La Escuela Toledana de Igualdad y Down Toledo han celebrado un taller para la prevención de conductas machistas en el marco de la celebración del 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
La concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Toledo, Ana Belén Abellán, ha asistido a la clausura de esta iniciativa, que se ha desarrollado bajo el nombre de 'Taller para la prevención de las violencias machistas y el fomento del buen trato: No me cuentes cuentos'.
La propuesta ha ido dirigida a personas con discapacidad intelectual y se ha desarrollado durante los días 21, 28 y 29 de noviembre en la Casa de la Cultura del barrio del Polígono, según ha informado el Ayuntamiento toledano en nota de prensa.
En total, han participado 13 jóvenes usuarios de Down Toledo que durante los tres días de celebración del taller han tenido ocasión de asistir a explicaciones en torno a los mitos del amor romántico, la importancia de la autoestima y el autocuidado emocional.
Además, entre las enseñanzas recibidas también han incluido indicaciones sobre las relaciones adecuadas y la identificación de violencias y han abordado el decálogo del buen trato.
Según ha mantenido la edil, la importancia de llevar a cabo este taller radica en que "las mujeres con discapacidad experimentan múltiples situaciones de desigualdad por el hecho de ser mujeres, pero también por su situación de discapacidad".
La prevalencia de la violencia de género en cualquiera de sus formas es más elevada entre las mujeres con discapacidad acreditada igual o superior al 33 por ciento que en las mujeres sin discapacidad.
Además, Abellán ha incidido en que las mujeres con discapacidad que están sufriendo una situación de violencia "se enfrentan a una serie de barreras, además de las que pueden compartir con el resto de las mujeres".
Por un lado, ha mantenido, a una autoestima mermada y deteriorada, falta de información y dificultad para acceder a los recursos formales frente a la violencia de género, la poca credibilidad que tienen cuando deciden desvelar su situación, la perpetuación del amor romántico con el miedo a perder a su agresor que además es de quien depende, en muchos casos y, por último, la imposibilidad de defenderse físicamente del agresor.