El socialista Jesús Pérez Martín es, desde las últimas elecciones, el alcalde de Los Yébenes, una localidad toledana que, a pesar de tener seis mil habitantes, despunta en la provincia por tradiciones como sus carnavales, su Museo de Ciencias Naturales o, desde este año, por su yacimiento de Montón de Trigo, “una colección de poblados de la Edad de Bronce espectacular”.
“Desde el inicio de la pandemia, la salud de nuestros vecinos y vecinas ha sido la protagonista de nuestras preocupaciones”, reconoce Pérez en una entrevista con este diario. Hablamos con el edil para conocer cómo ha sido, personal y profesionalmente, gestionar una pandemia global desde lo local. “Otras generaciones han pasado por guerras civiles o mundiales, o por otras epidemias, y a nosotros nos está tocando vivir el momento histórico de una pandemia”.
Pérez confiesa la dureza de los primeros meses del confinamiento. “No fue sencillo enfrentarse a diario a situaciones extremas. Aquí en Los Yébenes nos conocemos todos y lógicamente te afecta mucho en lo personal. Pero el no poder desfallecer, el tener que continuar tomando decisiones, hizo que actuásemos de forma rápida y taxativa. Desde el Ayuntamiento tenía que estar al frente de todo lo que se pudiese hacer por cuidar de la salud de los vecinos de mi pueblo”.
Tras más de un año desde aquellos peores momentos de la crisis sanitaria, el alcalde de Los Yébenes comparte su positividad respecto a la vuelta a la normalidad y nos invita a disfrutar de la Navidad y de toda la programación cultural organizada para estas fechas.
Durante los próximos dos años antes de las próximas Elecciones, Pérez avanza la construcción de una nueva depuradora municipal y la creación de un lugar de encuentro de hasta 16 mil metros cuadrados, “para pasear y acoger nuestras fiestas” en los próximos años.
¿Cómo ha sido ser alcalde en una pandemia mundial?
Ha sido una situación complicada, sobre todo al inicio todo era desconocido y teníamos que tomar decisiones continuamente. Desde el Ayuntamiento de Los Yébenes, actuamos dirigiéndonos a la población durante el confinamiento a través de las redes sociales ya que llegamos a la conclusión de que teníamos que lanzar mensajes claros de lo que pensábamos. En ese sentido creo que los mensajes cumplieron su objetivo y lideramos bastante bien la pandemia.
En nuestro pueblo la gente se comportó muy bien y eso nos ha llevado a que, ya mirando las cifras y haciendo balance de este año y medio, la situación haya sido muy estable en comparación con otros municipios y ciudades. Me siento orgulloso de que la gente de mi pueblo se haya comportado muy bien. Antes de la vacuna no conocíamos otro medio que no fuese el confinamiento y el reducir al máximo el contacto con otras personas, y aquí esto se ha llevado hasta el extremo prácticamente.
Ha sido y es una situación histórica porque desafortunadamente todavía no ha terminado.
La pandemia ha ocupado prácticamente la mitad de la legislatura… ¿Marcará los dos años que quedan antes de las próximas Elecciones?
La pandemia ha sido la protagonista de nuestras preocupaciones. Cada paso que hemos dado lo hemos hecho pendientes del coronavirus. Igual que otras generaciones han pasado por guerras civiles o mundiales, o por otras epidemias a lo largo de los siglos, a nosotros nos está tocando vivir el momento histórico de una pandemia.
Desde el primer momento, mi máxima ha sido la de garantizar la salud de mis vecinos.
Y actualmente, y aunque la pandemia no ha cesado y sigue siendo objeto de nuestras preocupaciones a nivel de salud, está derivando hacia un periodo de dificultades también económicas como la falta de materias primas que resulta inquietante.
¿Ha habido mucha diferencia en la gestión de la pandemia en los pueblos pequeños con respecto a las ciudades?
Desde el punto de vista sanitario no es lo mismo vivir en un pueblo como puede ser Los Yébenes, donde la naturaleza está pegada a las casas y la gente vive en viviendas de más de 100 metros, que estar metido en una ciudad en un piso de 50 metros. La diferencia de la calidad de vida en este sentido es abismal.
En un pueblo como Los Yébenes no se necesita coger el transporte público para ir al trabajo y en las grandes ciudades es indispensable. En ese sentido ha habido muchas diferencias a la hora de gestionar.
¿Cómo ha sido para usted la cercanía con la tragedia, con los problemas de sus vecinos y vecinas?
El mayor problema que tuvimos aquí fue en la residencia de ancianos. Llevábamos un mes de confinamiento y varios vecinos que vivían ahí fallecieron de la noche a la mañana, sin saber qué estaba pasando. En lo personal a mí me afectó mucho por el aprecio que les tenía, porque conocía a todos los residentes, y por el duelo vital de sus familias de no poder despedirse ni verles. Lamentablemente hay historias personales durísimas que nos afectaron en lo más profundo.
Pero seguimos trabajando e hicimos todo lo que estuvo en nuestra mano. Por ejemplo, en los primeros momentos en los que no había ninguna mascarilla ni ninguna protección, la solidaridad de nuestras vecinas y vecinos fue clave para fabricar mascarillas caseras y pantallas de protección con impresoras 3D. Además, en lo personal, recurrí a contactos de cuando trabajaba en la empresa privada y amigos de Singapur consiguieron que tuviéramos mascarillas quirúrgicas en Los Yébenes.
Por un lado estaba lo personal, lo que te afecta, lo que te duele, porque en Los Yébenes nos conocemos todos y eso te va afectando un día tras otro. Pero por otro lado está el no poder desfallecer, porque en ese sentido yo tenía claro que tenía que estar al frente de todo lo que se pudiese hacer por cuidar de la salud de los vecinos de mi pueblo.
¿Se nos ha olvidado ese dolor tras el éxito de la vacuna?
Creo que los vecinos tienen la ilusión de ir recuperando nuestra vida. Ya lo dije durante la pandemia: somos latinos y tenemos una forma de vivir y que nos la quiten es muy duro. Todo mi trabajo está encaminado a recuperar nuestra forma de vivir que a mí personalmente me gusta y creo que a todos nos gusta relacionarnos, salir, hablar, abrazarnos… perder eso es perder una parte muy importante de nuestra identidad. Por ello, voy a luchar con todas mis fuerzas para recuperarla, siempre desde la prudencia y salvaguardando la salud de mi pueblo.
Por ejemplo, con muchas precauciones ya programamos una semana cultural en sustitución de las Ferias y Fiestas en 2020. Y este año, nuestras Ferias y Fiestas 2021 se han aproximado bastante a lo que solían ser. El comportamiento ha sido genial, no hemos tenido ni un solo contagio en las fiestas y todos han respetado las medidas de seguridad.
¿Hay negacionismo en Los Yébenes?
Aquí ha sido mínimo, prácticamente insignificante. Además, el ritmo de vacunación ha sido muy alto. Los responsables sanitarios hicieron un trabajo extraordinario, incluso ampliando sus jornadas laborales precisamente para inmunizar más rápidamente a la población.
De cara a los próximos años, ¿qué rumbo tomará tu gestión política, que líneas de trabajo priorizarás?
Fundamentalmente tenemos que trabajar en los proyectos más importantes del programa con el me presenté, básicamente porque son necesarios para nuestro pueblo. Tendremos que comprimirlos al máximo porque la pandemia nos ha hecho tener que dejarlos a un lado.
Entre ellos se encuentra la construcción de una nueva depuradora porque la que tenemos actualmente no está a la altura el crecimiento industrial que ha tenido nuestro pueblo. La idea es que la depuradora esté construida y en funcionamiento el próximo año.
Por otro lado, nuestro pueblo no tiene un espacio público común que nuestras vecinas y vecinos merecen. Esto se debe a su idiosincrasia porque Los Yébenes eran dos pueblos hasta 1835. Estaban divididos por la calle del consistorio y en consecuencia solo tenemos pequeños espacios y plazas, pero no una común. Tenemos ya el proyecto de la plaza finalizado para la creación de un lugar de encuentro para todos de en torno a 16 mil metros cuadrados.
Nos centraremos en estos proyectos, pero obviamente sin dejar de lado otros de menor envergadura. Por ejemplo, hemos renovado completamente el Hogar del Jubilado y remodelado la Plaza de Pablo Iglesias.
Y desde el punto de vista económico, ¿ha cambiado tu perspectiva sobre la apuesta por lo local o el valor de los productos de cercanía? Dada su importancia durante la pandemia…
Hemos hecho acciones en este sentido ofreciendo, por ejemplo, formación para que se incorporen a las nuevas tecnologías.
En un pueblo como Los Yébenes el comercio local, cercano, próximo, ha cumplido una labor vital durante la pandemia: han estado ahí, abiertos y ofreciendo lo que no se podía ofrecer desde las grandes superficies. Han cumplido con una labor social muy importante, estando a disposición de cualquier necesidad básica que se tuviese.
Yo veía que la gente le dio durante todos esos meses la importancia que estaba teniendo y que ahora estamos empezando a volver donde estábamos antes de la pandemia. Creo que tenemos una memoria muy cortoplacista. Eso no se debería olvidar por lo que animo a los vecinos de mi pueblo a que sigan manteniendo el comercio local, principalmente porque su labor es encomiable y además, porque no sabemos si vendrán otras pandemias y tendremos que volver a recurrir a ellos como lo fundamentales que son.
Respecto al sector cultural, ¿apuesta el Ayuntamiento de Los Yébenes por los artistas locales?
Siempre le damos cobertura a los artistas locales. Tenemos muchas asociaciones y todas a lo largo del año tienen su momento. Aquí tenemos una actividad cultural muy importante: una Escuela de Artes Plásticas, con una cantidad de alumnado de asombrar para este pueblo; la Banda Municipal que la conforman 80 miembros; la Escuela de Ballet o la de flamenco. También tenemos unas instalaciones muy importantes. Por ejemplo, nuestro auditorio tiene 508 butacas y estamos asociados a la Red de Teatros de Castilla-La Mancha y a Platea, con lo cual tenemos obras de un alto nivel.
Ya habéis anunciado la recuperación de la Cabalgata de los Reyes Magos… ¿Por qué confirmarla con tanta antelación?
La ilusión de nuestros pequeños es clave, la pandemia ha afectado a todos y anunciar la cabalgata es síntoma de recuperar tradiciones. De hecho, el año pasado también la realizamos, aunque algo más limitada por la situación.
Lo que sí tenemos claro es que, si las cifras empeoran, nuestra reacción será rápida y se adaptaría.
Desde aquí os invito a ver las luces de navidad de Los Yébenes porque creo que os van a gustar mucho.
Igual que hace unos meses con las fiestas, cualquier actividad que programamos cuenta con cláusula Covid en todos los contratos por si había que suspenderlos en cualquier momento. Siempre vamos a poner por encima la salud de los vecinos antes que realizar cualquier actividad que nos pueda ocasionar un riesgo, esto está claro desde el primer día.
¿En qué punto está el yacimiento de la Edad de Bronce de la localidad? ¿Se puede visitar?
Hemos hecho una primera campaña de excavación de tres semanas este año, de la mano del arqueólogo Arturo Ruiz Taboada. La verdad es que los primeros días estábamos un poco decepcionados porque no llegábamos a lo que pensábamos que había pero la última semana fue reveladora. Ya estamos programando la segunda fase que haremos durante cuatro semanas en los meses de agosto-septiembre de 2022. El objetivo: dejar a la luz lo que hemos empezado a ver y que pueda recibir visitas.
Es muy importante para Los Yébenes a nivel cultural y turístico. Nuestro patrimonio posee, además del yacimiento como es Montón de Trigo, las pinturas rupestres de las Chorreras, en las que también estamos trabajando.
Respecto a la apertura de la Hoploteca… ¿Por qué apostar por un museo de estas características?
Tenemos una cesión por parte del Estado de una colección de armas obsoletas que hasta ahora estaban expuestas en una sala pequeña y poco lucida que tenemos en la Casa de la Cultura. Por ello decidimos darle un impulso con una ubicación nueva que estará junto al Museo de Ciencias Naturales.
Hemos habilitado un espacio en el que vamos a hacer un museo digitalizado y moderno. La idea es ir cambiándolas porque es una colección muy grande y no es cuestión de exponer todo lo que hay sino de hacer exposiciones temporales a lo largo de los meses del año.
Hay armas curiosas y cada una tiene su historia particular.
¿Qué otros atractivos anuales, o fechas destacadas, le destacarías a alguien que no conoce Los Yébenes?
¿Por qué quiero que nos conozcan? Personalmente, por los carnavales, es la fiesta que a mí más me gusta. Si podemos recuperarlos en plenitud el próximo año serán inolvidables. Desde las chirigotas de Cádiz, hasta el concurso de comparsas que es bestial. Suelen desfilar 25 comparsas de un nivel altísimo.
En condiciones normales también solemos hacer un Concurso de Poda del Olivo regional; las Fiestas Patronales de San Blas el 3 de febrero, con romería y concursos de migas; o las Fiestas Patronales del 10 al 14 septiembre.
Y si por algo también destacamos es por la amplia oferta deportiva que tenemos. Desde predeporte hasta gimnasia para tercera edad, no hay edad ni excusa para no practicar ejercicio, algo tan importante para nuestra salud y que ha cobrado importancia en estos tiempos de pandemia.