La sexualidad, el porno o el sexo, son temas tabú en muchos hogares, familias, grupos de amigos e, incluso, parejas. Sin embargo, son realidades cuya normalización puede mejorar las relaciones sexuales, el placer íntimo e, incluso, reducir las agresiones sexuales y la violencia de género.
“Se nos ha impedido hablar de ellos aunque la educación sexual y afectiva ayuda a conocerse mejor y a compartir sin tener la frustración, la ira o la violencia que se da en las parejas en torno a la falta de intimidad o los celos”, nos explica Laura (más conocida como Pitu) Aparicio, educadora social y formadora que estará este sábado, 26 de febrero, en Matadero Lab con su taller ‘Sexualidad y género’, dirigido a jóvenes.
Aparicio, con cerca de 18 mil seguidores en Instagram, es una de las activistas feministas más reconocidas actualmente al abordar temas censurados como el sexo, la masturbación o el placer, desde la igualdad de género. “Si nunca hablan sobre ello, ¿cómo van a saber que lo que hacen es perpetuar violencias?”.
Sus talleres, que “no tienen nada que ver con una charla”, ponen el foco en “una de las cosas de las que más ganas tiene la chavalería de hablar: sexualidad, género y orientación sexual”.
“Es algo muy diferente de lo que se ha visto hasta ahora”, añade. Y es que, el objetivo de la educadora es “romper el hielo” para que los jóvenes se sientan como “si estuvieran hablando con una amiga, desde la naturalidad absoluta y visibilizando un tema tan natural como el de la sexualidad pero del que se habla tan poco”.
Aparicio logra este ambiente utilizando la metodología de los cuidados. “Está basada en el diálogo, la retórica, el lenguaje no verbal, el ser cercano… la formadora habla sin tecnicismos, con un lenguaje coloquial que la chavalería utiliza”.
“Además los materiales que utilizo están expuestos desde el primer momento que entran en la sala y los pueden tocar”, añade para explicar que sus talleres “siempre son mixtos porque no solo existen chicos y chicas, hay otros géneros, y ya que las personas no binarias o de género fluido quedarían fuera”.
¿Por qué asistir a un taller de Pitu?
“Lo primero porque va a ser un rato muy divertido en el que vamos a hablar de todas las cosas que jamás nos contaron”, afirma la formadora quien anima a los toledanos y toledanas a unirse a su taller en Matadero Lab. “Vamos a hablar de sexualidad, orientaciones, autoestima, relaciones, de cómo ligar y cómo ligamos ahora mismo, porque igual estamos cometiendo fallos; de menstruación, de lo que pasa en nuestros cuerpos; y del por qué no nos han contado todos estos temas”.
Si tienes entre 14 y 20 años, y te apetece disfrutar de la sexualidad desde la igualdad, la intimidad o el respeto, este puede ser tu taller. “La chavalería que viene sabe mucho sobre orientación y género; tiene acceso a redes sociales, que no siempre usan de forma adecuada; y tienen muchas ganas de hablar de porno, virginidad, relaciones no monógamas y orientaciones”.
“Son temas sobre los que no nos han dejado hablar con naturalidad”, recuerda la activista. A pesar de estos tabúes, en sus formaciones “nunca hay juicio, hay dinamismo para hablar de lo que se siente”. Tal y como detalla la formadora, durante la sesión hay una primera ronda de presentaciones en la que los participantes comparten “como les gusta que les llamen, sus pronombres y como vienen hoy, y no vale decir bien o mal, hay que profundizar y decir estoy cansada, entusiasmada o tengo ganas de conocerme más, que es una forma es darte un cuidado para dentro y para fuera”.
“Si hubiéramos aprendido a relacionarnos desde el buen trato no tendríamos los problemas de hoy en día”
Tras siete años como educadora y formadora social, los últimos cuatro como autónoma, Aparicio señala el ciberbullying como la violencia más preocupante que ejercen los jóvenes. “Sobre todo a raíz de la pandemia”, puntualiza. “Hay generaciones que llevan dos años relacionándose a través de las pantallas en un momento clave de su proceso de socialización”.
“La falta de referentes, límites o intimidad en los espacio de casa, en una etapa de desarrollo tan importante, les ha marcado mucho”, tal y como puede comprobar durante sus talleres. “Por otro lado, tienen muchas ganas de progresar, madurar, aprender y tienen una relación muy estrecha con los feminismos, sobre todo las chicas”.
En este contexto, Aparicio alerta sobre la necesidad de “atender el ciberbullying e invertir en educación a edades mucho más tempranas”.
Según la activista, entre la población más joven “sigue faltando un espacio, como pueden ser los talleres de educación sexual, donde poder hablar sobre todo lo que han visto en redes sociales y el porno con una persona adulta formada que les pueda guiar y explicar que en el porno se ve una cosa que no se debe reproducir”.
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“Es preocupante que estos talleres, tanto míos como de otras compañeras, solo sean de cara al 8M o el 25N cuando deberían ser obligatorios”, añade. “No se en otras comunidades, pero ni en el Ayuntamiento de Madrid ni en la Comunidad de Madrid, se está invirtiendo en educación emocional, afectiva o sexual y eso está repercutiendo muchísimo en la salud mental de la adolescencia”.
“Me preocupa mucho más la violencia psicológica que la física”
Tras su experiencia laboral con jóvenes de toda España, Aparicio afirma que “afortunadamente las generaciones van avanzando mucho”, sobre todo respecto a las orientaciones sexuales. “Hacen un cuidado del colectivo LGTBIQ+ que en nuestra generación no se daba”.
Además se muestra optimista respecto a la violencia de género. “De cara al 8M o el 25N, que es cuando las entidades invierten dinero en formaciones como esta, en mis talleres de buentrato utilizo una especie de conversación de whatsapp real, en la que hablan un novio y una novia, salen bastantes violencias y las analizamos”.
Es después del taller, cuando muchos participantes se ponen en contacto con ella para compartir su aprendizaje. “Muchos me escriben diciéndome ‘Joder Pitu, no sabía que decirle esto a mi piba le podía afectar, era violento, tu taller me ha servido para darme cuenta de que no debo decir esas cosas’”. Es en este ámbito donde Aparicio identifica uno de los mayores problemas entre los hombres: “les hace falta reconocer que algunas actitudes que tienen son violentas por eso estas formaciones son muy positivas... Ese día quizá no se den cuenta, pero al mes o los dos meses, me vienen diciendo que no van a espiarle el móvil a su novia, que han conseguido entenderlo y ese es el objetivo”.
La formadora espera que gracias a estos contactos guiados con la sexualidad, el género o el porno, los más jóvenes no terminen ejerciendo alguna violencia machista. “A veces me preocupa mucho más la violencia psicológica que la física porque es más difícil curarla y más duradera en el tiempo”.
Donosti, Valencia, Bilbao o Granada son algunas de las siguientes paradas de Pitu Aparicio quien, tras cuatro años desde su primer taller en Toledo, vuelve a la capital regional y, de momento, no tiene ninguna otra cita cerrada en Castilla-La Mancha. “Si me llaman estoy encantadísima de venir”, añade con el humor y la cercanía que la caracterizan tanto a nivel personal como profesional.
Para participar en su formación de Toledo es necesario inscripción previa aunque anima a que cualquier persona, institución o “chavalería” se ponga en contacto con ella directamente a través de sus redes sociales para organizar una de sus quedadas sobre sexualidad y género.
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