
Cuartel de la Guardia Civil en Toledo / Fotografía: Bárbara D. Alarcón
La Guardia Civil ha dado a conocer los detalles de lo que será la segunda fase dentro del proceso de desalojo y posterior demolición del cuartel en Toledo para su posterior reconstrucción.
Un proceso que se inició a mediados del mes de enero debido al mal estado de los edificios. Ahora, una vez finalizada la primera fase del desalojo en emergencia en los bloques de viviendas afectados (75), el resto de los 90 afectados podrán permanecer ocupando sus viviendas con unas limitaciones de peso.
Estas limitaciones serán determinadas por el servicio de acuartelamiento de la Dirección General de la Guardia Civil y sometidas a monitorización técnica mediante visitas de inspección de los edificios por parte, tanto de dicho servicio como de la dirección facultativa de la obra. Las actividades de control se desarrollarán antes y durante las obras de demolición.
En un comunicado, la Guardia Civil aclara que, en todo caso, “desde la incertidumbre que supone cualquier obra de demolición es preciso ser conscientes de que cualquier circunstancia no deseada”, indican, puede implicar “la adopción de medidas urgentes y extraordinarias, incluyendo el desalojo inmediato”.
La Oficina de Ayuda a los Afectados seguirá en funcionamiento durante todo el proceso hasta el completo desalojo del acuartelamiento. Mientras, por parte de la Jefatura se seguirán realizando sesiones informativas como hasta ahora con los afectados, hasta completar el proceso de desalojo.
Plazos para la segunda fase
La Guardia Civil detalla también algunos aspectos sobre los tiempos de ejecución de la segunda fase. Una vez que se asigne la obra de demolición, la empresa adjudicataria dispondrá de un mes para el inicio de los trabajos.
La demolición de los bloques desalojados en la primera fase tiene un plazo de ejecución máximo de diez meses, si bien el plazo estimado para este tipo de trabajo, “sin que aparezcan incidencias”, matizan, tendría una duración estimada de cinco meses.
Son tiempos “estimados”, aclaran, sujetos a variaciones en función de las incidencias que pudieran surgir, “especialmente aquellas que afecten a la seguridad de las personas”.
En unas condiciones normales, el desalojo de los bloques afectados por esta segunda fase no se ejecutará inmediatamente una vez finalizados los trabajos de demolición, sino que, con el objetivo de beneficiar al máximo a los adjudicatarios, la Dirección General de la Guardia Civil tiene previsto dar esta orden cuando finalicen las gestiones del anteproyecto, proyecto y licitación de obra del nuevo cuartel.
En lo referente a la mudanza de enseres, de entre los afectados por esta segunda fase, se ha informado a los afectados de la posibilidad de solicitar la mudanza con idéntico procedimiento que en la primera fase del desalojo.
Por otro lado, se ha informado de la oferta de vivienda en este momento, tanto en recursos propios de la Guardia Civil (62 pabellones en buen estado de los que 23 se encuentran a menos de 60 kilómetros de la capital), como externos (124 viviendas de particulares ofrecidas a través de entidades públicas y privada y seis viviendas ofertadas por la Diputación de Toledo).
En lo que respecta a la ubicación temporal de las dependencias oficiales por parte de la Jefatura de Zona se viene trabajando con diferentes organismos, instituciones públicas y privadas, para analizar la oferta de espacios disponibles que puedan albergar temporalmente la Zona de Castilla La Mancha, la Comandancia y el Sector de Tráfico.