Los dibujos de la ilustradora Esther Gili pueden encontrarse en películas como Alatriste, interpretada por Viggo Mortensen, o El Laberinto del Fauno de Guillermo del Toro, pero también en publicidad de marcas como Panrico, Minute Maid, Nivea o La Caixa. Sin embargo, “todo eso lo he dejado de lado durante los últimos años porque me gusta más la ilustración editorial y quiero dedicarme a mis proyectos propios”, afirma en una entrevista con este diario. “Empecé con ilustraciones de libros de texto y cogía todo lo que me salía porque hay que comer, pero ahora estoy más asentada y puedo hacer las cosas que más me gustan: ilustración editorial y proyectos personales”.
Gili es una de las autoras más importantes del panorama nacional que ha estado en la Feria del Libro 2022 de Toledo. Tras años de experiencia, actualmente se dedica a esos proyectos personales, en solitario o junto a escritores. Entre sus trabajos diseña ilustraciones para láminas, agendas, productos para bebés, postales o cuadernos, y además ha publicado varios libros entre los que destacan ‘Llamadlas brujas’, ‘Los quebrantasueños’ o ‘39 Semanas y mis experiencias como madre novata’, una obra en la que visibiliza que en la maternidad “no todo es bonito”. “Trabajar para cine es muy guay pero está más encorsetado y para publicidad es un asco porque son cosas muy rápidas y menos artísticas”.
“Hace años cogía cualquier proyecto que llegara a mis manos pero, por suerte, ahora solo ilustro lo que a mi me gusta porque al final si algo te gusta lo vas a hacer mejor, si quieres dar un buen producto necesita los valores que a ti te gustan”, mantiene la ilustradora cuyo principal objetivo es elaborar un libro cuyos dibujos e historias le hagan sentirse orgullosa.
De ilustradora a “dibujanta”
“Las ilustradoras hemos pegado un buen repunte, las redes sociales han ayudado a darnos a conocer… pero a la hora de hacer un libro, estamos desequilibrados: no verás un libro en el que primero aparezca el nombre de la ilustradora y luego el del escritor, es una costumbre, pero podría cambiar”, apunta Gili quien considera que “para el público general siempre vamos a ser los acompañantes”. A esto se suma la creencia generalizada de que “los libros ilustrados son para niños”.
A pesar de estos estereotipos, la ilustradora no se ha topado con el machismo durante su carrera profesional, aunque reconoce que la brecha de género también se da en su sector. “Por suerte no he tenido que sufrir esas cosas, que por ser mujer no haya conseguido un trabajo o haya cobrado menos, y si me pasara les mandaría a la mierda”.
“Soy feminista y en mis libros incluyo esas perspectivas” ya que, según detalla, cada vez son mejor acogidas porque en el mundo editorial “hay muchas más editoras y también hay más lectoras que lectores”.
Gili refleja la lucha por la igualdad de género en sus dibujos, pero también en el lenguaje que utiliza. Comenzó presentándose como “ilustradora” y actualmente prefiere hacerlo como “dibujanta”. “Ahora tengo más seguridad en mi misma que cuando empecé y aunque parezca más de andar por casa quiero visibilizar lo que somos: chicas, así que soy dibujanta”.
“El título es una declaración: llamadnos brujas porque mola”
‘Llamadlas brujas’ es el título de una de las últimas publicaciones de Esther Gili, elaborada junto a la escritora Gemma Camblor. “Es uno de los proyectos que mejor se me han dado porque llegó en medio de la pandemia, en una situación personal muy dura”. Además supuso un reto profesional para la dibujanta ya que junto a la acuarela, técnica en la que está especializada, incluyó lápiz. “Fue complejo pero estoy muy satisfecha”.
Y es que, más allá de la técnica, el libro es una reivindicación feminista en torno a las brujas, mujeres que fueron asesinadas por el simple hecho del saber. “El título es una declaración: llamadnos brujas porque mola, ya vale de decir que no, yo soy muy bruja y me siento orgullosa de ello”.
Gili destaca cómo las mujeres solían compartir sus saberes, protegiéndolos y mejorándolos. “Se lo pasaban de unas a otras, eran mujeres fuertes y eso es muy bonito por lo que ser bruja no es algo malo”.
Texto y dibujos se unen así para relatar las historias de cinco brujas, al menos de lo que los estereotipos consideran brujas. “La primera de ellas es una curandera, aunque en esa época la llamarían bruja”.
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“Había muchos libros de maternidad pero ninguno desde la ilustración”
El libro ilustrado ‘39 Semanas y mis experiencias como madre novata’ es una de las obras en solitario de Gili. En él narra su experiencia en torno a la maternidad desde el humor y, por supuesto, desde la ilustración. “Es un libro con el que te puedes sentir identificada porque cuando tuve a mi hija hace diez años había muchos libros de maternidad pero enfocándose en lo bonito que es todo, y por supuesto ninguno desde la ilustración”.
“Tenía claro que quería poner viñetas, no solo texto, para contar realidades que a mi me hubiera gustado que me contaran cuando yo estaba embarazada, sentía que me hubiera venido bien una amiga que me contara esas cosas”, añade. El vacío en el mercado y en el estilo ha hecho que ‘39 Semanas y mis experiencias como madre novata’ sea uno de sus libros más vendidos aunque hayan pasado 10 años desde su primera edición.
Sin embargo, Gili destaca cómo durante los últimos años se vienen publicado más trabajos “no solo de maternidad, sino también sobre abortos, el no poder tener hijos o todo el proceso hormonal de la fecundación in-vitro”.
“Al final siempre alguien va al espacio, ¿por qué no vas a ser tú?”
Gili comenzó a pintar cuando era pequeña y ha hecho de su pasión su trabajo, por lo que es una de esas personas en las que lo personal y lo profesional se unen. “He dibujado durante toda mi vida y lo he elegido como mi profesión porque me gusta”.
“Con 14 años quería ser diseñadora de moda pero luego fui evolucionando”, hasta que se ha convertido en una de las ilustradoras más importantes del panorama actual. “Hay muchos prejuicios sobre las profesiones artísticas pero se puede vivir de ello y además es bonito”.
La dibujanta mantiene que “no hay que rechazar una profesión porque creas que no tiene salida y más en este tiempo en el que da igual lo que estudies porque es posible que no trabajes de eso… Por ello hay que intentar hacer lo que realmente te mueve”.
“¿Por qué vas a rendirte antes de intentarlo? Al final siempre alguien va al espacio, ¿por qué no vas a ser tú?”, se pregunta Gili quien nos recuerda que “estamos rodeados de dibujos que alguien ha hecho”. “El mundo de la ilustración es muy amplio, puedes trabajar en publicidad, cine, videojuegos… hay un montón de cosas, no solo la ilustración editorial”.