
Joaquín Romera en la presentación de los proyectos de promoción turística de la Diputación este año en FITUR / Imagen: Diputación
En septiembre de 2023, el vicepresidente tercero de la Diputación de Toledo, Joaquín Romera, fue hospitalizado tras sufrir un ictus. Tras su proceso de recuperación, el 1 de marzo de 2024 registró su solicitud para valorar su grado de discapacidad. Más de un año después, todavía espera este certificado que determine su grado de discapacidad motriz por la parálisis motora que le dejó como secuela el accidente cerebrovascular que sufrió.
En una publicación en sus redes sociales el pasado viernes, Romera señala ese día -el 15- llamó al Centro Base de Toledo, dependiente de la Consejería de Bienestar Social, para conocer en qué situación se encuentra su proceso de valoración de discapacidad. "Me dicen muy amablemente que están ahora resolviendo lo registrado en agosto de 2023", señala.
"Somos muchos los que esperamos esto y es una pena que el sistema no funcione y que la gestión vaya mal, muy mal. Hay cientos de toledanos que a buen seguro que están peor que yo, y deben estar desesperados por esta demora", agrega Romera en su publicación, con la que quiere denunciar "el colapso que hay en este Centro Base de Discapacidad de Toledo".
En este sentido, lamenta que más de un año de espera después de su solicitud aún no ha recibido "ninguna comunicación ni aclaración". "Así está el asunto y el tener la valoración del grado de discapacidad en un breve tiempo, ayuda tanto al paciente como al entorno familiar a tener una vida mucho más fácil en diferentes aspectos".
"Solo me queda sonreír y decirles que, pese a las trabas y los retrasos, somos los manchegos más luchadores por nuestros problemas que aquellos que los tienen que gestionar", concluye en su publicación.
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