fondos de Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) europeos y también con la ayuda no solo del Gobierno regional sino también de la Diputación de Toledo en su primera fase, que es la que se está ejecutando en estos momentos. Además, en el futuro, se unirá una segunda para evitar que el agua llevado desde la canalización pueda afectar a las carreteras CM-40 y TO-3100, elevando la inversión hasta los 7,7 millones de euros.
La infraestructura, ha detallado la consejera, ya está dimensionada de manera que pueda realmente evacuar todo el agua que arrastra el arroyo a su paso por la localidad en episodios de fuertes lluvias, pero que además cuenta con otra infraestructura "importante" como es un arenero.
Este arenero, ha comentado Gómez, se ha dispuesto porque el arroyo baja en esta localidad "con mucha fuerza, con muchísima pendiente y arrastrando todo lo que pilla", de manera que su utilidad radica en que sirve para que los sedimentos que arrastra el agua se vayan depositando en el fondo y no entren directamente a la canalización subterránea, lo que podría llevar a que se obstruyera.
Esta "gran obra", ha señalado, se une también a otra que se está realizando en el también toledano municipio de Cebolla, también con fondos MRR y la colaboración de la Diputación, que debe solucionar el problema similar que tiene este municipio, con una canalización dentro del mismo que se vio superada por las últimas crecidas "y por este cambio climático que nos acompaña y que cada vez provoca tormentas de gran cantidad y en muy poco espacio de tiempo".
De su lado, el alcalde, Félix Ortega, ha agradecido a la consejera que acuda a "poner en valor esta obra", que ha definido como "la más importante que este pueblo va a tener en toda su historia, porque lo que hace es evitar posibles muertes en inundaciones".
En este sentido, ha recordado que en las inundaciones de 2021 y en las de 2023 el pueblo sufrió daños "muy graves" aunque siempre "agradeciendo que no hubiese ninguna muerte, pero la podía haber habido".
"Nos pusimos en marcha, llamamos a muchas puertas y fue el Gobierno regional el que nos escuchó, el que puso en valor la necesidad de esta actuación. Y hoy afortunadamente estamos viendo que se está cumpliendo, que está siendo una realidad que desde luego va a hacer descansar a muchos vecinos que cada vez que caían cuatro gotas no sabían si iban a poder mantener su casa y sus enseres", ha explicado.
Por tanto, ha aseverado que la satisfacción del pueblo es "grande" viendo que "la obra va bien" y "se están cumpliendo los plazos" para solucionar un problema que les quitaba "mucho" el sueño.
Periodo de retorno de años
De su lado, el director del contrato de encauzamiento, Andrés Cañadas, ha explicado que la canalización es de en torno a 1.500 metros, 738 de ellos con un marco de 3 metros de ancho y dos de alto y otro adicional de 584 con un marco mayor, de 5 metros por dos, que llega hasta el enlace con la carretera CM-40.
Cañadas ha señalado que el arenero, uno de los puntos importantes de la obra, se ha diseñado que el marco de la canalización está tres metros por encima del fondo del mismo. Además, contará con una reja que ejercerá de primer filtro para que después el agua caiga al fondo del arenero, haciendo que descanses en él los restos y sedimentos que lleve el agua para que no pasen a la canalización propiamente dicha.
Esto conlleva, ha dicho, unos trabajos de mantenimiento en el propio arenero para mantenerlo limpio "cada vez que venga un tormentón de este tipo".
Asimismo, ha asegurado que, según los datos estadísticos que manejan, la capacidad del encauzamiento es para un periodo de retorno de 500 años, lo que significa que, según estos datos, hay un 0,2% de probabilidades de que llegue una avenida de agua que supere su capacidad.









