La ONG, que cuenta en esta acción con la colaboración de Fundación 'la Caixa', ha puesto de manifiesto que de esta manera siguen impulsando buenos hábitos alimenticios, refuerzo educativo y apoyo emocional entre los menores vulnerables, a fin de que tengan las mismas oportunidades que el resto de menores y evitar que siga aumentando la desigualdad en verano.
"Nuestros programas de verano dirigidos a los niños y niñas con menos recursos cuentan con actividades de todo tipo: salidas culturales, excursiones, actividades de sensibilización, talleres de nutrición, salidas a la piscina. Con todo ello, aseguramos que tengan una alimentación adecuada más tiempo y un refuerzo educativo imprescindible para la vuelta al cole en septiembre. Para muchas familias este apoyo extra es fundamental para que sus hijos e hijas no se queden atrás", ha manifestado el responsable del Programa de Lucha contra la Pobreza Infantil de Save the Children, Diego González.
Los participantes tendrán entre 3 y 17 años y tendrán lugar en Sevilla (Andalucía), Barakaldo, Bilbao y Vitoria-Gasteiz (Euskadi), Valencia, Alicante, Paterna y Mislata (Comunidad Valenciana), Illescas (Castilla-La Mancha), Madrid y Leganés (Comunidad de Madrid), Barcelona y Canovelles (Cataluña) y Melilla.
"El objetivo de las colonias urbanas es fomentar un espacio para que los niños y adolescentes utilicen el tiempo que tienen libre en verano de una forma saludable. En su mayoría son niños y niñas que vienen participando en nuestras actividades durante todo el curso escolar y la gran mayoría se encuentran en riesgo de vulnerabilidad social", ha recalcado la coordinadora de actividades del Centro de Recursos para la Infancia y la Adolescencia (CRIA) de Save the Children en Barakaldo, Nekane Marañón.
La ONG señala que garantizará la comida a los menores, ya que, durante el verano, el comedor escolar supone la única posibilidad de recibir una dieta equilibrada y saludable para muchos de estos menores. De hecho, cita su último informe sobre becas comedor, donde alertaban que, en España, las ayudas para este servicio solo alcanzan al 11,2 por ciento de niños en la educación obligatoria, lejos del 28,9 por ciento que viven en situación de pobreza.