El concejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Toledo, Txema Fernández, ha mostrado su "rotundo rechazo" al acuerdo adoptado por el Consejo Rector del Patronato Deportivo Municipal de Toledo (PDM) que, según asegura, supondrá un incremento de horas de trabajo para la ya "vapuleada" plantilla de monitores que durante las próximas dos temporadas tendrán que asumir "un incremento de más de 13.500 horas de trabajo sin nuevas incorporaciones ni mejoras laborales o salariales".
"El Consejo Rector del Patronato Deportivo ha dado una vuelta de tuerca más para seguir precarizando a esta plantilla", recrimina Txema Fernández, que denuncia que esta medida, aprobada con los votos de PP y Vox, "revela a las claras lo que le importa a estos partidos las condiciones laborales". "Esto sí es mirar para otro lado en materia de dignidad laboral", censura Fernández.
El portavoz municipal de IU advierte además que los más de 2,3 millones de euros que gastará el Consistorio en la prestación de la actividad deportiva "los paga el Ayuntamiento a la empresa adjudicataria, no lo arriesga nadie". Es decir, subraya Fernández, este incremento de horas y su consiguiente contrapartida económica sin ninguna mejora en la plantilla supondrá que "el beneficio de la empresa será mayor".
"Es una indecente dejación de funciones y de responsabilidad por quien prefiere comprar un servicio sin que le importe cómo se presta", recrimina Txema Fernández.
La decisión adoptada en el Consejo Rector, según la formación de izquierdas, supone modificar el contrato con Campusport "hasta casi el límite legal permitido" sin tener que firmar otro nuevo contrato. Las 13.588 horas supondrán una ampliación de crédito de 364.997 euros -se pasa de 1.976.984 a 2.341.981 euros- lo que representa una modificación del 18,46% estando el límite en el 20%.
Ante esta situación, Txema Fernández se reitera una vez más en su rechazo a la privatización de los servicios públicos que se prestan por empresas privadas porque "son un caldo de cultivo para la precariedad laboral" y considera que un Gobierno municipal "debería cuidar con mimo las condiciones laborales que quien ejecuta el trabajo que debería ejecutarse por el propio Ayuntamiento de Toledo".
Y recuerda el edil de izquierdas que este contrato ya nació marcado por la "precariedad laboral y salarial" y la predominancia de los intereses de las entidades privadas tras la última licitación municipal. Y es que el pliego de condiciones, que estipulaba un salario mínimo de 14 euros brutos por hora para los trabajadores, tuvo que ser retirado después de que una asociación que aglutina empresas que prestan servicios deportivos en las administraciones -entre las que está Campusport que fue la adjudicataria- obligara a su retirada por esa cláusula. De este modo, consiguieron que la adjudicataria no se viera obligada a ningún suelo salarial para la plantilla, afirman desde IU-Podemos en nota de prensa.