La organización no gubernamental, Médicos del Mundo (MdM), nos abre las puertas de su sede en Toledo desde donde realizan proyectos de intervención que les han permitido conocer de cerca el perfil de las mujeres víctimas y de los clientes, además de dibujar el nuevo paradigma de la prostitución en nuestra provincia, en nuestra región y en nuestro país.
“Todas las mujeres en situación de prostitución son víctimas. El tema de la libre elección es una falacia”, afirma la vicepresidenta de MdM en Castilla-La Mancha quien asegura que la mayoría de estas mujeres son migrantes.
“Desde MdM analizamos la historia que las ha llevado a llegar a España y a estar en situación de prostitución”, nos explica Yailyn Alvarado, técnica de intervención.
Ambas coinciden en afirmar que cuando se habla de libertad o voluntariedad es porque no se conoce la realidad. “No nos pueden argumentar que hay mujeres ejerciendo en libertad porque sabemos que existen muchas presiones, entre las que hay que tener en cuenta la pobreza o la maternidad”, añade Alvarado.
Según la vicepresidenta de MdM, “aún viniendo de forma voluntaria nunca se imaginaban que la explotación iba a ser tan terrible”, añade. Las consecuencias de la explotación sexual son palpables tanto en las mujeres “en situación de prostitución” como en aquellas que han podido salir. “Los efectos sobre su salud física y psicológica son gravísimos y se sostienen a lo largo de toda su vida”, nos explica la técnica.
Tal y como menciona Alvarado, existen investigaciones que “determinan que las consecuencias de la prostitución sobre la salud de las mujeres son comparables a la tortura”.
Castilla-La Mancha concentra el 80% de los prostíbulos de España
Según el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, en nuestra región había 1.007 mujeres víctimas de trata con fines de explotación sexual en 2008. Además, nuestra comunidad es la quinta con mayor número de clubes con mujeres prostituidas de España, concentrando así el 80% de prostíbulos del país.
“Es increíble la permisividad y normalidad social que hay”, mantiene Ugarte. Médicos Del Mundo asegura que estos números solo reflejan “la punta del iceberg”.
Según la ONG, nuestra región es una de las pocas en las que “sigue habiendo clubes de carretera” debido a su particularidad rural. “Por Castilla-La Mancha pasan las principales arterias que conectan la Península. Existen numerosos clubes de carretera que se dan de alta como restaurantes pero hacen proxenetismo”, apunta Yailyn Alvarado.
“La prostitución como industria ha ido variando. En esta región siguen existiendo esos clubes pero la tendencia se ha ido modificando según las necesidades de quienes consumen”, continúa Alvarado.
Según la técnica de intervención, actualmente “para un prostituidor, que demanda sexo de pago, es más engorroso aparcar su coche en la carretera y prefiere que ese cuerpo de mujer esté más cerca”.
Desde Médicos Del Mundo no dudan en afirmar que en Castilla-La Mancha también han proliferado los pisos donde se realiza esta explotación sexual. “Los proxenetas se han adaptado para comodidad de quien demanda”, añade Alvarado.
Frente al discurso que argumenta que entre las personas prostituídas también hay hombres, cabe destacar que ellos solo representan al 8% de las víctimas.
Los hombres que consumen prostitución son “de todo tipo, de todos los niveles culturales y de todas las profesiones"
“Si la prostitución y la trata existen es porque los hombres la consumen por lo que hay que trabajar mucho con ellos”, nos explican desde MdM. A pesar de la claridad con la que se define cómo los clientes con los culpables el foco social sigue estando en las víctimas. “Se culpabiliza siempre a las mujeres. El problema es de las mujeres pero quien lo ocasiona son los hombres”, comenta la vicepresidenta regional de la ONG.
Según la organización internacional, lejos del estereotipo de putero tan inculcado en nuestra sociedad, actualmente los hombres que consumen prostitución son “de todo tipo, de todos los niveles culturales y de todas las profesiones. La única cosa que los une es que son hombres.”
Yailyn Alvarado no duda en afirmar que “a nivel práctico, como en todo negocio, existen sitios acondicionados para cada gama de hombres.” Así, los espacios en los que se perpetúa esta forma de explotación van “desde el típico club más modesto, más empobrecido; hasta lugares con más lujos para el que se puede permitir pagar cierta cantidad de dinero”.
“Las mujeres son objetos y se ofertan igual que cuando vas a comprar ropa”, agrega Alvarado. “Estamos ante una comercialización que supone una violencia de género” sustentada por todo un sistema educativo, social y cultural.
Las nuevas tecnologías, por medio de las aplicaciones móviles, así como la publicidad, las series televisivas o las canciones “materializan el consumo final” al incorporar un sexismo que convive y se consume por toda la población. Según la técnica de MdM, la única solución es apostar por la educación de los hombres.
“Vivimos en un modelo patriarcal” al que no le interesa abolir la prostitución
“Entendemos que la prostitución es una forma de violencia de género, una vulneración de derechos humanos y que la solución es el abolicionismo aunque es un proceso que depende de la educación de todos”, explica Yailin Alvarado.
Según Médicos del Mundo, los países abolicionistas han podido señalar la existencia de un tipo de consumidores “a los que no se les puede cambiar la manera de pensar.” Por ello, las políticas en esta línea han defendido la multa para ellos y la educación para los más jóvenes.
Alvarado explica cómo “por ejemplo, en Suecia, un país abolicionista, si le preguntas a un joven de 18 años si consumiría prostitución, se escandalizaría porque piensa que es una forma de esclavitud.”
El camino hacia la abolición de la prostitución conlleva “una estrategia en todos los niveles.” Desde el político, hasta el educativo, pasando por cambiar el modelo de sociedad en el que vivimos. “Nuestro modelo es patriarcal por lo que todo lo que tenga que ver con las mujeres no genera medidas claras”, nos explica Idoia Ugarte.
“Hay partidos que se mojan más y otros menos. Cuando hablamos de medidas políticas sobre la vulneración de los derechos de las mujeres, nos encontramos con que no está en el mismo plano que otro tipo de intereses políticos”, añade la vicepresidenta.
En el plano educativo, Alvarado es consciente de que “hay un perfil de hombre que no va a cambiar su manera de ver, pero las generaciones que vienen si. En ellas centramos nuestros programas de sensibilización ya que tienen que entender que la prostitución es una forma de violencia de género.”
Ambas profesionales aseguran que cualquier persona de nuestra sociedad “se plantea la regulación de la prostitución”, aunque no todas apuestan por la abolición porque desconocen la realidad.
“No es un reclamo social porque todavía no se tiene el conocimiento real o verdadero para posicionarse”. Y es que la educación o los medios de comunicación nutren a la ciudadanía de estereotipos que no reflejan la realidad con la que conviven las mujeres en situación de prostitución. Quizá, en el momento que lo hagan, la sociedad sea consciente de la envergadura de esta forma de violencia de género y reclamen su abolición a las instituciones.