"Abandonados, arruinados y sin ningún mantenimiento". Así se encuentran los tres elementos de Castilla-La Mancha que acaban de ser incluidos en la Lista Roja que elabora la asociación Hispania Nostra y que recoge más de 1.100 monumentos españoles que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores.
Se trata de el puente colgado de Azuqueca de Henares (Guadalajara), las Fábricas de Luz de las Lagunas de Ruidera (Ciudad Real) y la ermita de San Isidro de La Guardia (Toledo).
La construcción del templo toledano puede situarse a finales del siglo XV o principios del XVI. Tras ser destruida la ermita de Pera, la imagen de la Virgen fue llevada al templo del Sepulcro, momentáneamente, hasta su traslado definitivo a la iglesia parroquial de La Guardia.
A mediados del siglo XIX Pascual Madoz recoge la existencia de la ermita del Sepulcro y la cartografía coetánea su ubicación, la cual coincide con las ruinas del edificio conocido actualmente como ermita de San Isidro. Por tanto, en el siglo XX se retiró la advocación del templo al Santo Niño para otorgársela al patrón de los agricultores.
La ermita se encuentra emplazada a las afueras de la localidad de La Guardia, a un kilómetro y medio de la villa, en el paraje llamado Pera. El edificio religioso consta de una sola nave, realizada en mampostería y cantería, con cubierta de madera a dos aguas, aunque no se conserva más que los restos de la estructura de madera.
La entrada principal es adintelada con un pequeño tímpano mal conservado. La parte de la cabecera se encuentra totalmente en ruinas, abierta al exterior a falta del muro, que no se conserva. No goza de ningún tipo de protección legal y se encuentra en un estado de ruina avanzada.