Cientos de personas se unieron a la Marcha por Gaza organizada en Toledo, que confluyó alrededor del olivo plantado en 2014 con la presencia del embajador de Palestina Musa Amer Odeh. Cientos de personas que desafiaron el calor vestido de blanco pidiendo por la paz, el fin del "holocausto colectivo" en Palestina. Un llamamiento desde la ciudad de las tres culturas, simbólica del entendimiento, con el apoyo de decenas de colectivos sociales de la ciudad que se unieron para exigir el fin de la violencia.
Isabel de Paz, portavoz del movimiento Mujeres de Negro, en la ciudad, recordó que la ciudad ha sido testigo "histórico" de diálogo y entendimiento, de lo que es muestra el olivo alrededor del que se reunieron cientos de toledanos y toledanas. "Caminamos por la vida y la justicia", resaltó de Paz, a la vez que en Palestina "se queman diariamente los olivos, símbolo de arraigo, cultura y esperanza".
Pero, advirtió, el pueblo palestino responde con "firmeza" y no con odio. "Por cada olivo destruido plantan diez más". Es esta la respuesta a la que ha querido acompañar la Marcha por Gaza, un apoyo simbólico al pueblo palestino en el que se ha condenado también el "bloqueo que impide la entrada de más de 3.000 camiones cargados de alimentos, medicinas y suministros esenciales".
"No puede haber paz sin justicia", zanjaba la representante de Amnistía Internacional en Toledo, Rafaela Alonso, que ha condenado un "exterminio silenciado" y un "genocidio". "Este holocausto colectivo es inaceptable y constituye una grave violación del derecho internacional humanitario", explicó la activista.
En el acto final de la marcha, en la que se unieron personas de distintos puntos de la ciudad, Alonso ha resaltado que se está "asesinando" a la población de Gaza. "Se están produciendo graves lesiones contra la población de Gaza de forma generalizada y contra las instalaciones civiles, como escuelas, como hospitales, que el derecho internacional prohíbe expresamente que sean atacadas y que sistemáticamente el Estado de Israel ha ignorado los llamamientos", explicó.
La activista recordó igualmente que se está realizando un "bloqueo total" para "intentar usar la alimentación y la falta de comida, la falta de asistencia médica, la falta de hospitales, para que sea una forma más de acabar con el pueblo de Gaza".
"Imagina que estamos en casa y llega una familia entera nueva a ocupar el salón", describía un padre a sus hijas tras los actos, que incluyeron poesía y reivindicaciones artísticas por el fin de la violencia. "¿Cómo te sentirías si alguien entrase para ocupar nuestra casa?", le preguntaba.