Castilla-La Mancha perderá 66.756 habitantes en los próximos 15 años, la quinta comunidad autónoma que más se desangra en población según las Proyecciones de Población 2020-2070 que ha publicado el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Eso supone algo más de un 3% en términos relativos si nos fijamos en su actual número de habitantes que se situaba a fecha 1 de enero de 2020 en 2.045.384.
Es una tendencia contraria a lo que ocurrirá en el conjunto del país. España ganaría casi un millón de habitantes en los 15 próximos años y más de tres millones hasta 2070 si se mantuvieran las tendencias demográficas actuales.
Mapa elaborado por Alba Camazón (eldiario.es)
Ciudad Real perderá el 10% de su población y crecen Toledo y Guadalajara
Y sin embargo esta no es una característica común a todas las provincias de la región, ya que tanto Guadalajara como Toledo ganarán población, quizá por el efecto de la vecina Comunidad de Madrid.
En la capital regional el número de habitantes en 15 años crecerá en un 1,2% hasta llegar a los 707.334 en 2035. En Guadalajara el crecimiento será todavía mayor (5,7%). El número de habitantes dentro de 15 años en esta provincia, una de las más despobladas de España, salvo en la zona del Corredor del Henares, será de 277.293.
En cambio, tanto Albacete (-5,9%), como Ciudad Real (-10,5%), que es la que más población perderá, y Cuenca (-7%) sufrirán una pérdida de habitantes en los próximos años.
La región tendría menos de dos millones de habitantes en 2035 (un total de 1.978.628) si se mantienen las tendencias demográficas actuales y el saldo vegetativo proyectado por cada 1.000 habitantes será negativo (-50) porque habrá más defunciones que nacimientos.
Castilla-La Mancha tampoco está entre las regiones capaces de atraer población exterior. De hecho, es la quinta peor en el flujo migratorio interautonómico (-10,4) y la salida hacia el extranjero será una de las constantes en los próximos 15 años.
Más de 4.000 personas dejarán la región en 2020 para irse al extranjero, según las proyecciones y en años posteriores el flujo de salida oscilará entre las 6.000 y 8.000 castellanomanchegos cada año hasta 2035. Su marcha se compensará con la llegada de extranjeros (6.406 en 2020) y hasta 14.000 en el año 2034.
Además, si en 2021 se estima que 31.335 castellanomanchegos se marcharán a otras regiones de España, esa tendencia continuará en la misma línea en los próximos 15 años.
Una población envejecida
En el año 2021 la edad media del conjunto de la población castellanomanchega será de 45 años y quince años después lo será de 47 años.
Otra cifra relevante que denota la existencia de una población envejecida es que el año que viene el 6% de la población regional tendrá 80 años o más. En 2035, ese porcentaje superará el 7%.
Las personas con 65 o más años supondrán casi un 27% del total de la población de Castilla-La Mancha en 2035, un porcentaje muy similar al que tendrá el conjunto de España ese año.
Otro de los indicadores de las proyecciones es el índice de envejecimiento que en Castilla-La Mancha será del 121% en 2021, es decir, se contabilizan 121 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16.
Esa cifra llegará a los 218 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16 en el año 2035.