La Real Academia de Toledo ha elaborado un informe que recomienda que el bolseo, recogida tradicional mediante la acumulación de bolsas de basura en distintos puntos del viario urbano del Casco Antiguo de la ciudad, debe ser compatible con la progresiva instalación de locales cerrados. En concreto, la Institución se refiere a espacios adecuados por el Ayuntamiento, procedentes de solares o permutas urbanas, que se abran a la hora de recogida de las bolsas y se vuelvan a cerrar tras el paso del camión de recogida. "Se trata de un sistema que puede convivir con el bolseo, aunque su implantación deberá ser paulatina para asegurar una buena distribución a medio y largo plazo".
Hasta que esto se produzca, la Real Academia recomienda someter el bolseo tradicional a una serie de condicionantes como un "estricto" cumplimiento de la ordenanza municipal de limpieza viaria y gestión de residuos urbanos. "Será necesario un especial seguimiento de los horarios establecidos para sacar las basuras por parte del vecindario, incluyendo acciones punitivas en caso de incumplimiento.
También recomienda localizar y señalar lugares comunes para el depósito de bolsas, con el fin de evitar la situación de "cada puerta, una bolsa". Estos puntos habrán de ser periódicamente limpiados. Y, por último, recomienda una recogida "diferenciada y real" de los residuos selectivos, estableciendo días concretos para cada día de residuo.
Los académicos señalan en el informe, por otra parte, que la recogida de basuras, "a pesar de ser un una vieja preocupación, periódicamente se convierte en un elemento de debate político y social". "No solamente no ha habido consenso en torno a este asunto", lamentan, sino que "para los partidos es un tema que ha servido de elemento de batalla, siempre el mismo, dependiendo de que se encuentren en el gobierno o en la oposición".
Este documento de la real Academia recoge los distintos sistemas existentes y sus limitaciones --bolseo, contenedores soterrados y en superficie, recogida móvil o recogida neumática--, y plantea la necesidad de compatibilizar, en la mayor medida posible, la comodidad y satisfacción de los habitantes y comerciantes, la salubridad del espacio, la economía del servicio y el mantenimiento estético de cara tanto a los vecinos como a los cientos de miles de visitantes anuales.