García-Page subraya la "estabilidad" en Castilla-La Mancha frente a "aventuras" políticas en su mensaje de Año Nuevo

Emiliano García-Page durante el discurso de Año Nuevo, el 31 de diciembre de 2022. Imagen del vídeo difundido por la Junta de Castilla-La Mancha

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha defendido la "estabilidad política" que vive la comunidad autónoma en su mensaje para despedir el año 2022. "Es la envidia de buena parte del país", decía en el tradicional discurso de Año Nuevo.

La estabilidad la atribuye a tres razones concretas. "Hay una estabilidad política evidente: lo que decimos, se puede hacer" y sostiene que "hay un amplio consenso político", además de "un gobierno y unas instituciones que funcionan con normalidad en estos momentos que corren" y que ayuda a que las empresas “sepan dónde pueden invertir”. Para el castellanomanchego la estabilidad "permite ser más coherente. Cuando hay consenso se puede cumplir mucho mejor lo que se dice”.

El presidente castellanomanchego ha destacado "la forma de hacer las cosas en esta tierra" contraponiendo el “clima social, económico, político y cultural” del que se disfruta en la región y que, según asegura, permite una estabilidad y previsibilidad “muy diferente a lo que está habiendo en otros sitios de España” y de la que “podemos presumir” porque permite enfrentar la “incertidumbre” que impera en el momento actual.

Aquí, decía, “las grandes estrategias están pactadas con empresarios y sindicatos” y cree que “es mucho mejor avanzar juntos que tomar delanteras que dejan a mucha gente fuera o a un lado. No se trata de pactar cuando se necesita, sino de pactar por sistema. Así se evita uno de los grandes males de la política actual: el extremismo, el radicalismo. Así nos obligamos a ser moderados de verdad. Ser moderado es mucho más difícil y mucho más duro que insultar o ser radical".

En tercer lugar, ha insistido en que “nosotros sabemos lo que somos y estamos contentos con ello. Somos españoles y, dentro de España, tenemos la autonomía como para poder gestionar los intereses que más nos afectan de forma directa. Aquí sí se puede decir que lo que es bueno para Castilla-La Mancha, lo es para España. No tengo tan claro que se pueda decir en todos los sitios, y lo que es bueno para el conjunto de España, claramente lo es para nosotros también”, ha sentenciado.

En este aspecto afeaba que en otros puntos del país, sin citar ninguno, "otros estén perdiendo el tiempo permanentemente entre galgos o podencos y mirando lo que son y es realmente muy difícil abordar el futuro sin saber quién es uno".

Según García-Page, “nosotros lo tenemos claro, no tenemos complejo de identidad y estamos orgullosos de ello y de la diversidad del país” y por eso, añadía, "puedo dejarme la piel a la hora de defender los intereses de la ciudadanía de mi tierra dentro de nuestras competencias, pero también en el conjunto de España ¿o es que solo van a poder hablar unos? No".

Para 2023 compromete "mucha moderación y mucha determinación"

García-Page ha dicho que venga como venga el 2023 ( y el 2024, apostillaba, casi dando por segura su continuidad al frente del gobierno) “nos vamos a manejar con mucho sentido común, con mucha moderación y con mucha determinación” para afrontar cualquier crisis que pueda venir, de la mano de una “medicina” que no se aplicó en el pasado, “más sanidad, más educación, más prestaciones sociales y más alma”.

El mensaje ha sido grabado en el toledano Palacio de Fuensalida, sede de la Presidencia de Castilla-La Mancha. Es el último antes de las Elecciones Autonómicas y Municipales que se celebrarán en mayo de 2023, así que también dejaba algunas reflexiones pensando en las urnas. "Yo soy una garantía de que el día de mañana, frente a muchas aventuras, cuando haya que hablar de España, de los derechos de las y los ciudadanos de mi tierra, hablaremos todos”.

El discurso ha vuelto a estar marcado por esa "personalidad propia" que los suyos confieren al también secretario general del PSOE castellanomanchego en sus constantes declaraciones sobre lo que ocurre en España y ha insistido en opinar más allá de las fronteras de Castilla-La Mancha. "No hay otro camino y aquí no se pueden hacer trampas”. Se trata, decía, de una “determinación que tenemos en esta tierra” que es "la tierra del sentido común".

También hablaba de sí mismo como gestor público. Ha dado las gracias a los castellanomanchegos y castellanomanchegas por “permitirme desarrollar una vocación de servicio público” de la que, añadía, "me ha llevado a sentirme orgulloso de todos los puestos públicos que he tenido. Y de este: de poder representar a Castilla-La Mancha en el contexto de España de una manera muy especial".

Más inversión en sanidad e investigación, el mejor homenaje tras la pandemia

Durante su intervención, el presidente regional se ha referido a la Navidad vivida hace un año, “cuando estábamos en medio de muchas limitaciones, muchos condicionantes, con muchos miedos", debido a la pandemia. Por ello, ha reiterado que “el mejor homenaje que podemos hacer, el más contundente”, a todas las personas que se nos fueron con la pandemia, y a los miles de profesionales “que se dejaron la piel para darle la vuelta al COVID”, es seguir invirtiendo, cada vez más, en sanidad e investigación y "también en todo lo que rodea nuestra salud como personas: la educación, la dependencia... Todo el área social". "Ahora no hay COVID pero no hemos acabado con él. Hay que seguir vigilantes", decía.

García-Page también ha tenido palabras de recuerdo para el pueblo ucraniano, que está sufriendo “una enorme injusticia” con la guerra “alocada” de Putin, y ha señalado que Occidente está viviendo las consecuencias de una intervención económica, pero no militar, en este conflicto. "Tendremos contracciones y problemas económicos. Nos va a costar, pero nos costaría más si hubiéramos entrado de forma directa, en lo militar". Pese a todo se ha congratulado de poder celebrar una Navidad "muy distinta" a las dos anteriores.

En todo caso ha pedido a la ciudadanía "responder a título individual y colectivo" ante la "incertidumbre", la palabra con la que ha definido el momento actual. "No puedo prometer que se vayan a arreglar todos los problemas", aclaraba, para reconocer que "hay cosas que mejorar".

El jefe del Ejecutivo castellanomanchego concluía su mensaje deseando un feliz año 2023 y "la mejor salud posible" a todos los vecinos y vecinas de la región. "Que se sientan orgullosos y mantengan la autoestima alta de lo que somos. Yo lo hago". En este sentido aseguraba que "si el 2023 viene cargado de buenos vientos, aquí estamos muy preparados para recogerlos y aprovecharlos. Y si 2023, o 2024, vinieran con nuevas dificultades o se prolongaran las que hay, qué mejor que tener garantía, colchón social".