La Cátedra del Tajo UCLM-Soliss participaba en la reunión convocada por el Ayuntamiento de Batres para poner solución a los problemas ambientales y sociales que sufre el río Guadarrama desde el puente de la M-501, en la Comunidad de Madrid, hasta la confluencia con el río Tajo en la provincia de Toledo.
Desde la Cátedra se aplaude esta iniciativa y se anima a todas las administraciones competentes a una colaboración conjunta que permita que el río Guadarrama pueda aprovecharse de todos los medios puestos por cada una de ellas con el fin de lograr su recuperación.
A la reunión, celebrada en el castillo de Batres y convocada a iniciativa de Víctor López, alcalde de la localidad, asistieron representantes de los Ayuntamientos de Móstoles, Arroyomolinos, Villaviciosa de Odón, El Álamo y Carranque, así como la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) y la Subdelegación del Gobierno. La Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, invitada a participar por sus competencias en materia urbanística y ambiental, no asistió.
Tanto los consistorios como la CHT y la Subdelegación del Gobierno, expusieron los "problemas generados por las ocupaciones de las riberas por viviendas y construcciones, ocasionando problemas de vertidos y acumulación de basuras, así como el uso indebido del suelo en un espacio protegido".
Por su parte, la Cátedra del Tajo UCLM-Soliss explicó "varios problemas adicionales de carácter estructural que sufre el río Guadarrama y que es necesario que sean abordados desde todas las administraciones competentes".
Entre ellos, la calidad de las aguas que no cumplen "con los objetivos marcados por la legislación". "Desde el municipio de Las Rozas, la concentración de nutrientes supera los límites marcados para alcanzar el buen estado", aseguran.
Según ha podido comprobar la Cátedra la situación va agravándose a medida que el río desciende su curso y recibe los vertidos de las localidades que encuentra a su paso. Así, las concentraciones medias de nutrientes (nitratos, amonio y fosfatos) a la altura de Batres son más altas que las encontradas en el río Jarama en Aranjuez. "Son también llamativas las altas concentraciones de fosfatos que se han encontrado en todo el recorrido del río".
El principal punto de contaminación del río Guadarrama se encuentra en la confluencia con el arroyo de El Soto, curso de agua donde vierte la estación depuradora de Móstoles. "Aquí el promedio de concentración de contaminantes es tres veces más alto en nitratos, casi dos veces más en fosfatos y treinta veces más en amonio que el promedio del río Guadarrama en la localidad de Collado-Villalba, en la cabecera del río... Se han medido picos de más de 80 veces de amonio que el marcado para alcanzar el buen estado de sus aguas", aseguran.
"Teniendo en cuenta que el principal origen de estas altas concentraciones de contaminantes son las aguas residuales de origen urbano, sería necesario ahondar en medidas que aumentaran la capacidad de depuración, así como poner control a distintos puntos de vertidos ilegales", detallan desde la Cátedra.
La institución también alerta sobre la ausencia de dinámica fluvial. "Se trata de un río con un régimen de caudales alterados en el que no se reproducen las variaciones de caudal, ni las crecidas habituales en invierno-primavera", afirman. "El río lleva durante todo el año casi el mismo caudal, muy próximo al mínimo".
Por ello, sería necesario establecer, con rigor, un régimen de caudales ecológicos con todos sus componentes en las masas de agua de la cuenca del río Guadarrama que, además, ayudaría "a evitar o reducir los asentamientos ilegales en el dominio público hidráulico".
Observancia de las normas de los espacios naturales protegidos
En un tercer lugar, teniendo en cuenta que la mayor parte del río se encuentra afectado por varias figuras de conservación (Parque Regional y Zona Red Natura 2000), desde la Cátedra del Tajo UCLM-Soliss se considera necesario observar las disposiciones legales y directrices que se marcan desde las normativas europeas, nacionales y autonómicas para alcanzar los objetivos de conservación para las masas de aguas, sus hábitats fluviales y sus especies ligadas al medio acuático.