El entrenamiento físico tiene "un efecto muy fuerte en la reducción de la presión arterial" en personas con síndrome metabólico, funcionando en sinergia con la medicación. Es una de las principales conclusiones del Programa de Entrenamiento para la Investigación en Personas con Síndrome Metabólico que inicia este curso su onceava edición, para la que están buscando nuevos participantes.
En concreto, el programa busca candidatos de menos de 70 años con colesterol, hipertensión, diabetes tipo II, sobrepeso u obesidad y que utilicen medicación para su tratamiento. El entrenamiento consiste en hacer ejercicio en bicicleta estática tres días por semana durante cuatro meses.
Se trata de una actividad deportiva gratuita, coordinada por el Laboratorio de Fisiología del Ejercicio, de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), en la que se realiza a los participantes una valoración -al inicio y al final del programa- de su composición corporal, una prueba de esfuerzo, su capacidad aeróbica máxima, una analítica completa y su fuerza muscular.
"Es un programa de ejercicio enfocado en mejorar la salud de personas o pacientes que tengan enfermedad de síndrome metabólico. En diez años hemos evaluado a unas 200 personas a través de un entrenamiento supervisado y de pruebas de valoración completa que son muy importantes para su control", explica a este medio, Félix Morales, investigador posdoctoral en la mencionada facultad del campus de Toledo.
Ayuda a reducir el uso de fármacos y de tener accidentes cardiovasculares
Estas primeras semanas de curso están llevando a cabo la valoración inicial de los candidatos que participan en esta iniciativa saludable que ha permitido investigar los beneficios que supone para su salud el ejercicio físico.
"Hemos comprobado que este programa ayuda a reducir el uso de fármacos y el riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares", subraya Morales, que indica que lo más que trabajo les está costando es conseguir nuevos candidatos, pues quienes ya se han adherido al programa otros años continúan participando en el mismo.
"A quienes terminan un programa, les gusta y se adhieren por lo que en años consecutivos cuesta menos encontrar participantes", destaca el investigador, que precisa que la media de edad de las personas que participan es de 57 años, y que un 60% son hombres y un 40% mujeres.
Las tres sesiones semanales -lunes, miércoles y viernes- cuentan con un entrenamiento supervisado y ofrecen distintos horarios de mañana y de tarde -de 8.00 a 9.00 horas, de 16.00 a 17.00 y de 17.00 a 18.00 horas-.
Durante el desarrollo del programa, recomiendan a los participantes continuar con el mismo estilo de vida que llevan con tal de poder conocer de manera más en detalle el efecto que tiene únicamente el ejercicio físico que realizan. "Les evaluamos mediante cuestionarios y seguimientos de actividad física y también les proporcionamos una pulsera de monitorización para controlar sus pasos o las horas que duermen", indica Morales.
Así, después de más de diez años desarrollando este programa, sus investigadores ven cómo "clarísimamente, la gente que realiza un solo programa mejora su capacidad cardiorrespiratoria". "Ayuda a controlar la hipertensión y también se reduce el perímetro de la cintura", agrega.
Los participantes están satisfechos y contentos de adquirir este hábito deportivo en sus vidas. Así lo traslada a este medio César García, una de las personas que lleva varias temporadas adherido al programa y que este año continúa también mejorando su salud en las sesiones de bicicleta estática.