“Cuando Adela se enteró de que su abuela materna había estado en Auschwitz, no supo qué pensar. Se fue directa a su dormitorio, subió los peldaños de la escalera que su madre le había colocado en su habitación , para que llegara más fácilmente a la parte de arriba de las estanterías, y cogió el diccionario más grande que tenía, uno de pasta roja con un gran círculo en el medio”. Así comienza uno de los capítulos de ‘El aroma de la hierbabuena’, la nueva novela de Maribel Félix Medina publicada por Platero Editorial.
Maribel nació en Seseña Nuevo (Toledo), en 1965 y es una “poeta que practica otros géneros” tal y como ella misma se define. “La poesía nunca me ha soltado, lo es absolutamente todo para mí”, explica. Además, puntualiza que escribir de manera lírica es “una cualidad muy buena” que se puede extrapolar a otras formas de crear literatura.
Asegura que la literatura la llamó en su adolescencia, momento en el que empezó a escribir con trece años. Sin embargo, fue tiempo después cuando quiso que quería dedicarse a la escritura. “Tendría unos dieciséis o diecisiete años, en esa época veía los libros de diferentes autores en las bibliotecas y soñaba con que los míos estarían allí”, matiza.
La poesía es para Maribel una forma de entender la vida y también de vivirla. Nos cuenta que al conocer los versos de Antonio Machado se quedó prendada. “La primera vez que lo leí conecté con él, porque era exactamente lo que yo quería transmitir con mis versos”, recuerda Félix Medina.
Entre sus autores de cabecera siempre están autores de la literatura universal. “Admiro mucho a John Steinbeck, Miguel Delibes o Ana María Matute, que me parece una escritora sobresaliente. Pero por encima de todos ellos, está Dostoievski, que me tiene absolutamente encandilada. Es un genio junto a Miguel de Cervantes”.
‘El aroma de la hierbabuena’: "Simboliza un nuevo comienzo"
Aunque es un libro que salió a la luz a mediados del mes de octubre, se trata de una historia que lleva gestándose más de una década. “Empecé a escribirlo cuando mi hija Sofía tenía 12 años e inevitablemente el primer personaje en el que pensé fue Alondra”, una niña de trece años que recibe la noticia de que su abuela materna estuvo en el campo de concentración de Auschwitz.
Una historia que aunque tiene un título esperanzador, encierra un relato de superación. Ambientado en la década de 1980, sigue tratando temas actuales como son “los malos tratos”, una realidad que muchas mujeres sufren en nuestro país y contra el que Maribel quiere hacer una reivindicación. “Sabía desde el principio que quería tratar ese asunto, quería que la gente se metiera en la piel de una madre que sufre y de una hija, porque en estos casos los hijos son una parte fundamental”, señala la autora. Alondra es un personaje que puede recordarnos a Matilda de Roald Dahl, una niña que vive en un entorno conflictivo y que gracias a los libros y las historias encuentra una vía de escape.
Maribel asegura que quiere que los lectores quieran a esta protagonista. “No sé si lo he conseguido, pero esa siempre ha sido mi intención”, explica. Para la escritora toledana, no ha sido complicado introducirse en la mente de una niña de trece años, ya que como ella misma destaca siempre le ha “gustado escribir sobre la infancia. Aunque soy una mujer de 60 años, siempre me ha encantado escribir sobre los recuerdos, quizá por lo que te comentaba de mi pasión por Miguel Delibes o Ana María Matute, que han escrito mucho sobre niños, con unos protagonistas extraordinarios”, expone. Un libro que pretende indagar también en las ilusiones y los misterios de la niñez, a través del personaje de Alondra.
Para Maribel escribir sobre el pasado y sobre la memoria es algo que le fascina, porque te hace reencontrarte “con todo lo que has vivido y lo que te ha acompañado, forma parte de tu vida”.
Introducir el asunto del Holocausto es algo que la autora define como “terrible y terrorífico, pero siempre he estado obsesionada con ese tema. Si lo incluí es porque es un asunto que yo no quiero olvidar nunca”. Aunque este no es el foco de la novela, Maribel nos cuenta que quiere explorarlo más en futuros libros. “Soy una trabajadora incansable y me debo a mi público. Llevo años leyendo, viendo documentales, asistiendo a exposiciones. No me considero una experta, pero sé de lo que hablo”, añade.
La multitud de temas que encierra ‘El aroma de la hierbabuena’ tiene como hilo conductor tres aspectos: el dolor, la tragedia y la injusticia hacia los jóvenes y los niños. “La verdad es que eso me produce un escalofrío. En el libro hay mucha inocencia, pero también villanos, porque para escribir sobre la bondad hay que conocer la maldad”.
Un libro que está dirigido a todas las edades, comenzando desde un público adolescente “desde los quince años, porque la vida es muy dura y cuantos antes empiecen a enterarse de las luces y sombras que encierra o lo que ha ocurrido en el mundo, mucho mejor”, apunta Maribel.
‘El aroma de la hierbabuena’ se ambienta en Galicia porque la autora ama esa tierra. “Estuve de viaje y me enamoré de esa zona. Conozco muchísimo Galicia y me he empapado de su esencia. Lo quería ambientar en Santiago al principio, pero después supe que sería en Cambados”, declara.
Maribel nos adelanta que el título de su nuevo libro es un canto a la esperanza: “La hierbabuena simboliza un nuevo comienzo, pero hay que llegar al final del libro para descubrir por qué”.
En los últimos días desde la publicación de su novela, Maribel ha estado de gira literaria en diferentes presentaciones y firmas y asegura que ha tenido una expectación enorme por parte de sus lectores habituales, pero que también ha recibido una gran acogida después de ser lanzado.
Una autora con gran trayectoria lírica: “La poesía está por encima de cualquier moda”
Maribel Félix ha publicado un total de diez libros. Algunos de sus poemarios más laureados, son ‘Pájaro azul perdido’, ‘Heredarás, heredarás’ o ‘No se puede amar a un animal herido’. No obstante, esta prolífica autora ha publicado también libros para niños como ‘La biblioteca de Constia’.
Sean del género que sean -poesía, cuentos infantiles o novelas- la “musicalidad está muy presente” en sus palabras. “Tiene que ver con la armonía interior del texto. Siempre seré una poeta y la poesía no puede apartarse de mí”, expresa.
Ahora, después de tantos años dedicándose a las letras mira con retrospectiva al pasado y señala que lo que más le fascina de su trayectoria es haber continuado. “Haber sobrevivido a los años, las dudas, la incertidumbre. Pero me reconforta. Dicen que ‘Pájaro azul perdido’ es el mejor libro que he escrito, un poemario duro donde me vacié por completo”, puntualiza la autora.

La escritora Maribel Félix en la firma de su último poemario, 'Pájaro azul perdido'. Imagen: Fotografía cedida.
Para Maribel la poesía no algo que haya estado de moda, sino que “está por encima de cualquier moda”. “El lector de poesía es un apasionado, por eso la poesía nunca morirá. No está para entretener, sino para emocionar, porque la emoción es esencial en la vida”, explica.
Félix Medina se muestra crítica con los medios de comunicación y sobre el espacio que se concede a otros temas por encima de la cultura y la literatura. “Todo es política, política y política. He tenido la suerte de ser siempre bien tratada por los medios, pero la cultura no les interesa tanto como debería. En Latinoamérica, en cambio, sí que se valora más”, expone la escritora toledana.
Sobre futuros proyectos, nos adelanta que tiene acabado un poemario que está dedicado a la ciudad de Soria, que es donde vive actualmente, porque “es una ciudad mágica y muy inspiradora” pero también una novela ambientada en un pueblo de provincias en la década de 1950 que acabó hace casi una década.
Además, Maribel continúa con su gira literaria. En diciembre presentará su última novela en la Biblioteca Municipal de Soria y en otros lugares de Castilla y León, y Aragón. No obstante, ella no olvida la provincia de Toledo. “Estoy segura de que me surgirán más presentaciones, especialmente en mi tierra. Es un momento precioso, lleno de trabajo e ilusión. Sobre todo por los lectores que siguen acompañándome en este camino de palabras”, concluye.











