La Federación Empresarial Toledana (Fedeto) señalaba esta semana que el gasto por procesos de incapacidad temporal por contingencias comunes (ITCC) alcanza el 2,2% del PIB de la provincia, según extrae de un estudio en el que analiza los datos del periodo 2000-2023 pero que no ha hecho publico.
En concreto, indica que este coste supondría 321.842.156 euros, un 82,98% más que en 2018, y un 19,31% más que en 2022. De esa cantidad total, agrega, "el 48,34% (155.610.590 euros) se correspondería con el coste directo de las empresas, mientras que el 51,65% (166.231.566 euros) correspondería al gasto en prestaciones de la Seguridad Social".
Y es que según sus datos, en la provincia, con una población protegida de 240.488 personas, el número total de bajas por procesos de ITCC en 2023 fue de 117.897, lo que representa "casi el 50% de la población protegida y un 28,53% más que en 2022 y un 124,31% más que en 2018".
Desde Fedeto han afirmado que, pese a que a primera vista parece que el gasto para la Seguridad Social es superior al de las empresas, no es así, dado que el 75% de los ingresos de la Seguridad Social deriva de las empresas y los trabajadores. En este sentido, apunta a un "crecimiento exponencial de las bajas" que genera un efecto "directamente proporcional al gasto público y a los costes de las empresas".
Además, apuntan que aparte del coste directo a que antes se ha hecho referencia, las empresas tienen un coste añadido del que no se deja constancia en el informe porque no existen registros estadísticos: contratación laboral de sustitutos, horas extraordinarias, modificaciones organizacionales con clientes o proveedores.
"Tienden a criminalizar siempre a los mismos, a las personas más vulnerables"
Fedeto relacionada todos estos datos, que CCOO tacha directamente de "bulos", con el absentismo laboral. "Sólo una mínima parte de lo que llaman absentismo es imputable al trabajador, y ya se ocupan sus empresas de sancionarlo", manifestó el secretario general de CCOO en Toledo, Federico Pérez.
En este sentido, reprochó que "las patronales lo que hacen es cuestionar el ejercicio de derechos -permisos por maternidad, paternidad o adopción, licencias o permisos remunerados por hospitalización, por cuidado o por defunción de un familiar- y las bajas por IT, como si los trabajadores fueran culpables por enfermar o incluso por sufrir un accidente laboral que su empresario debió prevenir".
"Lo único que hacen, una vez más, es criminalizar y amedrentar a los trabajadores, culpabilizándolos de no se sabe bien qué. Comisiones Obreras, como mayor organización de trabajadores de este país y de esta provincia, nos vemos obligados a rebatir las informaciones difundidas por Fedeto, malintencionadas y sin objetividad ni fiabilidad alguna", señaló el representantes sindical.
Pérez recalca que cada año, las patronales distribuyen "intencionadamente, con un tratamiento no muy preciso ni riguroso, los informes sobre las ausencias en el trabajo que elaboran dos multinacionales del empleo temporal, Adecco y Randstad, y el de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), este último centrado exclusivamente en el absentismo provocado por bajas derivadas de contingencias comunes”.
Las tasas de absentismo descienden, según CCOO
"Estos tres informes, aunque sus datos respectivos difieren porque cada cual llama absentismo a lo que le parece, sí coinciden en que la tasa de absentismo de Castilla-La Mancha está muy por debajo de la media del país. Y según el último de estos informes, el de Adecco, referido al último trimestre de 2023, el absentismo no solo no ‘se ha disparado’ en nuestra región y en nuestra provincia, como afirma Fedeto, sino que descendió tanto respecto al anterior trimestre como al mismo trimestre de 2022.”
"¿En qué se basa Fedeto para decir que el absentismo laboral ha aumentado más de un 20% en nuestra provincia? ¿Alguien ha visto el informe de Fedeto?", apunta CCOO, que considera que la expresión ‘absentismo laboral’ se ha convertido "en un saco sin fondo, un cajón de sastre que se está utilizando para referirse a cualquier ausencia al puesto de trabajo, ya sea debida a una baja médica, al ejercicio de un derecho o a causas imputables al propio trabajador o trabajadora.
Estas últimas, que son "las mínimas, están correspondientemente definidas en los convenios colectivos y son habitualmente sancionadas por los empresarios". Las que suponen ejercicio de un derecho -que están permanentemente en el punto de mira de las patronales- representan, según los datos de Adecco y Randstad, en torno a un 20%.
El resto, entre el 78% según Adecco y el 81% según Randstad, se deben a bajas por IT. "Ahí en donde ponen el foco año tras año las patronales (y las mutuas); y en muy en concreto en las bajas de larga duración, como si los directivos patronales fuesen médicos, reprocha Pérez.
"La patronal debe de ser muy cautelosa con sus mensajes alarmistas, pues tienden a criminalizar siempre a los mismos, a las personas más vulnerables. Pongámonos en el caso de una persona con una baja de larga duración, un ejemplo desgraciadamente común: un enfermo de cáncer. Evidentemente, no está de baja por gusto; pero si trabaja en una Pyme, su baja de larga duración va a incrementar de manera exponencial el índice de absentismo en su empresa", subraya.
"Y qué decir de las bajas derivadas de un accidente laboral o de una enfermedad profesional. En lo que llevamos de año, con datos objetivos, publicado por los servicios de emergencias del 112, se han registrado en la provincia de Toledo doce accidentes laborales muy graves, además de uno mortal", indica Pérez que cree que la siniestralidad laboral "sí es el debate que realmente debemos abrir en esta provincia, pero del que Fedeto no quiere ni hablar. Prevenir los accidentes es responsabilidad empresarial, pero Fedeto prefiere aprovecharlos para engordar sus cifras de absentismo. Es indignante", denuncia.