Las acuarelas del pintor toledano autodidacta Vicente Carmena llegan al Sitio Histórico de Santa María del Melque del municipio de San Martín de Montalbán (Toledo). Esta exposición, 'Entre el cielo y la tierra' reúne una colección 36 pinturas al agua en las que el artista ensalza la belleza de los paisajes naturales, que son "su gran pasión". La muestra permanecerá abierta para su visita hasta el próximo 11 de enero.
Vicente Carmena define su obra como una invitación a contemplar la naturaleza como "la mayor obra de arte del Creador". Según Carmena, "un mismo lugar contiene una multitud de matices, dependiendo de la luz, la estación del año, la hora del día o la meteorología. Me inspiran especialmente los cielos y las nubes, que con su inagotable gama de luces son capaces de transformar un mismo entorno en algo distinto y único cada día. Cada paisaje puede contener una infinidad de acuarelas", matiza.
El acuarelista otorga gran importancia a la atmósfera de cada paisaje, buscando que sea “la primera sensación visual y, en definitiva, la esencia del cuadro”. Para lograrlo, Carmena juega con la luz, la superposición de planos y los matices de color, utilizando un trazo suelto y la mayor sencillez posible.

La exposición va a permitir a los visitantes "disfrutar de la sensibilidad y delicadeza que caracterizan a Carmena, y descubrir cómo la acuarela captura la esencia de la naturaleza de manera única", explican desde la Diputación de Toledo, que ha sido la encargada de inaugurar la exhibición.
La muestra se convierte, así, en una oportunidad excepcional para acercarse al arte y al patrimonio natural de la provincia de Toledo. Permanecerá abierta hasta el próximo 11 de enero de 2026, y se podrá visitar de forma gratuita de 11:00 a 20:00 horas, todos los días de la semana, excepto los lunes.
El acuarelista toledano
Vicente Carmena nació hace 61 años en Toledo y desde siempre ha sentido "una gran fascinación por la naturaleza y sus detalles, desde los montes y los árboles más altos, hasta los pájaros y las flores más delicadas".
Hace seis años, su vida dio un cambio que le llevó a plasmar a través de la acuarela lo que sus ojos tanto valoraban y disfrutaban desde que tenía uso de razón.
Sin tener una información académica artística, tuvo que basar su aprendizaje en el método del ensayo y el error, y también la genética, ya que su padre, Emilio Carmena, es un acuarelista más experimentado que siempre le ha animado a intentarlo. De ese modo, la acuarela le fue atrapando, hasta convertirse en una de sus grandes pasiones.










