José Julián Garde anunciará si quiere o no presentarse a la reelección como rector en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) tras el paréntesis vacacional. “En dos semanas no más. Tengo que pensarlo. También con la familia”, explica, aunque da una pista: “Ganas tengo”.
Acaba de terminar el curso académico y casi por completo también una legislatura que inició hace ya casi cuatro años y con algunos imprevistos como una pandemia o un ciberataque al sistema informático del que todavía la universidad no se ha recuperado al cien por cien.
La convocatoria electoral al Rectorado no se producirá, previsiblemente, hasta el mes de octubre, así que cree que hay margen para iniciar el nuevo curso y pensar ya en la próxima etapa de la institución académica.
Le entrevistamos al término de la reunión del último Consejo de Dirección a la que se incorporaba el presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Pablo Bellido, como invitado. Una reunión centrada en el compromiso, aprobado en Consejo de Ministros, de dotar al sistema universitario español de 3.400 plazas de ayudante-doctor, como primera medida para implementar la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU).
A día de hoy el Gobierno de España todavía no ha trasladado el convenio a las comunidades autónomas y el rector de la UCLM lo considera “urgente” y “necesario”.
Recta final de este mandato en el Rectorado con elecciones a finales de diciembre. ¿Qué queda por hacer? Usted planteó 298 medidas y 10 retos principales…
Hay una cuestión importante que nos queda y es la nueva Relación de Puestos de Trabajo (RPT) para el Personal Técnico, de Gestión y de Administración y Servicios (PTGAS). Intentaremos avanzar lo más posible. Y si se puede, terminarla, que es el objetivo.
Además, aunque los datos son muy buenos, estamos pendientes de las matrículas. No nos podemos descuidar. El objetivo de captar a cuantos más estudiantes mejor y cada curso es distinto.
Hace cuatro años dijo que en el centro estarían los estudiantes. ¿Cree que ha cumplido?
Totalmente. Hemos hecho casi todo lo que queríamos hacer. En primer lugar, incrementar la oferta educativa para que no tengan que irse a otra comunidad autónoma, con lo que supone de desembolso para las familias. Tenemos cuatro grados exitosos: Psicología, Física, Matemáticas e Ingeniería Biomédica.
Se ha incrementado la oferta de masters oficiales y duplicado el dinero dedicado a las situaciones sobrevenidas, para evitar que nadie se quede sin estudiar por motivos económicos. En las becas de colaboración que tenemos hemos cotizado por ellos a la Seguridad Social.
Hemos duplicado también el presupuesto y plantilla del servicio de asesoramiento psicológico y hemos ofrecido actividades al margen de la vida académica relacionadas con deporte y cultura. Además, hemos reconocido a los mejores expedientes de la EvAU, en las Olimpiadas Universitarias y hemos premiado, en este caso, a la estudiante que ha destacado en la vida académica y en otros valores.
¿La UCLM está infrafinanciada?
A raíz de los convenios que firmamos entre 2021 y 2022 está en un nivel muy aceptable. El mayor elemento de financiación es el contrato-programa a cinco años, hasta 2026. Una parte está supeditada al cumplimiento de objetivos por parte de la universidad, lo cual demuestra nuestro compromiso.
El montante total inicial eran 1.000 millones de euros que se han visto incrementados gracias a diversas cláusulas.
¿Qué quiere decir aceptable?
Da para cubrir sobradamente nuestras misiones, pero dicho eso es verdad que todas las universidades hemos tenido momentos difíciles sobre todo vinculados al incremento del precio de la energía eléctrica. Estábamos pagando de media 350.000 euros de media al mes. Con la crisis vinculada a la guerra en Ucrania pasamos a pagar 950.000 euros mensuales.
Sorprendentemente, debemos ser de las pocas instituciones que no vimos rebajado el IVA de la luz. Siempre fue al 21%.
El objetivo por ley es llegar a una financiación del 1% del PIB en 2030 que es ya mismo. Eso supone inyectar la sistema universitario español 3.440 millones de euros más. Eso es necesario, no porque lo ponga la ley, sino porque nos permitiría desarrollar nuestras actividades como lo hacen en el resto de Europa.
Si fuésemos a la media de la OCDE en 2030 estaríamos hablando de un incremento de más de 4.000 millones de euros.
¿Es optimista en ese sentido?
La financiación estructural la recibimos de las comunidades autónomas. Espero que se llegue a ese 1% del PIB en 2030 o mejor antes. El Gobierno de España aportará 900 millones para las plazas de ayudante-doctor que prevé la LOSU, pero es cierto que vivimos en un momento de inestabilidad. Hay incertidumbre en el panorama nacional por muchos motivos. No sé lo que va a pasar.
¿La creación de cátedras con participación de empresas privadas está suponiendo un respiro económico?
No. Las cátedras tal y como las vemos en la UCLM son herramientas de mecenazgo. Tanto aulas como cátedras que se financian para una actividad concreta. Son fondos afectados, no sirven para incrementar el presupuesto estructural de la universidad. Es un extra que financian instituciones públicas o privadas. Es verdad que el número de cátedras en estos tres años y medio se han incrementado en un 280% y las aulas, otra figura de mecenazgo menor, en un 100%. Eso demuestra que hemos incrementado nuestra relevancia en el territorio.
Si sigue como rector, ¿pedirá más financiación al presidente de Castilla-La Mancha?
Creo que es una obligación bien entendida de cualquier persona que dirija la institución de la que depende el futuro de la región. El dinero se pide a la comunidad autónoma, sale de los impuestos de las personas, pero no se pide para la universidad sino para financiar el elemento clave que tiene esta región para tener un futuro prometedor.
Hace unos días se dio luz verde al anteproyecto de Ley del Consejo Social de la Universidad de Castilla-La Mancha. ¿Le gusta el planteamiento?
Sí, me gusta. Es una ley que está acorde a la LOSU y que respeta el principio básico: no interfiere en la autonomía universitaria. Es un buen proyecto que supongo que se aprobará sin problemas.
¿Cuál debe ser el papel del Consejo Social de la universidad?
Es el punto de nexo entre universidad y sociedad y tiene una misión clara: aprobar el presupuesto de la universidad y la dación de cuentas. Puede hacer mucho más.
La que no llegará hasta el curso 2025-26, según anunció el presidente regional, es la Ley de Universidades. ¿Usted que le pide a esta norma?
Le pedimos tres cosas: que hasta donde pueda regule todo lo que no regula la LOSU, que desarrolle la carrera docente, porque no está regulada para el Personal Docente Investigador (PDI) y ya se está haciendo en algunas comunidades autónomas.
Después es interesante que incluya un compromiso regional de financiación. Que sea una garantía y que haya que respetarla por ley.
Además, hay que desarrollar la carrera laboral del personal técnico de administración y servicios (PAS). Estamos dispuestos a contribuir de forma extensa. Todavía no se ha empezado. El primer elemento legislativo ha sido el proyecto de Ley del Consejo Social.
Tiene mucha tarea para la siguiente legislatura como rector, entonces…
(Risas)
El Gobierno regional ha puesto sobre la mesa, junto al PP, un nuevo Estatuto de Autonomía. ¿Qué plantea la UCLM?
Hemos hablado con el Gobierno regional y claramente la universidad tiene que estar reflejada y protegida. Hemos intercambiado opiniones. Ahora en la nueva fase estoy convencido de que volveremos a hablar, también con los grupos parlamentarios. Hay una relación fluida.
Tiene que estar recogido que la universidad es un elemento importante de la comunidad autónoma, aunque a veces se considere más simbólico que material.
¿Es posible una Selectividad única como planteó el PP en España?
Lo veo difícil, pero es verdad que desde la Sectorial de Estudiantes de la Conferencia de Rectores (CRUE) se está trabajando en un documento, no para una Selectividad única, pero sí para que tenga la mayor uniformidad posible. No solo en la prueba de la EvAU, que es importante, sino en todos los procesos de admisión y acceso a la universidad. Por ejemplo, en cuanto a plazos de prescripción y matrícula.
¿Hay mucho ruido político por este tema?
No sé si es mucho o poco. Lo que sí le digo es que se lleva trabajando ya un tiempo para que se haga teniendo en cuenta lo que opinan la mayoría de las universidades. Y que además sirva para quitar ese ruido. A estudiantes y a las familias les genera desasosiego.
Vamos para tres décadas con el Plan Bolonia, ¿ha sido positivo para la UCLM?
Creo que lo ha sido para todo el sistema universitario español, pero es otro ejemplo clarísimo de que nació, desde el punto de vista académico, como algo muy estudiado, pero sin financiación o al menos no la suficiente. Todo cambio la necesita.
Dice uno de los catedráticos de la UCLM, Juan José Rubio, que tras la aplicación del Plan Bolonia se ha producido una proliferación de títulos, a veces incluso siguiendo modas efímeras, que no se corresponden con la demanda laboral real y que no se puede seguir así. ¿Usted cómo lo ve?
Probablemente ha habido un incremento de nuevos grados universitarios, pero al final el sistema se ordena. En contra de lo que se piensa, ni sobran universidades, ni sobran universitarios. No hay nada más que comparar con los países del entorno.
Es verdad que en los últimos años ha habido un gran crecimiento de universidades privadas, pero no sobran ni universidades ni universitarios.
Sobre las universidades privadas, muchas voces hablan de su desmedido desembarco. ¿Es posible la convivencia con las públicas sin dañar el sistema académico por exceso de oferta?
Es un tema recurrente y mi opinión es clara y breve: todo el mundo puede convivir siempre que a todos se nos pida lo mismo. Si no el sistema será asimétrico. Las privadas tienen que tener los mismos requisitos por ley y no hay que darle más vueltas.
Es más, si lo pensamos fríamente, mientras se mantenga la premisa de la igualdad de exigencias no creo que las privadas nos quiten nada a las públicas. ¿Dónde quiere estudiar Medicina el 95%?: en las públicas. Otra cosa es que a alguien no le dé la nota.
El Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (MICIU), también el presidente de Castilla-La Mancha, han dicho que quiere endurecer los criterios para la creación de nuevas universidades…
Estoy de acuerdo, pero endurecer es simplemente pedir los mismos requisitos. Pongo un ejemplo. No puede ser que las públicas dediquemos un 10% del presupuesto al programa propio de investigación y que no se exija lo mismo a las privadas.
La oferta de enseñanzas propias para el curso 2024-2025, que asciende a un total de 3.436 plazas repartidas en 141 títulos. La natalidad desciende, usted ya ha reconocido que habrá menos universitarios. ¿Hay que replantear el modelo y la oferta?
Es una pregunta muy compleja. La natalidad empezó a descender en 2008 y de manera muy brusca. Eso quiere decir que en el curso que viene o en el siguiente habrá menos estudiantes que accedan a la universidad.
Debemos adelantarnos a la situación y pensar en alternativas. Nos da miedo a las universidades de hablar de otros estudios que no sean los estrictamente universitarios. Me refiero a la formación permanente. Eso cada vez va a ir a más. Con cursos cortos que mejoren su empleabilidad o su promoción.
Nos da miedo porque esos estudiantes normalmente no contabilizan en la financiación de los contratos-programa de las comunidades autónomas. Hay que ser valientes, dar el paso y apostar por ello.
Otra alternativa está en dedicar parte de nuestros esfuerzos a las microcredenciales que son actividades formativas de corta duración, máximo 15 créditos ECTS y mínimo dos. El objetivo sería después certificar las competencias profesionales.
Debemos mirar cada vez más hacia Latinoamérica como fuente natural de nuestros grados y apostar más, lo estamos haciendo, por la formación dual: que una parte de nuestros títulos tenga la formación en las empresas. Lo hacemos con los masters y hay que hacerlo con los grados.
Con datos de 2022-2023, hemos tenido una cobertura del 96% de los grados. Se quedan vacantes cuatro de cada cien plazas. En el curso 2015-2016 era de un 80% y se ofertaban más plazas.
Apuesta por grados compartidos con otras universidades europeas. ¿Cómo?
Tenemos ya algo en estado muy embrionario, junto a otra universidad pública. Pero además formamos parte de una Alianza Europea, así que hemos pensado también en compartirlos con los miembros de esa alianza o con parte de ellos.
La UCLM acaba de aprobar la nueva normativa para seleccionar y contratar profesorado. ¿Por qué?
Toda la normativa está vinculada a la adaptación a la LOSU. Nos queda por aprobar el acceso docente a los cuerpos de funcionarios.
En España se habla mucho de la falta de médicos, pero menos de la falta de profesorado universitario que los forme y el problema existe. La Conferencia Nacional de Decanas y Decanos de Facultades de Medicina Españolas (CNDFME) calcula que falta un 60,5% de estos docentes. ¿También en Castilla-La Mancha?
Nosotros no tenemos ese problema de momento, pero es verdad que no es fácil adaptarse a las figuras de funcionario a la vez que desarrollan su labor asistencial y docente en facultades de Medicina o Enfermería.
Hemos planteado generar alguna figura nueva. Tenemos asociados clínicos y los funcionarios con plaza vinculada al Sistema de Salud, titulares o catedráticos. Hemos hablado de un profesor o profesora contratada laboral con criterios de acreditación por parte de ANECA inferiores para que se incremente el número de personas que puedan dar clase.
Pero al final no hemos avanzado. De momento.
¿Qué espera del nuevo programa de investigación e innovación de la Unión Europea que tiene que sustituir a Horizon Europe?
Esperamos más financiación, que se mantenga (se llame como se llame) el pilar de Ciencia Excelente y que se reduzca la carga burocrática.
En el nuevo programa marco habrá una connotación distinta. Se estudia si separar o no lo la investigación de tecnologías que puedan ser utilizadas en el ámbito militar.
Hasta ahora no se había planteado y hay varias formas de enfocarlo. Lo ideal es separar el presupuesto destinado a tecnologías que puedan ser utilizadas en Defensa, del destinado a tecnologías de uso civil. A algunos países hasta ahora no les había preocupado mucho la inversión en Defensa y ahora sí.
Investigadores, ONG, estudiantes… Durante todo el curso académico se ha pedido a la universidad española que suspenda relaciones con centros israelíes no comprometidos con la paz. A usted también se lo han pedido. ¿Cuál es su planteamiento?
Hicimos nuestro el comunicado de CRUE, de la que formo parte. Respetamos todas las opiniones y poco más puedo decir. Hemos revisado nuestra situación y no tenemos nada para rescindir, por el tipo de universidad que somos.
¿Los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia le han sido útiles a la UCLM?
Pues no lo sé. No lo sé… Hay fondos que no están diseñados para algunas acciones. Nadie lo pensó. Tenemos a veces la tendencia en nuestro país de sustituir unos fondos por otros. Hay convocatorias del Plan Estatal de Investigación que en estos años se han financiado con el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MMR). Ha habido un efecto de sustitución.
Puedo entenderlo, pero no que eso suponga una gestión mucho más difícil. Y está pasando. Las unidades de investigación de las universidades están saturadas porque esos fondos tienen una forma de justificación muy distinta.
No queremos evitar el control, pero no es normal que tengas que hacer el mismo número de procedimientos y papeleo para comprar un bote de fructosa que para hacer un kilómetro de AVE. Espero que no haya repercusiones negativas y que no haya que devolver fondos.
Hay un nuevo complemento económico para el profesorado universitario que cobrará por trasladar avances científicos a la sociedad. Es todavía un borrador de Real Decreto, pero dice que si se cobra este no se cobrará el de investigación. ¿Qué piensa?
En esas condiciones no es ningún incentivo. Estamos preparando alegaciones desde la CRUE. Si has de elegir periodos de seis años que dedicas a investigación o a transferencia, pero no se pueden solapar, pues no lo es.
Hay un ejemplo que el borrador de este Real Decreto no contempla y que es el Sexenio de Investigación. Es antiguo y eso sí que fue un incentivo. Nos llevó a ser el noveno país en producción científica del mundo.
¿Para qué ha servido el Erasmus Rural en la práctica?
El programa UCLM Rural y el campus rural del Gobierno de España ha servido para llevar a los estudiantes a municipios de menos de 5.000 habitantes, para trasladar novedad y juventud. Está sirviendo para revitalizar ayuntamientos, empresas y cooperativas.
También para que comprueben durante tres meses que pueden trabajar allí. Hay resultados satisfactorios. No tengo los datos exactos, pero hay personas que han encontrado empleo.
La figura de la delegada del rector para políticas de igualdad en la Universidad de Castilla-La Mancha fue una iniciativa suya. ¿En qué se ha traducido?
La idea es que tuviera capacidad trasversal de influencia en todo el órgano de gobierno de la universidad. Gracias a su figura, al Plan de Igualdad y al protocolo contra el acoso hemos avanzado muchísimo. Todo es mejorable, pero creo que fue un acierto con esa visión transversal.
El acoso en el ámbito universitario existe (14 solicitudes para activar el protocolo frente al acoso, tres de ellas relacionadas con el acoso sexual, en 2023), pero se habla poco del tema. ¿Le ocupa y le preocupa?
Me preocupa muchísimo. Habría que depurar esos datos. No sé si realmente ha habido 14 casos. Algunos se cerraron de forma ordenada. Somos una comunidad de más de 35.000 personas. Me preocupa cada vez más.
Tenemos que incidir en la formación. A veces la persona que se siente acosada no lo denuncia, quizá no porque no quiera sino por desconocimiento.
Se han cumplido 25 años de la Facultad de Deporte de la UCLM. Ya que estamos en año olímpico. ¿Plantea nuevos retos para este ámbito académico?
Pusimos en marcha el Plan de Conciliación Deportiva en el que han participado 45 alumnos en dos convocatorias. De inmediato se va a convocar la tercera y hemos incrementado las ayudas a nuestros deportistas. Este año organizamos los campeonatos universitarios de España en 14 modalidades, con 22 medallas, las mismas que obtuvo España en las olimpiadas del 92.
La participación de nuestros estudiantes ha sido histórica, con más de 215. De otras universidades compitieron más de 3.500.
Además, los días 7 y 8 de noviembre se celebrarán en Cuenca las Jornadas Nacionales de Deporte Universitario, impulsadas por la comisión sectorial de asuntos estudiantiles de la CRUE, en las que se dará cita el personal de deporte universitario de toda España, así como docentes en investigadores en materia deportiva universitaria.
Creo que ahora mismo tenemos el equipo universitario de balonmano femenino mejor de Europa y aspiramos a ser la universidad pública referente nacional en deporte universitario.
Además, la Universidad de Castilla-La Mancha ha sido designada por el COE para albergar una mesa redonda durante el curso 24/25 que contará con deportistas olímpicos, representantes del COE y de la propia universidad, para contribuir a la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), concretamente el objetivo cinco de igualdad de género.
Tenemos alguna que otra medida que implementaremos o no en el futuro.
¿Dependerá de si se vuelve a presentar al Rectorado?
Sí, dependerá.
Serían seis años de mandato. ¿Por qué se lo está pensando tanto?
A ver… Ganas tengo. Tendré que decirlo pronto. Parece que me hago de rogar y no es eso. Necesito poner dos semanas por medio, no más, y tomar una decisión. La tengo que tomar yo. Junto a mi familia. No puedo guiarme por las inercias de lo que pienso que piensa la gente.
Lo diré antes dentro de fuera. No he comunicado nada porque no tengo la decisión tomada.