La 'Sede Corporativa Ibenergi', obra de Nacho Román, Daniel Martínez y Julio Rodríguez, ha recibido el Premio Extraordinario en 'Obra Nueva Otros Usos' para construcciones terminadas entre el 1 de enero de 2010 y el 31 diciembre 2019 del Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha (COACM). Los I Premios de Arquitectura & Urbanismo del COACM crearon esta categoría para poner en valor la obra de arquitectos en todos los años en los que no hubo premios en la región.
El jurado valoró, en "este luminoso y eficiente edificio de oficinas, el cuidado diseño de los espacios de trabajo, atendiendo a criterios de sostenibilidad y control climático". “Es un magnífico ejemplo de la calidad que, en todos los ámbitos de la construcción, tiene el trabajo de los profesionales de nuestra región”, valora Elena Guijarro, decana del Colegio.
Nacho Román considera necesario “que se comparta el trabajo y se ponga en valor la profesión”, convencido de que en Castilla-La Mancha se está creando buena arquitectura. “Recuperar los premios, era justo y necesario”, argumenta. En parecidos términos se explica su compañero Daniel Martínez. “Los premios nos permiten conocer el trabajo de arquitectos de diferentes edades, de lugares diversos y, por lo tanto, son enriquecedores, son una idea estupenda”.
Para ambos, la presencia de Rafael Moneo, como premiado de honor, supuso un valor añadido. “Rafael es un referente para todos los arquitectos españoles... Es un maestro, reconocido tanto dentro como fuera de España", añade Daniel.
Grupo Ibenergi es una empresa de asesoría energética que necesitaba una nueva sede y, al mismo tiempo, proyectar al exterior su imagen de empresa joven y tecnológicamente puntera. Por eso, los arquitectos idearon un edificio luminoso que reflejara la actividad que se iba a desarrollar en él y el modelo de empresa de su promotor: transparente, moderna y con roles de trabajo actualizados. “Estos criterios condicionaron nuestra propuesta”, recuerda Román.
El proyecto también pretendió dignificar “un paisaje urbano de extrarradio bastante hostil, como es el Polígono Industrial de Santa María Benquerencia, que se compone de una amalgama de naves monótonas, portones de garaje muy herméticos, rótulos destartalados… Y todo ello produce una sensación de desorden, que llega a resultar incómoda”, explica.
Así, la nueva sede de Ibenergi es el resultado de la búsqueda de un espacio de trabajo “agradable, más humano, que estrecha los lazos que relacionan el interior arquitectónico de un entorno laboral y la naturaleza cultivada que lo circunda”. “Pensamos mucho en las personas que iban a trabajar allí. Nuestra respuesta a sus necesidades, que conocimos de primera mano, puesto que hablamos con todos ellos, fue encaminada a la creación de unas oficinas en las que el límite entre hogar y centro de trabajo estuviera muy próximo”, añade.
El emplazamiento y la función a la que dar respuesta fueron los principales condicionantes del planteamiento de los arquitectos. Los meses cálidos del año son muy severos en esta zona de Toledo. Por otra parte, resultaba necesario dotar de una buena iluminación natural a las zonas dedicadas al trabajo. Para ello, se optó por abrir grandes huecos al exterior atendiendo a la doble orientación de la pieza, atenuando la incidencia de los rayos del sol con vegetación y elementos auxiliares a modo de pérgolas que proyectan sombra.
Seis años después de finalizar su ejecución, “los trabajadores nos comentaban que apenas tienen que poner la calefacción o el aire acondicionado, o que encienden las luces muy tarde. El edificio trata de atender a la verdadera sostenibilidad que, para nosotros, es aquella que se muestra sensible hacia las condiciones de entorno, como pueden ser la correcta orientación al sol, la ventilación o la vegetación proyectada, y así minimizar el uso de costosos sistemas energéticos”, comenta Román.
El complejo incluye dos volúmenes construidos, uno de ellos dedicado a oficinas y el otro a almacenamiento logístico.