Tres cuartas partes de la plantilla de la Administración General del Estado (AGE) en Castilla-La Mancha ha retomado el trabajo presencial. Se trata de un total de 4.504 personas de un total de 5.858 efectivos. Así, la modalidad no presencial es mantenida solo por el 23,2% del funcionariado de la región, un total de 1.105 personas.
Los datos del conjunto de la comunidad reflejan la dinámica por provincias. En Toledo, de los 1.707 funcionarios, 1.239 han vuelto a sus puestos de trabajo mientras que 350 continúan teletrabajando. En la provincia de Albacete hay un total de 1.561 efectivos de los que 1.310 trabajan en modalidad presencial, 217 teletrabajan.
En Ciudad Real, hay 1.223 efectivos de los que 948 trabajan en modalidad presencial, 236 lo hacen de forma online. En Cuenca hay 561 empleados en la Administración General del Estado de los que 134 teletrabajan y 404 lo hacen de forma presencial. En Guadalajara, la cifra de efectivos suma 806 de los que solo 168 teletrabajan.
Nueve funcionarios de Toledo, en aislamiento
Entre el personal de la AGE en Toledo un total de nueve personas se encuentran en cuarentena en sus domicilios con síntomas compatibles con la COVID-19. La provincia encabeza así estas cifras seguida de Ciudad Real con seis personas con síntomas; Albacete, con otras seis; Cuenca, con cinco; y finalmente Guadalajara, donde ninguna persona de la AGE se encuentra actualmente aislada.
La Administración General del Estado a nivel nacional
En España, a Administración General del Estado tiene en trabajo presencial al 65,01% de su plantilla (116.786 efectivos), mientras que 53.833 personas siguen en modalidad no presencial. Un total de 1.007 empleadas y empleados públicos (0,56%) se encuentra en cuarentena por síntomas compatibles con la COVID-19, debido a un diagnóstico por el virus o por encontrarse en periodo de aislamiento por haber tenido contacto con alguna persona afectada.
Los aislados son hoy una sexta parte de los que se encontraban en la misma situación a principios de abril, cuando la cifra se elevaba a 6.203; y una cuarta parte de los aislados a finales de abril, cuando eran 4.226, según ha dado a conocer la Delegación del Gobierno de España en la región.
Al comienzo del estado de alarma, el trabajo presencial en la AGE solo representaba un tercio del no presencial (26.453 frente a 73.788). La modalidad presencial fue aumentando progresivamente hasta equilibrarse al final del estado de alarma con la no presencial. En la nueva normalidad, el trabajo presencial vuelve a ser el prioritario.