“Los sesgos inconscientes son patrimonio de todos” y que que trabajar para erradicarlos. María José Ruiz, investigadora y profesora de la Universidad de Castilla-La Mancha forma parte del proyecto divulgación ‘Ciencia a la carta’ lo decía hoy durante un Pleno social celebrado en el Parlamento de la comunidad autónoma. Allí ha compartido experiencias junto a otras cuatro mujeres, una por cada provincia, con motivo del 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer.
“Estoy aquí para hablar la necesidad de potenciar la imagen pública de las científicas, con datos”. Por ejemplo, el de la última encuesta de la Fundación Española de la Ciencia y la Tecnología sobre la percepción social de la ciencia. “La ultima dice que a los españoles no nos interesa mucho la ciencia. Solo un 9% de mujeres expresan interés y en los hombres el porcentaje es el 19%”, explicaba.
“Si desagregamos por genero y edad detecto un problema importante: entre los 15 y 25 años se da la mayor diferencia. El interés de ellas es mucho más pequeño”. Ha citado varios experimentos científicos que vienen a reflejar que todavía hay desigualdades e incluso complejos a combatir. Ha reconocido que hasta los propios docentes, ellos y ellas, tienden de forma inconsciente, a calificar diferente a los alumnos y alumnas, dependiendo del género. Lo dicen los datos científicos, repetía.
“Los sesgos inconscientes son patrimonio de todos”, ha asegurado, para abogar que “hay que contarles a los niños y niñas y a sus padres o a los políticos esos datos demostrados científicamente”.
Se ha referido a la denominada ‘brecha de sueños’’, aquella por la que “las niñas a los 6 años ya consideran que son menos inteligentes que los niños. Aquella por la que piensan que conseguirán en su vida será solo con mucho trabajo. Es la brecha más triste”, comentaba en el Salón de Plenos del Parlamento regional. “Lucharemos contra esos sesgos inconscientes”, afirmaba.
También se ha referido a la importancia de centrar la acción en el medio rural. Es uno de los mensajes más repetidos hoy en el Parlamento castellanomanchego. “Las niñas de pueblo, yo lo soy, no teníamos referentes, no conocíamos a nadie que fuera científico o científica y lamentablemente sigue ocurriendo”.