Entre los objetivos que se marca el Ayuntamiento de Toledo con la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en el Casco Histórico, que previsiblemente entrará en vigor a final de año, está la de reducir la particular temperatura que se registra en el barrio y que llega a ser incluso 2ºC superior a otras zonas de la ciudad.
Así, además de la preservación del patrimonio histórico y monumental, se busca mitigar la "pequeña isla de calor" identificada en esta área, según trasladó el concejal de Movilidad, Iñaki Jiménez, en la comparecencia en la que ofreció detalles sobre la implantación de la ZBE, en la que apuntó que "Toledo no presenta problemas de contaminación significativos".
Esa 'isla de calor' que se produce en el Casco Histórico se debe en parte a la falta de arbolado en muchas zonas del barrio, pero según el edil también influyen "los muros y la concentración de calles estrechas sin ventilación natural". No obstante, también entre en esta ecuación la alta concentración de vehículos que se da en el barrio: 185.134 circulan por el barrio semanalmente.
"En el Casco Histórico, en general, hay dos o tres grados más que en el resto de la ciudad", agrega, y así lo corroboran los datos. Entre marzo y junio de este año se han monitorizado las temperaturas registradas por las cuatro estaciones de calidad del aire distribuidas en diferentes barrios de la ciudad y de la estación meteorológica situada en el IGN.
La diferencia más notable en la temperatura media se dio entre el Polígono residencial y el Casco Histórico: 1,7ºC más en el barrio antiguo, que alcanzó los 19,7 mientras que el primero registró 18ºC. Sin embargo, si nos fijamos en las mínimas, la diferencia llega a superar los 3ºC, pues en Santa Bárbara llegaron a registrarse 2ºC mientras que en el Casco se quedó en 5,1ºC.

Temperaturas registradas en las estaciones medidoras de calidad del aire de Toledo / Imagen: Ayuntamiento
¿Qué es el efecto isla de calor?
"La isla de calor urbana es el fenómeno por el cual se produce un aumento de las temperaturas en el centro de las ciudades respecto a la periferia. Este efecto es debido a la acumulación de radiación solar en forma de calor en los materiales presentes en las distintas superficies que conforman el espacio urbano y al calor provocado por la actividad humana", se explica el proyecto recién aprobado de la ZBE.
En el documento, se añade que "este calor acumulado no es disipado debido en parte a la barrera que forman las partículas que se encuentran en suspensión en el aire, así como a la ausencia de ventilación en el interior de la trama urbana, lo que resulta en una elevación de temperaturas en los centros urbanos".
Por ello, se considera que "la implantación de ZBE ofrece una gran oportunidad para favorecer la capacidad de adaptación urbana a los impactos del cambio climático, a través de intervenciones en el espacio físico liberado del uso circulatorio que ayuden a combatir el efecto de isla de calor".
Más de 25.000 vehículos circulan cada día por el Casco Histórico, más del 35% sin etiqueta o etiqueta B
Reducir la cantidad de vehículos que circulan cada día por el barrio, sobre todo los más contaminantes, se antoja como un requisito imprescindible para poder reducir ese efecto isla de calor y, a su vez, la contaminación acústica que también se produce en muchas vías aunque sin superar los niveles establecidos en la ordenanza reguladora.
Para poder delimitar y establecer medidas, primero se han tomado datos que muestran la realidad del tráfico en el Casco Histórico. El estudio de la movilidad vehicular durante el año 2025 muestra que el padrón de vehículos de Toledo consta de 62.190 vehículos a fecha de 30 de abril de 2025.
Desde enero de 2025 los accesos al Casco Histórico cuentan con un sistema automático de aforo de vehículos, lo que ha permitido detectar que, de media, circulan por el Casco Histórico un total de 26.448 vehículos, 185.314 a la semana. De ellos, el 51,93% son vehículos circulantes no empadronados en Toledo.
Según los registros de tráfico en el Casco Histórico, cada semana entran 94.364 vehículos. El lugar con más tráfico es la Puerta de Bisagra con 46.197 entradas, seguido de Recaredo con 26.478 y Docecantos con 20.629.
En cuanto a las vías salidas del Casco Histórico, la cifra se sitúa en 90.770 vehículos. 28.873 se producen por Cabestreros, 21.008 por Cervantes, 20.873 por Bisagra y 20.016 por Recaredo (por la Puerta del Cambrón).
Además, la presencia de vehículos circulantes semanal más contaminantes (sin etiqueta o etiqueta B) muy elevada, próximo a 65.000 (64.931), superior al 35% del total, correspondiendo a vehículos no empadronados en Toledo próximo a 30.000 (44,62% - 28.973).
Fraude en empadronamientos y vehículos
El objetivo a nivel europeo, agrega, es que "muchas ciudades ya que los vehículos se quedan fuera de ciudad". En este punto, alude también a luchar contra el fraude en empadronamientos y vehículos puesto que existe "una preocupación significativa, especialmente en el Casco Histórico, donde se han detectado casos de "más vehículos que unidad familiar".
En el análisis realizado, destaca también la desproporción en las ratios de vehículos empadronados en el Casco Histórico por habitante frente a otros barrios: 0,941 en el Casco Histórico frente a 0,617 en Santa Bárbara y 0,664 en el Polígono.
Por ello, se va a realizar un control exhaustivo de los empadronamientos, cruzando datos para identificar vehículos que no pertenecen a la unidad familiar empadronada en el Casco Histórico.
En este sentido, recuerda que los vecinos empadronados antes de la entrada en vigor de la ZBE no tendrán la restricción hasta 2030, siempre que cumplan los requisitos. Sin embargo, los que se empadronen o compren una vivienda después de la entrada en vigor deberán cumplir la normativa inmediatamente.
Nueva licitación del transporte público
Además de la implantación de la ZBE, el Ayuntamiento apunta que estudia otras medidas para reducir la presencia de vehículos en el Casco como es la mejora del transporte público, que el año que viene tendrá una nueva licitación que incluirá "lanzaderas al Casco Histórico" o "intercambiadores nuevos".
En este sentido, Iñaki Jiménez, apunta que siguen luchando por poder construir un aparcamiento en la Vega, que serviría como "válvula de escape" para vehículos que quieran acceder al Casco Histórico, con conexiones de lanzadera en Bisagra.