La primera cooperativa mixta integral de Toledo, La Divergente, quiere reinventarse tras dar por concluida una etapa de alrededor de dos años y medio. Durante este tiempo, los bajos del Mercado de Abastos de Toledo han sido escenario de la creación e impulso de un punto de encuentro para promover la cultura y multitud de iniciativas de carácter social.
A principios del pasado mes de mayo, con motivo del inicio de las obras de rehabilitación del Mercado, a través de un proyecto financiado con fondos europeos, cerraron sus puertas sin fecha de vuelta. Tras el paréntesis obligado por esta actuación, La Divergente no volverá a este edifico municipal del Casco Histórico y busca otro espacio para relanzar su proyecto.
El barrio antiguo está en sus preferencias, pero resulta "complicado encontrar locales de tamaño mínimo" y, además, "los precios se disparan". "Queremos mostrar lo que aúna el perfil cultural. Ofrecer esa variedad en una ciudad muy enfocada al turismo", explica Gema Condado, vicepresidenta de La Divergente.
"Hemos llenado un espacio en la ciudad en los más de dos años que hemos estado. Ha hecho mella en Toledo", apunta al hacer un repaso sobre la actividad que han tenido en este este sótano de la plaza Mayor, en el que se han hecho conciertos, espectáculos teatrales o se ha bailado swing, entre otras muchas.
Con su puesta en marcha, recuperaron un local con el que apostaron por recuperar la vida de barrio y generar un espacio público de encuentro vecinal en el Casco Histórico, en el que "no parar de hacer cosas, de promover la cultura, la ecología, lo social" o la conciliación entre residentes y visitantes, apuntaban en su primer aniversario, el 23 de enero del pasado año.
El local en el que ha crecido esta iniciativa fue un antiguo restaurante que cerró durante la pandemia y que también han gestionado como un establecimiento de hostelería que ha acogido multitud de encuentros y actuaciones, junto a otros espacios con exposiciones artísticas, talleres o librería.
Un espacio ecológico, social y cultural
"Es un espacio necesario no solo por las propuestas que hacemos nosotros sino por dar un espacio físico a asociaciones y entidades, creando una relación comunitaria, tal y como recogen los estatutos de la cooperativa", destaca la representantes de La Divergente, que también impulsó iniciativas culturales para revitalizar el comercio y la artesanía en el Mercado y en el entorno de la plaza Mayor.
"La obra -del Mercado- se anunció con poco tiempo de reacción, justo antes del verano. Ahora estamos buscando un espacio que se acomode a nuestras propuestas", señala sobre el futuro de La Divergente, que no ha tenido una propuesta para continuar en este edificio municipal que tendrá un nuevo gestor para el supermercado y los comercios que alberga.
La "semilla" que supuso el nacimiento de la Cooperativa, recuerda Condado, fue el cierre de Libro Taberna El Internacional". "Más de la mitad de los cooperativistas éramos la clientela habitual", bromea sobre este espacio que, como La Divergente, también ha sido "referente para muchas bandas de música".
Así, ahora apuesta por poder encontrar "un sitio sostenible" en el que seguir manteniendo la actividad cultural y social que han desplegado. "Tenemos ese abrazo de la gente. Recibimos muchas llamadas y comunicaciones sobre qué va a pasar", señalan.