
Parte de uno de los acueductos del trasvase Tajo-Segura a su paso por Carrascosa del Campo (Cuenca) / Foto: De Midir - Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=4004872
La Cátedra del Tajo UCLM-Soliss ha propuesto una nuevas reglas de explotación del trasvase que permitan estabilizar las cesiones de agua y minimizar las situaciones de excepcionalidad hidrológica.
El objetivo es permitir la recuperación de niveles de los principales embalses de la cuenca del Tajo, ya que en la actualidad no recuperan niveles durante los años húmedos porque las fases de abundancia se utilizan para aumentar los envíos en lugar de para recuperar reservas, advierte el colectivo investigador.
Así lo ha trasladado el investigador de la Cátedra del Tajo UCLM-Soliss, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos y doctor en Hidrología en el marco de la conferencia, Antonio de Lucas, durante una conferencia sobre las Reglas de Explotación en el marco del ciclo de conferencias Investigando el Tajo, organizadas por la Cátedra del Tajo en colaboración con la Real Fundación de Toledo.

"Como consecuencia, cada periodo seco comienza con niveles insuficientes, lo que genera una situación de excepcionalidad casi permanente y una falta de estabilidad en los trasvases", ha señalado Antonio de Lucas.
Las actuales reglas, modificadas en 2021, partían de un diagnóstico correcto, pero el articulado aprobado no dotaba de los medios necesarios para alcanzar los objetivos marcados. Así, apunta que la excepcionalidad hidrológica se ha mantenido, la estabilidad no ha mejorado y la capacidad reguladora de los embalses ha sido desaprovechada.
Aunque el marco legal -incluido el nuevo Plan Hidrológico del Tajo y su régimen de caudales ecológicos- obliga a revisar las Reglas de Explotación, la necesidad del cambio responde también a la lógica del funcionamiento del propio sistema.
"No es posible garantizar un régimen estable de trasvases si la cabecera del Tajo no puede ejercer su función reguladora", señala la Cátedra del Tajo.
En resumen, las conclusiones a las que llega la Cátedra del Tajo UCLM-Soliss, son que las reglas de explotación son "un instrumento técnico y deben analizarse como tal, y que las reglas actuales no cumplen su función esencial: reducir la excepcionalidad hidrológica y proporcionar estabilidad interanual".
Recuperar niveles de los embalses en los años húmedos
Asimismo, concluyen que es posible diseñar reglas eficaces sin modificar la legislación, permitiendo que los embalses recuperen niveles en los años húmedos. Apuntan que el volumen trasvasado debe ser la consecuencia de una buena gestión, no una cifra fijada previamente, y que la hidrología es el límite operativo real del sistema, e ignorarla genera inestabilidad y perjuicios tanto en la cuenca cedente como en la receptora.
Para De Lucas, entrar el debate en la gestión de la cabecera del Tajo es esencial para evitar diagnósticos distorsionados y garantizar un funcionamiento más estable, realista y sostenible de todo el sistema del Trasvase Tajo-Segura.
En este sentido, la Cátedra propone mantener los embalses siempre en niveles suficientemente altos para respetar su amplia capacidad de regulación, lo que permite garantizar todos los usos del Tajo en años secos.
Así, plantea que con un volumen de agua acumulada entre 1-300 y 2.000 hectómetros cúbicos, el trasvase sea de 60 hectómetros al mes; entre los 1.300 y los 750, de 10 hectómetros al mes; de 400 a 750 de acumulado, 8,6 hectómetros al mes, y que no se realicen trasvases si el nivel desciende por debajo de los 400 hectómetros cúbicos de acumulado.
Esta propuesta, realizada con la colaboración de la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha, ha sido comunicada a la Dirección General del Agua del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico para que sea considerada en el proceso de revisión de las actuales reglas.









