“Teníamos razón”. Estas han sido las primeras palabras de Miguel Mateo Horcajuelo, nieto de Enrique tras llevarse a cabo la exhumación de los que, según la familia, son los restos de su abuelo en el cementerio de Talavera de la Reina, el pasado 14 de noviembre. Y es que la principal baza de la familia siempre ha sido el testimonio oral de una persona que visionó el fusilamiento de Enrique Horcajuelo por lo que siempre han mantenido saber “con certeza” el sitio exacto donde se encontraban los restos de su familiar, “en concreto al lado de la fosa común, pero apartado del resto”.
“A los trabajos de exhumación acudimos la familia al completo, mi madre Enriqueta, mi padre Blas, mis hermanos y yo, y Adolfo Pastor, de la Oficina de Desaparecidos de la Gavilla Verde que estuvo con nosotros. Además también vinieron Pablo Iglesias, José García Molina y gente de Podemos y de Izquierda Unida para hacer un homenaje a Enrique”, señala Miguel. Enrique Horcajuelo, natural de natural de San Bartolomé de las Abiertas (Toledo) fue un sindicalista fusilado en con 28 años, en 1942 durante la dictadura franquista.
El equipo forense ‘Paleolab’ ha sido el encargado de realizar la exhumación de los presuntamente restos de este talaverano fusilado en la dictadura, en el lugar referenciado por la familia. “Por el momento, se han localizado unos restos antropológicamente compatibles con Enrique. Ahora tenemos que hacer el estudio en el laboratorio y mandar muestras para intentar obtener resultados genéticos, y el ADN daría la identificación definitiva”, ha asegurado Eva Cruz Rico, uno de los técnicos de Paleolab encargada de codirigir los trabajos de la exhumación y en concreto encargada de la parte antropológica.
Sin embargo, la familia de Enrique Horcajuelo asegura que el resultado de las pruebas de ADN “no les preocupa” porque para ellos que los restos se encontrarán en el lugar exacto señalado por la familia ya es un triunfo. “Estamos a la espera de que nos entreguen los restos. Ahora mismo están en Madrid, les están haciendo las pruebas, pero a la familia no nos preocupa el resultado porque trascurrido tanto tiempo, encontrar el ADN en los huesos de una persona es muy complicado y muchas veces se hacen las pruebas y son negativas”, asegura Miguel, nieto de Enrique. “Mi madre está encantada, muy feliz y con una paz interior importante”.
El objetivo ahora de la familia es poder dar un entierro “digno” a Enrique Horcajuelo y darle sepultura en el cementerio de Burjassot (Valencia), “ el gran deseo de su hija”, donde además reside y en el que está enterrada su mujer.
Un trabajo de cuatro días
El equipo forense ‘Paleolab’, encargado de llevar a cabo los trabajos de exhumación, asegura que una de las cosas que más les sorprendió fue la profundidad de la fosa. “Afortunadamente el Ayuntamiento nos autorizó poder utilizar una excavadora porque la cata inicial fue básicamente tierra removida porque es una zona que tiene el río a 200 metros y las aguas se filtras por abajo", asegura Eva Cruz Rico.