'La triste figura de las batallas' es el título de la antología que ha publicado recientemente la poeta Pilar Martín Gila con la editorial Mochuelo Libros. Se trata de la segunda publicación de la Colección Ultramarina, una serie de libros de poesía que reflejan la trayectoria de poetas de Iberoamérica. En ellas, cada poeta elige lo que más le representa de su trayectoria.
"Juego a embadurnar la poesía con todo lo que hay en el mundo para poder sacar lo que más me interesa", subraya en una entrevista con toledodiario.es Martín Gila, que reconoce que le gusta trabajar "el 'texto líquido' que entra en otros terrenos, que se expande, que toca teatro o pensamiento". "Es una manera de diluir esos textos y que todo finalmente pertenezca, o yo creo que pertenece, a la poesía", dice sobre un libro que aúna también su pasión por el cine o la música.
En 'La triste figura de las batallas', la poeta segoviana recopila letras de la trilogía formada por 'Ordet', 'Otro año en el mundo' y 'La cerillera', de los poemarios 'Demonios y leyes' y 'Para no morir ahora', así como también de textos para diversas composiciones musicales de Sergio Blardony.
El también poeta Federico de Arce, impulsor de la Colección Ultramarina, señala que Martín Gila es "una nadadora subterránea". "Entre y sale del sueño con la misma facilidad que la música. Es esta, creo, una característica de su escritura. Otra, la subversión del horizonte de expectativas de lo que hemos dado en llamar artes y géneros. Al escribir Pilar parece que canta. Si canta parece que pinta. Si pinta parece que narra. Si narra esculpe el tiempo".
Pregunta: 'La triste figura de las batallas' es la segunda publicación de la Colección Ultramarinos, editada por Mochuelo Libros y que estrenó Miguel Casado con 'Allí donde nombraste la estepa'. ¿Qué tiene en común este proyecto de antologías?
Respuesta: Es un proyecto de Federico de Arce -también poeta-. En él está toda la base del sentido del proyecto. Quiere llevar a cabo algo muy deseado por él que es reunir y editar aquello que realmente le gusta. Para mí, los compañeros de viaje de los que estoy teniendo noticia son gente muy querida y admirada, tanto Miguel Casado como Pedro Provencia, que publicará el próximo libro -bajo el título de 'Activos Vulnerables'-. Mi lugar es de afinidad de alguna manera con la forma de entender la poesía y de formar parte del mundo, de la forma en que tú has asimilado tu historia y con la que podemos también tener la idea de pertenecer al mismo sitio.
¿Qué temas resumen el contenido de toda esta antología? ¿Sobre qué le gusta escribir?
Aquí desde luego, que lo he introducido después de muchas dudas, se ve una unidad bastante fuerte con la trilogía 'Ordet', 'Otro año en el mundo' y 'La cerillera'. Aparte de que los poemarios sean muy distintos en forma o expresión, creo que hay una cohesión fuerte en cuanto a un sentimiento trágico de la vida. Creo que en estos tres poemarios sí podemos extraer elementos como la muerte, la violencia, la caída de los símbolos, de los signos como significado de nuestro mundo. Todo eso está en esta trilogía.
Posteriormente tengo otros libros como 'Demonios y leyes' y 'Para no morir ahora'. Hacer una antología me resulta muy difícil, hay que tomar decisiones que no me resultan fáciles de tomar. Estos libros que menciono, para mí ya están demasiado atrás, tanto que incluso pierdo la pista de en qué lugar me situaba para decir lo que digo. No es que haga tanto tiempo pero sí lo suficiente como para que haya perdido un poco la pista. Sin embargo, quien lo lea sin este afán indagador es posible que encuentre estas huellas de las que he hablado antes en la trilogía, pero de una manera más narrativa, más hilvanado y más de relato.
Luego están las diversas composiciones musicales que tengo con Sergio Blardony, que es poco comparado con todo lo que hemos hecho juntos. Va un poco por libre, depende de cada obra. Lo bonito de esto, de la zona de las obras para la música, es su carencia de sentido, de levedad, de que -los poemas- no están bajo ningún signo de coherencia fuerte entre ellos si no que van saliendo en el momento, según la circunstancia y la obra que estemos trabajando juntos en esa ocasión.
Sobre todo en la trilogía, se aprecia cómo entremezcla el verso con relatos más cortos. ¿Es algo que caracteriza su escritura?
Me gusta trabajar, por ponerlo a la moda, el 'texto líquido', que entra en otros terrenos, que se expande, que toca teatro o pensamiento. Es una manera de diluir esos textos y que todo finalmente pertenezca, o yo creo que pertenece, a la poesía.
Cuando introduzco pensamiento no estoy realmente haciendo filosofía pero podría pensarse desde ese punto de vista si evocamos a María Zambrano y 'La razón poética'. Pero yo veo que son cosas muy distintas, que cada una requiere una disposición de pensamiento y de sentimiento muy distinta como para equipararlas. Sí juego a embadurnar la poesía con todo lo que hay en el mundo para poder sacar lo que más me interesa.
Por la noche escribí el relato con que pasaría el invierno. Llegó a parecer imposible hablar de otra cosa. Y que resultara verdad. Y que encerrara su extremo.
Ese es el interior: una historia donde nieva fuera.
Lo difícil era morir de frío sin haber roto las ventanas.-Uno de los poemas de Pilar Martín Gila recopilado en 'La triste figura de las batallas'-
En relación a lo que menciona acerca de tener que seleccionar y tomar decisiones que no le resultan fáciles, ¿supone un quebradero de cabeza llevar a cabo una antología?
Muchísimo. La decisión sobre qué debes introducir o cuál es el criterio que debes seguir. Las cosas que son demasiado antiguas, o recientes, aquello que no publicaste... Realmente para mí supone un quebradero de cabeza fuerte el tomar la decisión, a parte de tener la sensación de que se están despiezando los poemarios. Estás cogiendo trozos de aquí y de allá y tienes dudas de que a quien le llegue el libro pueda encontrar un sentido en todo eso que viene de tantos lugares distintos.
Por eso, creo que el papel del lector ante una antología es delicado. Creo que tiene que hacer esfuerzo bajo ese lugar compartido que es el libro, que es algo físico y te está diciendo que ahí hay algo común que relacionar. Es un reto, no solo desde el punto de vista del escritor sino también del lector.
Lo que creo que el lector sí puede apreciar, aunque no conozca su obra, es que le gusta el cine y sobre todo la música, que entiendo que es indispensable en sus textos.
Sí, es una relación muy antigua, de muchos años trabajando sobre todo con Sergio -Blardony-, y es fundamental. De hecho empecé a publicar bastante tarde y de alguna manera tampoco echaba de menos publicar porque ese espacio estaba cubierto con la creación con Sergio y la participación en sus obras musicales.
De la música me gusta mucho la reducción de sentido a la que somete a la poesía. Es lo que más me atrae, hacer algo llevado a la música. Como la poesía pone en estado crítico el sentido, llevado a la música sabes que eso va a caer definitivamente y que va a perder el poco sentido que le queda. Eso me parece fascinante, es como una caída a un pozo.
En esta época de pandemia que vivimos, ¿qué papel cree que juega la poesía? ¿es un compromiso también de los creadores dejar constancia de todos estos momentos?
La poesía no está al margen del mundo, está implicada en todo lo que ocurre. Por supuesto en situaciones críticas como esta se pone en juego de una manera especial como todas las demás cosas que nos rodean. No hay en ella una situación de privilegio o de desfavorecimiento. Su obligación deontológica, si es que la hay, es estar ahí. No sé si se tiene la idea de que la poesía favorece el encerramiento, el dar vueltas sobre uno mismo o el quedarse sentado mirándose el ombligo. Creo que no, que la poesía está en el mundo y le está afectando todo esto que está ocurriendo con el coronavirus.En principio, en cosas superficiales como pueden ser las presentaciones o lectura.
La relación e incluso el diálogo entre nosotros aprovechando presentaciones o lecturas es una de las cosas más importantes de tu época, el dialogar, tener esa interpelación con los tuyos, con tus pares, todo eso se pierde. En principio se supone que volveremos. Pero bueno, son muchos años de creación de poética como para que ahora se vaya a poner en cuestión o en un brete por un virus, después de tantos siglos de pandemias y guerras de todo tipo.
No creo que nada se ponga en peligro con esto que está sucediendo ni dé un giro realmente importante pero son toques y aspectos, que son muy de la poesía también, en los que hay que fijarse y encontrar los nuevos rumbos y las nuevas normas de transmitir.
¿Le ha motivado a escribir este confinamiento, a transmitir todas estas sensaciones y experiencias que estamos teniendo en los últimos meses?
Pues sí, tengo que reconocerlo. Me he puesto a escribir y además lo he agradecido. Me ha parecido que el confinamiento daba sus frutos, no era tan estéril como podían parecer las horas muertas en casa. Es un texto pseudoteatral para trabajar con Sergio en una creación radiofónica. Ya hemos varias creaciones de este tipo con textos de otros autores, ahora he dedicado este encerramiento a escribirlo y vamos a llevarlo a una creación radiofónica.