La granja La Pradera, un sueño de jubilación ejemplo de ecosostenibilidad: “Queríamos construir algo bueno para el mundo que habitamos”
Situada en el municipio toledano de Orgaz, cuenta con 900 gallinas, clientes y proveedores de proximidad y, muy pronto, fuentes de energía renovables: "Es nuestro granito de arena a este nuevo movimiento de ayudar a la naturaleza, no contaminar y frenar el cambio climático"
De ingenieros industriales a productores de huevos ecológicos. Así han cambiado sus vidas Jesús Manuel González y Consuelo Sánchez, dos venezolanos que han elegido el municipio toledano de Orgaz para hacer realidad su sueño de jubilación: la puesta en marcha de una granja de gallinas ecosostenible.
“Mi marido y yo teníamos en mente montar una granja de gallinas camperas, de suelo, en definitiva, que estuviesen libres, porque queríamos contribuir con nuestro granito de arena a este nuevo movimiento de ayudar a la naturaleza, no contaminar y frenar el cambio climático”, explica en una entrevista con Toledodiario.es, Sánchez.
“Queríamos construir algo bueno para la salud, pero también para la naturaleza y para el mundo que habitamos”, y en ello llevan trabajando desde 2019 con la apertura de la EcoGranja La Pradera, una finca de 900 gallinas que se ha convertido en todo un negocio familiar. “Decidimos hacer este proyecto en España y no en Venezuela porque allí no está extendido el mercado ecológico, la situación era cada vez más oscura y mis hijos hacía años que se habían venido a España”.
Según detalla Sánchez, sus hijas “llevan más la parte de desarrollo de negocio y sostenibilidad”, mientras que su hijo es el CEO de la empresa. “Además, su mujer lleva la página web, el tema de ventas online, la publicidad y las redes sociales”.
Todo un equipo cuya producción comienza en la granja, de mano de Sánchez y González. “Nosotros nos encargamos del cuidado de las gallinas. Mi marido y mi hijo hacen el reparto y yo soy la que hago la limpieza de los huevos, su cribado, pesado y empaquetado”, detalla.
EcoGranja La Pradera es una de las 10 empresas de toda España, seleccionadas entre más de 300 candidaturas, galardonada con los premios que conceden el BBVA y los hermanos Roca, propietarios del Celler Can Roca, a los mejores productores sostenibles del país.
Y es que, esta empresa toledana no solo produce huevos ecológicos, si no que persigue que esta producción sea 100% sostenible.
“Los productores ecológicos ya tenemos una parte de sostenibilidad porque respetamos el bienestar animal, el suelo y los ciclos naturales de vida, tanto del mundo vegetal como del animal, pero la sostenibilidad incluye más factores”, explica Julián González, CEO e hijo de los emprendedores venezolanos.
Reducir su huella de carbono o introducir energías renovables como fuente de energía en la granja, son algunas de las acciones que a corto plazo introducirá la ecogranja.
“El haber sido reconocidos por BBVA para nosotros significó una afirmación de que estamos haciéndolo bien, y no solo en la parte de la producción ecológica y el bienestar animal… nuestra misión como empresa es complementar todas las partes de la sostenibilidad para formar parte de la transformación hacia la sostenibilidad que está viviendo el mundo”, afirma el CEO.
Por ello, además de incorporar formas de trabajo más verdes, su estrategia empresarial incluye el asesoramiento, la creación de una red de productores ecosostenibles y un crecimiento controlado. “Nuestra visión a futuro es expandirnos pero en vez de montar una macrogranja de diez mil gallinas y llevar huevos hasta Galicia, queremos que esto sea una granja piloto y expandir la marca en diferentes comunidades”, creando así granjas La Pradera en otros municipios realizando una compra-venta de proximidad.
“Nuestro sueño sería que muchos productores ecológicos buscaran en nosotros el asesoramiento para volverse sostenibles y terminaran de cerrar el ciclo, ya que les falta un paso nada más para ser sostenibles”, afirma Julián González. “Invitamos a todos los productores ecológicos y no ecológicos a que se unan a la sostenibilidad porque creemos que es el camino del futuro”.
Nos vamos hasta Orgaz para conocer de cerca para conocer a estos granjeros y cómo funciona La Pradera, una granja en la que no se idealiza lo artesano aunque se opte por lo ecológico. “Hay un mito con el tema de la producción artesanal”, asegura el CEO. “Hay que retomar los métodos de producción artesanal pero para que sean rentables en el mercado moderno”.
“Está muy bien respetar el ciclo de vida de un árbol, cuidar el abono que se utiliza… pero esto no significa que tengas que recoger los huevos a mano, y que no puedas utilizar una furgoneta eléctrica”, subraya. Una filosofía que también comparte su madre. “Se pueden mecanizar los métodos artesanales, se trata de agilizar y rentabilizar la producción ya que artesanal no es que sea todo manual, sino que sea sano para tu cuerpo y que se respeten los ciclos de vida animales y vegetales”, explica.
Os definís como una granja ecosostenible, ¿en qué consiste? ¿Cómo puede ser una granja ecológica sostenible?
Los productores ecológicos ya tenemos una parte de sostenibilidad porque respetamos el bienestar animal, el suelo y los ciclos naturales de vida, tanto del mundo vegetal como del animal. Pero la sostenibilidad incluye más factores. Entre ellos, el cálculo de la huella de carbono, es decir, la medición de tus desechos.
En Ecogranja la Pradera hemos calculado nuestra huella de carbono porque creemos que, aunque tengamos pocos gases efecto invernadero, los tenemos. Calculamos la luz que gastamos, los kilómetros que hacemos en nuestro coche que aún no es eléctrico, los residuos que generamos… y los hemos compensado a través de Ecodes que con nuestro pago financia un proyecto de protección del Amazonas.
Esta es la primera parte de nuestro compromiso, pero lo que realmente queremos es reducir las emisiones de CO2. Está muy bien que mientras las emites las pagues pero tienes que comprometerte a reducirlas. Es aquí donde comienza la sostenibilidad de verdad.
En nuestra estrategia de sostenibilidad nos hemos propuesto ser netos en huella de carbono para 2025 incorporando paneles solares y una furgoneta eléctrica para repartir sin emitir gases de efecto invernadero.
Por otro lado, apostamos por la compra a nivel nacional, no importamos, intentamos comprar a productores de proximidad. Igualmente, nuestro producto también se vende en un radio de 200 kilómetros a la ronda, en un circuito de proximidad.
Con estos elementos ya empiezas a englobar el concepto de sostenibilidad. Estamos en esta fase, en el reto climático. Cada uno debería hacerse responsable de los gases efecto invernadero que produce, sean pocos o muchos. No solo los productores ecológicos, si no cualquier empresa.
Respecto a vuestro método de trabajo. Todo lo hacéis a mano, ¿cuánto tiempo os lleva? ¿Compensan los costes?
Nos gusta tener métodos de producción artesanal pero tampoco defendemos lo extra artesanal. Por ejemplo, recogemos los huevos a mano pero a través de una cinta.
Las empresas que manufacturan un gallinero han hecho estudios previos sobre el comportamiento de los animales para saber cual es la forma más cómoda de que coman, beban, entren, salgan… Todo está estudiado. Por ejemplo, nuestros nidales crean un ambiente acogedor para fomentar la puesta. Son unas casitas que están en el centro y a los lados tienen agua y comida. Las gallinas sienten que en el centro están más protegidas, resguardadas, tienen incluso unas cortinas. Todo esto las ayuda a poner.
¿Qué diferencia vuestros huevos de los no ecológicos?
Tanto el suelo como las gallinas tienen certificado ecológico, lo que conlleva una diferencia en el precio. El huevo ecológico no es más caro porque es más chic si no porque los costes de producción son mayores. El pienso que comen las gallinas también es ecológico, está hecho sin pesticidas para asegurar que el huevo tampoco los lleva. Las gallinas tradicionales comen pienso con pesticidas. La diferencia real es que estás comiendo un huevo que es bueno para tu salud.
Por otro lado, está el tema del bienestar animal, otra gran diferencia respecto al huevo tradicional. No le damos antibióticos a nuestras gallinas porque salen al campo, toman el sol, comen minerales, no están encerradas, no necesitan vitaminas… mientras que a las tradicionales se las trata con antibióticos y medicamentos, que también terminan alterando el huevo.
¿Cómo convencer a la gente de que compre este huevo ecológico ante la subida de los precios?
La principal razón debería ser la salud. Debería ser rentable pagar un poco más por los huevos ecológicos para no comer pesticidas.
La segunda razón es el tema de colaborar con la transición ecológica demandando más productos ecológicos para que su precio no sea tan caro. Si todos empezamos a consumir más ecológico, y la Unión Europea también nos está incitando para aumentar el consumo y la producción, eso hará que se regule un poco el precio y ya no serán tan caros los huevos ecológicos.
Actualmente solo un 8% de la siembra de toda España es ecológica, de ahí su precio. Hay que crear una demanda que regule los precios.
¿Quiénes son vuestros principales clientes actualmente?
Tenemos clientes en Toledo y Madrid, principalmente. El 90% de nuestras ventas es en estas dos provincias. Hasta ahora nos compran restaurantes y obradores que a su vez también son ecológicos. Realmente los que no lo son todavía no están en esta línea.
No apostamos por repartir huevos por toda España, no lo vemos ni viable ni sostenible. Para nuestro futuro queremos montar pequeñas Ecogranjas La Pradera en cada provincia y que desde ahí se distribuya.
¿Es rentable vuestra EcoGranja?
Estamos en la frontera, en el ‘break even’. Llevamos dos años esperando las subvenciones del Fondo de Desarrollo Rural para ampliar nuestra granja y ponerla a un nivel de rentabilidad. Nuestra idea es llegar a tener tres mil gallinas.
Vuestra empresa tiene tres años, ¿dónde os veis dentro de otros tres?
Haciendo la cooperativa que queremos, por la que trabajamos y la que soñamos. También esperamos que cada vez más gente entienda la importancia de la ecosostenibilidad, lo que significa para su salud, para la naturaleza y para el mundo que habitamos.
Queremos ser un pequeño ejemplo a seguir y que se unan más, de ahí nuestra línea empresarial ligada al asesoramiento y la creación de una red de productores ecológicos, artesanales y sostenibles. Queremos servir de ejemplo para ayudar a quien quiera sumarse y crear un negocio de este tipo.
Estamos empezando a trabajar en crear esa red de productores ecosostenibles, tanto en nuestra marca propia, como productores que busquen nuestro asesoramiento para montar su propia marca bajo los términos de la ecosostenibilidad. Nuestro sueño sería que muchos productores ecológicos buscaran en nosotros el asesoramiento para volverse sostenibles.
Ya tenemos algunos interesados en nuestro modelo. Invitamos a todos los productores ecológicos y no ecológicos a que se unan a la sostenibilidad porque creemos que es el camino del futuro.