La ciudad de Toledo cuenta con alrededor de 10.000 perros censados. Entre las obligaciones de sus propietarios, según recoge la Ley de Bienestar Animal, se encuentra "evitar que los animales depositen los excrementos y orina en zonas de paso habitual de otras personas, como fachadas, puertas o entradas en establecimientos" y a "retirarlos o limpiar con productos biodegradables". Sin embargo, tal y como se puede comprobar en numerosas calles o espacios públicos, no todas las personas que tienen mascota cumplen esta responsabilidad.
Cuenta de ello dan los vecinos y vecinas de Santa Bárbara, un barrio toledano en el que hay numerosas mascotas que, ante la falta de una adecuada área canina -sí hay una descuidada y de reducidas dimensiones detrás del pabellón polideportivo-, realizan sus necesidades en distintos paseos y o zonas verdes como las que hay en la ronda del Arroyo. En esta vía que cuenta con varias zonas infantiles es habitual, tal y como denuncian distintos residentes, encontrar excrementos caninos sin recoger.
El hartazgo de la vecindad con esta situación ha desembocado en una acción reivindicativa que pretende visibilizar la irresponsabilidad de algunos propietarios de mascotas. En una zona terriza de habitual paseo perruno han situado pequeños carteles junto a excrementos sin recoger en los que se pueden leer frases como 'La caca es del perro, la cagada de quien no la recoge' -'Vecinos en acción por un barrio limpio'- o '¡Caca de perro sin recoger! ¡Dueño de mierda!'. Otro vecina del barrio -Dafne Ramos Garcia- ha compartido el vídeo que encabeza esta información en redes sociales y que muestra la curiosa iniciativa puesta en marcha.
Sin sanciones este año en Toledo
Las administraciones públicas, además de las campañas informativas que puedan llevar a cabo para animar a una correcta recogida y limpieza de excrementos y orines de los animales de compañía, también establecen sanciones contra los propietarios que no lo hacen así. En el caso de Toledo, este tipo de sanciones han ido en disminución y no superan la decena cada año. En el año 2022 se dio inicio a 5 procedimientos sancionadores y en lo que va de este 2023 no se ha recibido ninguna denuncia al respecto, según la información que transmiten fuentes municipales a este medio.
El hecho de que se hayan interpuesto pocas sanciones no quiere decir que no haya gente que incumpla con el deber de recoger los excrementos de sus perros, pues se trata de una infracción difícil de detectar. No en vano, según ha trasladado la Policía Local de la capital regional en años anteriores, sí se realizan campañas concretas para atajar este problema, que no implica un elevado número de denuncias por parte de los toledanos. La cuantía de la multa en la ciudad por este incumplimiento asciende a 602 euros.
Esta situación no es ajena a lo que ocurre en el resto de ciudades del país. Un estudio del proyecto 'Pipper on Tour' revela que "en 2019, las capitales españolas solo impusieron una media de dos multas al mes por abandono de excrementos de perro en la calle, pese a que los ciudadanos suspenden a sus ayuntamientos en limpieza de cacas".