Más de la mitad de los trabajadores de Tagus, la concesionaria del servicio municipal de agua y alcantarillado, se ha concentrado frente a la sede que la empresa tiene en la avenida de Irlanda, en Toledo, como protesta por el despido "injustificado" de una trabajadora, una de las pocas mujeres -4 actualmente- que formaba parte de una plantilla de alrededor de 50 personas.
"El motivo del despido según la empresa ha sido por la amortización de su puesto de trabajo. Según ellos, ya no hace falta y ya no tiene labores que atender. Nosotros entendemos que eso es incierto, que verdaderamente tenía tareas más que suficientes para desempeñar en esta empresa", ha manifestado el presidente del comité de empresa, David de la Cuadra.
En este sentido, indica que la trabajadora realizaba desde hace seis o siete años tareas de prevención de riesgos laborales o control de calidad de aguas. "Era una chica super válida y super eficiente", ha expuesto el representante sindical, después de que el comité de empresa solicitara una mediación previa a la convocatoria de huelga tras conocer el despido de la trabajadora.
"Lo que nos tememos es que pueda haber otras amortizaciones de puestos de trabajo en un futuro... lo que le ha pasado a una nos puede pasar a otros", apunta de la Cuadra, que indica que el viernes mantendrán la mediación con el Jurado Arbitral para ver qué dice la empresa y decidir posteriormente en la asamblea las posibles acciones a llevar a cabo.
Reunión con el Ayuntamiento
Además, expone que han mantenido una reunión con la concejala de Obras, Servicios y Parques y Jardines, Loreto Molina, a la que han trasladado la preocupación de la plantilla ante el temor a que la concesionaria del servicio municipal esté planeando amortizar puestos de trabajo y subcontratar sus funciones con una tercera empresa.
La cita con la edil, dice el representante de los trabajadores, ha sido "bastante positiva". "Se ha comprometido a realizar una comisión de seguimiento entre la empresa, los trabajadores y el propio Ayuntamiento para evitar que en un futuro puedan pasar este tipo de situaciones, que son desagradables tanto para la trabajadora como para los propios trabajadores y la inestabilidad que puede generar en la plantilla".
De la Cuadra afirma que durante los últimos años ha habido cierta estabilidad en el número de trabajadoras con los que cuenta esta empresa, que gestiona este servicio desde el año 2006 y que desde este 2024 ha incrementado el recibo del agua en 4 euros al mes a los consumidores. Sin embargo, este despido ha supuesto "un golpe muy duro para los trabajadores", quienes se han puesto en alerta por "el futuro de sus empleos y del propio servicio".