La Guardia Civil de las localidades de El Toboso y de la Puebla de Amoradiel, en colaboración con el cuerpo de Agentes Medioambientales de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, han intervenido más de 300 conejos vivos capturados de manera ilegal mientras eran transportados por un cazador que los había metido en 26 jaulas dentro de su furgoneta, que circulaba por la localidad de El Toboso. "Su destino era la venta ilegal para la repoblación de un coto de caza", según explican fuentes de la Comandancia de Toledo.
La investigación de estas capturas ilegales de conejos comenzó el pasado mes de enero, gracias a la colaboración ciudadana. Una persona comunicó a la Guardia Civil que se estaban realizando actividades cinegéticas ilegales consistentes en la captura de conejos salvajes vivos. Como consecuencia, se procedió a realizar los controles operativos de seguridad ciudadana perceptivos por parte de la Guardia civil para localizar a los presuntos autores.
En uno de estos controles que de manera rutinaria se llevan a cabo, fue interceptado el vehículo en cuestión mientras circulaba por la carretera comarcal CM 3103 en dirección a la localidad de El Toboso.
Se trataba de una furgoneta conducida por un hombre sin autorización para el transporte de animales vivos ni para su captura. Tras las primeras indagaciones, se pudo desprender que recorría varias localidades de la provincia de Toledo con el objeto de comprar conejos de campo vivos a cazadores de la zona.
Presuntamente, el objetivo final de estos animales era ser vendidos a los titulares de los cotos de caza para su repoblación y posterior venta de derechos de caza. Ante este escenario, la Guardia Civil solicitó la colaboración de los Agentes Medioambientales de la Demarcación Territorial de Ocaña con el fin de que pudieran dar una correcta gestión a los animales capturados.