Aparece en un mapa del año 1566 o en el plano de Toledo que realizó El Greco a principios del siglo XVII. Se trata de una de las joyas del Casco Histórico de Toledo que fue destruida en la guerra y que a mediados de los años 70 se rehabilitó de nuevo. Hablamos de la Casa del Diamantista, un histórico inmueble que va a ser rehabilitado para convertirse en un edificio polivalente, con carácter tanto institucional como de espacio expositivo.
El proyecto, impulsado por la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) -propietaria desde mediados del siglo XX-, ya está redactado y las obras comenzarán, previsiblemente, a finales de 2023 o principios de 2024. Cuenta con un presupuesto de 2 millones de euros que permitirán hacerla completamente accesible y abrirla al público como centro de interpretación y un espacio abierto a la cultura y el arte.
El organismo regulador del río ya dio a conocer su intención de rehabilitarla hace meses, pero ha sido ahora cuando ha dado a conocer más detalles de la actuación en una comparecencia en Toledo de la mano de Gonzalo Abella, arquitecto del proyecto de rehabilitación de la Casa del Diamantista, tras las intervenciones de la alcaldesa, Milagros Tolón, y el presidente de la CHT, Antonio Yáñez.
La Casa del Diamantista está ubicada en el paseo del Barco de la ciudad, a orillas del Tajo. Perteneció al joyero José Navarro, uno de los orfebres más conocidos entre la nobleza a finales del siglo XIX, especializado en la talla y montaje de diamantes, autor de la corona que lució la Infanta Isabel el día de su coronación.
"Es una joya por su emplazamiento y por su historia. Está dentro del Casco Histórico pero en una situación muy particular. Se encuentra sumergida en un entorno natural y anexo a la casa hay una terraza idílica, con vistas al Cerro del Bú, aunque actualmente está llena de escombros de unos muros que se derrumbaron con la DANA, que se han consolidad y se van a reconstruir", explicó el arquitecto.
Lucernario de vidrio en el patio
Se van a desarrollar actuaciones de consolidación y rehabilitación del edificio, así como también van a hacer un proyecto arqueológico para la identificación y conservación de los valores históricos de la edificación, que cuenta con rincones y cuevas "bastantes singulares", así como con un patio toledano que van a cubrir con un lucernario de vidrio que simulará con formas triangulares la cara superior de un diamante.
A la casa se accede a través de un portón de madera que da paso a una sala intermedia con techos más bajos y oscuros y que, a su vez, da entrada al mencionado patio. Los techos de entrevigado son muy singulares, según han apuntado, con puertas y ventanas que se mantendrán de madera. Tras estudios estructurales y de materiales, la intención será "conservar todos aquellos sitios con interés histórico".
"No se trata solo de rehabilitar, planteamos un uso permanente de la casa. Aprovechamos el proyecto para hacer una distribución y partición de la planta baja, en la que trataremos de crear espacios grandes que correspondan al uso que se le quiere dar", señaló el arquitecto, que destacó la labor de Fernando Aranda, investigador vinculado al devenir histórico del río Tajo a su paso por Toledo y clave en el centro de interpretación que abrirá sus puertas en la Casa del Diamantista.
La planta de arriba contará con despachos institucionales y administrativos. Se recuperarán terrazas y miradores, se climatizará y la accesibilidad será también una apuesta con la instalación de un ascensor. Además, se plantea poner "un kiosko para poder dar cáterin en eventos de la CHT", apuntó Abella, que recalcó en las obras se reutilizarán materiales y elementos que se encuentren en el inmueble.
La Casa del Diamantista ha estado "ligada al río y asociada con la historia de la ciudad", señaló Tolón, que destacó que tras su rehabilitación será "un nuevo atractivo para La Cornisa". "Es una antigua reivindicación y un compromiso", agregó sobre esta actuación que va a llevar cabo la CHT.