Los propietarios de alojamientos turísticos en Toledo calculan pérdidas millonarias y creen que el verano agravará la situación

La Asociación de propietarios y gestores de apartamentos y viviendas de uso turístico de Castilla-La Mancha (APTURCAM) calcula que, solamente en la ciudad de Toledo, este sector ha tenido pérdidas de hasta 1,2 millones de euros este pasado mes de abril debido a la paralización del turismo por la actual pandemia de la COVID-19. Esta situación, según apunta el presidente de dicha asociación, Javier Blanco, se agravará este verano por las cancelaciones de reservas que siguen produciéndose cada día.

"Las primeras reservas para los meses de mayo y junio se han trasladado a octubre o noviembre, pero realmente en muy poco porcentaje, la inmensa mayoría de las reservas se han cancelado", apunta Blanco en una entrevista con este medio en la que reconoce "la trágica situación" que vive este gremio, que factura en torno "a 800.000 y 900.000 euros de media cada mes" y que, con la celebración de la Semana Santa, habría generado unos ingresos que rondarían las pérdidas mencionadas anteriormente.

Precisa el presidente de APTURCAM que hay cancelaciones incluso para los meses julio y agosto, y advierte que, según un estudio publicado por Hosteltur, la intención del turista para los próximos meses en cuanto a destinos y tiempos de estancia no es muy halagüeño tampoco para el sector en Toledo. "Los datos van en el sentido de que la inmensa mayoría de los turistas van a decidirse por sol y playa, seguido de casas en medios rurales", mientras que el turismo cultural o el urbano estaría entre las últimas opciones, lamenta.

"Es probable que el verano agrave el deterioro económico"

"No tengo esperanza en que el verano vaya a resolver económicamente nada. Sinceramente, es probable que agrave el deterioro económico. Si abrimos y no recibimos gente vamos a estar incrementando nuestros gastos operativos. A estas alturas ya se deberían estar dando entradas a ciertas reservas, no digo en masa pero sí empezar a verlo, y realmente no se ve", apunta Blanco sobre los efectos que está generando la pandemia.

En este sentido, recalca que "lo más importante de todo es la movilidad". "Mientras no haya movilidad interprovincial, en Castilla-La Mancha y Toledo es difícil que se genere movimiento turístico para los propios toledanos, no estamos hablando de una ciudad como Madrid o Barcelona, donde puede haber un núcleo importante de población que puede acceder a ciertas zonas de atractivo turístico", subraya.

También es "trágica" la situación del empleo que se genera en este sector, que contabiliza "aproximadamente unas 13.000 horas de trabajo" en la capital regional. "Los empleados que tenemos es personal de limpieza, una economía muy débil. Aunque están acogidas a ERTE hay que tener cuenta que el nivel de asalariados tampoco es muy grande, casi todo es autoempleo. Normalmente las personas que se autoemplean están poniendo en alquiler una vivienda con una hipoteca y los ingresos familiares dependen de la rentabilidad de esa vivienda", señala el presidente de APTURCAM.

Imagen de un cartel de Apartamento Turístico en el Casco Antiguo / Foto: Bárbara D. Alarcón

Así, subraya que la estructura del sector se compone en "gran parte de microempresas" que no sabe si podrán superar las pérdidas que están teniendo. Sobre las ayudas puestas en marcha por el Gobierno para intentar paliar las consecuencias que está generando esta situación en la economía de pymes y autónomos, indica que hay quien ha realizado solicitudes para acogerse a una línea de préstamo del Instituto de Crédito Oficial (ICO) pero que "nadie ha obtenido todavía dinero" por medio de esta alternativa.

Del alquiler turístico al residencial

En este sentido subraya que algunos de estos propietarios han tenido que "salir de esta modalidad alojativa e irse al alquiler convencional", aunque no cree que hayan sido "muchos". En la asociación calculan que actualmente en la capital regional habría unos 500 inmuebles que se dedican a la actividad turística, aunque desconocen cuántos de ellos han optado por destinar estas viviendas al alquiler residencial.

"Pura supervivencia. Cuando una persona tiene que optar entre dejar de pagar la hipoteca o pagarla al final coge el camino que menos lesión económica le haga", indica Blanco, que señala que el decreto regional que regula la actividad de los apartamentos y viviendas de uso turístico "prohíbe el doble uso", es decir, están "obligados a solicitar la baja en el registro de viviendas de uso turístico de la Junta, con lo cual ya no podrán hacer alquiler turístico hasta que no inicien un nuevo expediente".

Cabe destacar en este punto que portales como Idealista registran en las últimas semanas un incremento de la oferta de alquiler en la capital regional superior al 25%, pues en comparación con el pasado mes de noviembre se anuncian 60 inmuebles más estos días. En concreto, se ha pasado de 159 viviendas en alquiler a las 219 que se anuncian actualmente.

Por otra parte, Blanco calcula que entre el 15 o el 20% de los apartamentos y viviendas de uso turístico que se ofertan en la capital regional están todavía "al otro lado de la línea de la legalidad", pues sus propietarios no han registrado estos alojamientos para regular su actividad económica, tal y como exige el decreto regional aprobado hace ya más de dos años en esta materia.

Ordenanza municipal

Además, cuestionado por el borrador de la nueva ordenanza municipal para regular la actividad de viviendas de uso turístico (VUT) o de alquiler de habitaciones turísticas en Toledo que el equipo de Gobierno dio a conocer días antes de decretarse el estado de alarma en el país, Blanco entiende que dicho documento es "una tormenta de ideas" que "en principio son muy lesivas para los intereses de la ciudad y del sector".

"Nos prometieron que lo iban a tratar con el sector", añade sobre este borrador en el que espera que pueda colaborar para incluir también las demandas de los propietarios y gestores de alojamientos turísticos. En este sentido, apuesta también por que no contemple algunas de las medidas que expone, como la limitación de que el inmueble tenga que estar al menos 12 meses desalojado con anterioridad a que comience a funcionar: "No sabemos a qué obedece un planteamiento de ese estilo", recalca el presidente de APTURCAM sobre esta medida que se plantea en el borrador de la nueva ordenanza.