El IES Julio Verne de Bargas se ha quedado pequeño. El alumnado de este centro educativo que acoge estudiantes de los municipios de Bargas, Olías del Rey y Magán se ha incrementado "un 37,5%" en los últimos tres cursos, pasando de 724 a 996 matriculados, una cifra que está generando problemas de espacio en el instituto y que perjudica el desarrollo de la práctica educativa.
Así lo ha denunciado la Asociación de Profesionales Julio Verne, que este pasado jueves convocó una concentración ante las puertas del centro educativo para protestar ante la Admininstración educativa "los problemas de masificación" y exigir la puesta en marcha de infraestructuras que permitan acoger a un alumnado que "casi duplica" ya los niveles de ocupación óptimos para la convivencia y el trabajo docente y del alumnado.
Esta movilización, a la que acudieron también representantes sindicales, de Ampas del ámbito del centro y padres y madres, podría repetirse cada semana hasta que la Consejería de Educación satisfaga las necesidades del IES Julio Verne, según apunta a este medio el presidente de la Asociación de Profesionales, Ángel Delgado, también docente de este centro.
Entre las reclamaciones, solicitan una mayor dotación económica para el centro, una planificación adecuada de alumnos y espacios, nuevas infraestructuras como una pista cubiertas, aulas específicas o un ascensor, así como dotación para los ciclos de Formación Profesional (FP) y otras materias específicas.
Delgado apunta que la Junta se comprometió a construir cuatro aulas más de cara al próximo curso, una actuación que ve difícil que pueda llevarse a cabo hasta el próximo mes de septiembre y que, precisa, se antoja insuficiente para cubrir la demanda de alumnado, sobre la que calculan que serían necesarias "seis o siete aulas más".
"Vamos a estar por debajo de las necesidades", apunta Delgado, que señala que esta situación está originando "un hacinamiento que crea conflictividad y hace que el rendimiento del alumnado baje". El representante de la asociación lamenta también la escasez de departamentos para profesores o el uso que han de hacer de otros espacios como aulas cuando no reúnen las condiciones adecuadas para acometer esta actividad -como un almacén o una sala de incendios-.