La Feria de Artesanía de Castilla-La Mancha (Farcama) es ese plan que muchos toledanos tienen como tradición durante años. Venir en familia, pasar el día en la ciudad y comprarse algo hecho a mano es ya un ritual en este evento. Esta es su XLIV edición y sus puestos han visto a numerosos artistas exponer con orgullo y emoción las obras que diseñan a lo largo de los años.
A esta fiesta se han unido Elena y Ángela. Sus piezas de cerámica y porcelana, grés y esmaltes de alta y de baja temperatura ven la luz por primera vez en esta feria de artesanía. Se han "liado la manta a la cabeza" y han traído sus piezas desde el pueblo vecino de Illescas.
"Vendiendo en la tienda y en el taller hemos conseguido ahorrar algo de dinero. Y por primera vez, estamos en Farcama". Estas artesanas llevan un año y medio con 'Cassandra Mull/Lamul', la marca que crearon cuando descubrieron que su hobby podía llegar a ser su trabajo.
"Yo era funcionaria y lo dejé por incapacidad. Entonces, al no poder ejercer mi trabajo, abrí el taller de cerámica", cuenta Elena. Y en las clases que Elena impartía, llegó Ángela, convirtiéndose en alumna. "Hacíamos mercadillos propios porque teníamos que sacar partido a lo que hacíamos", asegura Ángela.
"La gente no valora este trabajo. Muchos están acostumbrados a Shein o Aliexpress"
En este tiempo de trabajo juntas, las artesanas llevan sin ayuda las riendas del negocio, mientras esquivan grandes marcas con precios bajos.
"La gente no valora este trabajo. Muchos están acostumbrados a Shein o Aliexpress y entonces les cuesta mucho pagar lo que cuesta una pieza artesana", argumenta Ángela.
Las illescanas aseguran que, a pesar de tener un precio "razonable" en sus artículos, sacan poco beneficio. "Si contamos horas, materiales y demás... Si tuviéramos que ponerle las horas de trabajo reales... Sería mucho más caro".
"El tema de la artesanía es bastante complejo. Ya no solamente el tirar para adelante, sino el mantenerse", matizan las artesanas. Muchos de los talleres que imparten Elena y Ángela sufren de la "falta" de compromiso. "La gente a lo mejor paga un mes, luego no vuelve, o los talleres no se llenan del todo. En fin... Sí cuesta".
Mientras tanto, Elena y Ángela mantienen la ilusión por seguir con este proyecto que las ha unido, aliándose a herramientas como las redes sociales, en las que también tienen que desembolsar cierta cantidad de dinero en publicidad para darse a conocer.
- Artículos de ‘Cassandra Mull/Lamul’ en Farcama 2025/ Imagen: Itziar Machicado
- Artículos de ‘Cassandra Mull/Lamul’ en Farcama 2025/ Imagen: Itziar Machicado
- Artículos de ‘Cassandra Mull/Lamul’ en Farcama 2025/ Imagen: Itziar Machicado
- Artículos de ‘Cassandra Mull/Lamul’ en Farcama 2025/ Imagen: Itziar Machicado
Nueva edición, nueva ubicación
Farcama se traslada del Parque de la Vega a Paseo de Recaredo. Pero no es casualidad. Desde el pasado mes de mayo se iniciaron las obras en la ubicación que venía siendo habitual en la feria.
Las principales mejoras de estas actuaciones, que no finalizarán hasta junio de 2026, están relacionadas con el riego automatizado, el abastecimiento de los kioskos, y la renovación de la iluminación y accesibilidad al recinto.
Y es por esta razón por la que la feria ha cambiado su ubicación al Paseo de Recaredo. "Sinceramente, teníamos un poco de miedo por la nueva ubicación. Sobretodo por el polvo.
Pero me parece increíble como han solventado la feria", asegura una de las artistas que lleva seis años acudiendo a Farcama.
"Quizás, al final de la feria podemos hacer una valoración más concreta para saber si esta ubicación es positiva para nosotras. Pero sí, la instalación es un espectáculo. Entarimar un parque ha sido solventar el problema", asegura otra de las artesanas que espera que estas "buenas" infraestructuras acompañen a las ventas.