Velas, antorchas y una temperatura que escapa del angustioso calor que se vive este verano en buena parte del país. Las representaciones teatrales que se llevan a cabo en diversas cuevas de La Puebla de Montalbán vuelven a convertirse este año -tras las restricciones impuestas por la pandemia- en uno de los principales atractivos del Festival ‘Celestina, la España de Rojas’, que se celebra entre el 24 y 28 de este mes de agosto en la localidad toledana, donde nació el escritor Fernando de Rojas.
"Cambia el olor y el ambiente. Estás tan cerca de los actores y actrices que puedes tocarles con la mano. No tenemos la butaca de los teatros pero te metes en la obra sí o sí”. Así describe Berta Herrero, informadora turística del Museo La Celestina, la experiencia que se vive en estos espacios patrimoniales que datan del siglo XV y que desde el 2002 -en un proyecto encabezado por la compañía La Recua Teatro- se han convertido también en escenario de algunos de los clásicos que se interpretan en el festival, que celebra este año su vigésimo cuarta edición.
Aunque calculan que pueden haberse delimitado hasta doscientas cuevas en La Puebla de Montalbán, ubicadas en el casco histórico, no se conoce exactamente cuántas hay en la actualidad pese al estudio que hizo el Ayuntamiento hace unos años con el objetivo de financiar los arreglos que requiriesen para su conservación. “Cuando se han comprado casas que tenían cuevas, hay quien las rellenaba con arena u otros las hormigonaban”, agrega Herrero, quien detalla que la mayoría se conservan en muy buen estado.
“Una experiencia que se tiene que vivir al menos una vez”
Las cuevas presentan unas perfectas arquerías de ladrillo de medio punto junto con bóvedas de medio cañón y están formadas por una serie de galerías comunicadas entre sí, pues se piensa que cuando se construyeron “todas eran una misma”. “Luego, conforme se han ido construyendo casas se han ido delimitando”, explica Herrero, quien cree que ver una de las obras de teatro que representan en estos enclaves es “una experiencia que se tiene que vivir al menos una vez en la vida”.
El uso de las mismas para hacer representaciones teatrales o su impulso como reclamo turístico durante el resto del año ha provocado que se comience a valorar más este singular patrimonio. En este sentido, destaca que la recaudación de las representaciones en las cuevas se destine al mantenimiento de las mismas y a cubrir el coste de aquellos (pocos) actores principales profesionales que participen, pues la mayoría son vecinos y vecinas de La Puebla de Montalbán.
Las obras que se interpretan en las cuevas, en las que se vuelve al pasado con clásicos como ‘La rebelión de las mujeres’, ‘El bufón’, ‘Los enanos’ o ‘El retablo de las maravillas’, se adaptan para que tengan una duración de entre 30 y 35 minutos, con lo que se ajustan también al concepto de microteatro. Además, debido a las dimensiones de las cuevas, el aforo permitido para cada representación oscila entre 20 y 30 espectadores. En esta edición contarán con cuatro de estos espacios bajo tierra, a los que se sumarán otros escenarios representativos de la localidad toledana y que se detallarán en la presentación oficial que se realizará días antes del pistoletazo de salida.
¿Qué uso tenían estas cuevas?
“Algunos propietarios creen que se usaban como despensa, pero no puede ser ese el uso inicial que tenían pues algunas son más grandes que las propias casas. Tampoco hay documentación de las cuevas. Pensamos que son clandestinas y la teoría es que los judíos bajaban allí a practicar sus ritos. Luego, en la Guerra Civil se usaron como refugio pues se han encontrado restos de balas”, indica la informadora turística.
Durante el resto del año, las cuevas se pueden conocer mediante las visitas guiadas que promueven desde el Museo de La Celestina y en las que también participan cada curso centenares de jóvenes escolares. “Es uno de los sitios que más despierta la curiosidad de los visitantes. En el Museo además contamos con exposiciones de pintura, ediciones antiguas de La Celestina o la historia de La Puebla de Montalbán desde sus orígenes celtas. Tenemos además una buena ubicación, entre las Barrancas de Burujón y Santa María de Melque, para disfrutar de naturaleza, arquitectura y literatura”, expone Herrero.
A todo esto se suman los cuatro monumentos declarados Bien de Interés Cultural (BIC) con los que cuenta La Puebla de Montalbán -la Plaza Mayor, el Palacio Montalbán, el Convento de las Madres Concepcionistas y la Torre de San Miguel-. Distintos reclamos de este municipio toledano que este año contará en el Festival ‘Celestina, la España de Rojas’ con Rafael Álvarez 'El Brujo', una de las figuras más importantes del teatro español. Le otorgarán el Premio Celestina por su larga y fructífera trayectoria y su compromiso con los clásicos de la literatura y se subirá a las tablas en la plaza Mayor para interpretar 'El Lazarillo de Tormes'.