El municipio toledano de El Viso de San Juan quiere datar la construcción de la torre del Castillo de Olmos, así como la funcionalidad que tuvo este elemento patrimonial que se encuentra en estado de ruina. Para ello, ha financiado una investigación arqueológica que cuenta con una inversión de 11.198,51 euros.
Estos trabajos, que han comenzado este fin de semana, suponen la primera fase de un proyecto más amplio que está dirigido por los doctores Raúl Aranda y María Rosa Pina, investigadores adscritos al Departamento de Prehistoria y Arqueología de la UNED. Así mismo, en los trabajos previos participarán también varios colaboradores de la Institución 'Caminos del Románico'.
La actuación se desarrollará a lo largo de las próximas semanas, en las que pretenden conocer las circunstancias y características constructivas de la torre este del castillo. Para ello, se procederá a la toma de imágenes a nivel y aéreas mediante dron, generando un modelo 3D georreferenciado, que permita una lectura de paramentos integral de los restos conservados.
Esta metodología sirve para identificar con precisión las fases constructivas de la torre, facilitando la propuesta de cronologías y la comprensión funcional del edificio. En definitiva, este estudio supone el primer paso para acometer, con garantías científicas, una futura consolidación y puesta en valor de los restos.
El yacimiento de Olmos, antiguo Walmus andalusí, es un conjunto fortificado situado en un escarpado cerro en la ribera del río Guadarrama. Aunque no se descartan fases previas, el castillo es citado ya en tiempos de Abderramán III, en la primera mitad del siglo X.
A lo largo de la Edad Media, hasta su declive en el siglo XV, la fortaleza fue clave tanto en las luchas internas de Al-Ándalus como en el posterior proceso de conquista y asentamiento castellano en la comarca de La Sagra.
Torre de ocho metros
Del castillo de Olmos solo queda en pie una torre de unos 8 metros de altura (que presumiblemente fue más alta), con unos 11,8 metros de ancho y muros de 2,5 metros de grosor de ladrillo cocido y piedra. Destaca la utilización de excesiva argamasa en alguno de los muros y la irregularidad de las hiladas, que demuestra que se construyó muy rápidamente, según se recoge en la publicación 'Walmus: una fortaleza islámica en el valle del Guadarrama (San Juan del Viso, Toledo)', del arqueólogo Jorge Morín.
De la torre que queda en pie se puede deducir que además de ser más alta, probablemente fuera una torre de blanqueo, pues presenta una singular cúpula de ladrillo cocido en forma de bóveda de cañón que da indicios de la existencia de un pasillo, y en los alrededores se pueden hallar restos de muro que conducen a la torre.