
La obra 'Un estuche para dos violines' de Pablo Picasso que se va a exponer en el Museo Cromática de Toledo / Museo Cromática
El Museo Cromática de Toledo va a exhibir entre el 1 de junio y el 31 de diciembre de este año una obra de Pablo Picasso, 'Estuche para dos violines', intervenido con un collage entre 1912 y 1914. Esta pieza no solo refleja el genio creativo del artista malagueño, reconocido mundialmente como el inventor del cubismo, sino que también destaca su innovación en el arte del collage, desarrollado junto al artista francés Georges Braque.
El estuche, una obra muy singular, ha sido generosamente cedido al museo por el reconocido artista venezolano Marcos Salazar. Este original objeto artístico permanecerá en la colección del Museo Cromática por varios meses, en respuesta a la solicitud de su propietario, quien ha declarado que este espacio es ideal para exhibir la pieza porque reúne perfectamente dos elementos fundamentales que definen la obra: la música y la pintura, fusionados en un diálogo armónico.
Así, el Museo invita a los amantes del arte, la música y la historia a visitar y apreciar esta obra maestra, que no solo celebra el talento de Picasso, sino que también representa la conexión profunda entre diferentes formas de expresión artística. La obra permanecerá en el museo ofreciendo "una oportunidad única para explorar la intersección entre la música y la pintura a través de los ojos de uno de los artistas más influyentes del siglo XX", expone el propio museo.
La obra
'Estuche para dos Violines' fue creado por Pablo Picasso entre 1912 y 1914 en Ceret, Francia, un refugio donde el artista pasaba temporadas acompañado de su musa y amante, Fernande Olivier. Durante su estancia se unieron a otros pintores como George Braque y Gris, disfrutando de la vida bohemia que incluía fiestas y la afición por los toros, mientras continuaban experimentando con el arte. En esta época, Picasso se adentró en el collage sintético junto a Braque, una técnica innovadora que marcó un hito en su carrera.
Sin embargo, las turbulencias personales se hicieron evidentes cuando su relación con Olivier se desgastó, lo que llevó a ella a enfrentar dificultades económicas. Se dice que Picasso le permitió llevar obras para intentar venderlas y así mejorar su situación. Se presume que en esta época, Fernande se llevó consigo el 'Estuche para dos Violines', según traslada el Museo Cromática.
A través de los años, la obra sobrevivió a la miseria de Olivier y a las devastadoras consecuencias de las dos guerras mundiales. Durante la Segunda Guerra Mundial, el arte cubista enfrentó el desprecio de los nazis, quienes promovieron el arte "puro" y no mostraron interés en obras como la de Picasso. El estuche había encontrado desde entonces un periodo de orfandad, sin un rastro claro de su paradero tras las subastas gubernamentales del arte cubista en 1921.
En 1954, el estuche resurge en Barcelona por medio de Pascual Navarro, un reconocido artista venezolano. A través de su conexión, la obra eventualmente llega a un publicista exitoso, Francisco Ramón Salazar con quien viaja a Venezuela. Después de tres décadas, el estuche también sobrevive a un robo en Caracas, donde los ladrones desestimaron el baúl que lo contenía.
Con el paso del tiempo, tras el fallecimiento de Salazar y su esposa Eloísa, la obra queda en manos de su heredero, Marcos Salazar Ruiz. Este inicia una investigación sobre la historia y autenticidad de la obra y en 2018, después de reunir expertos, el estuche regresa finalmente a España, donde ha sido expuesto en diferentes ciudades como; Madrid. Cuenca o Toledo.
'Estuche para dos violines', obra atribuida a Picasso, viajará a Cuenca tras un año en Toledo
La relevancia del estuche continúa creciendo, y ha aparecido en la Torre Nasdaq de Nueva York como parte de un NFT titulado "Violín Mágico", un homenaje a las raíces del arte que lo creó. En el 50 aniversario de la muerte de Pablo Picasso, en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, es expuesto junto al violín Stradivarius de Pablo Sarasate rindiendo homenaje a su legado, asegurando la perdurabilidad del 'Estuche para dos Violines' dentro de la historia del arte.