El PSOE propone a Tita García Élez para presidir la Diputación de Toledo

El candidato socialista a la Junta, Emiliano García-Page, con la candidata a la Alcaldía de Talavera, Tita García Élez / Foto: Piedad López

Tita García Élez será la candidata socialista a presidir la Diputación de Toledo. Así lo anunció el secretario de Organización del PSOE castellanomanchego, Sergio Gutiérrez. Esto, a pesar de que el PSOE no cuenta con mayoría y que la previsión sea que PP y Vox hagan presidenta a la candidata del 'popular', Conchi Cedillo. Gutierrez recordó que García Élez ganó las elecciones en Talavera de la Reina y sólo un pacto entre PP y Vox pudo desbancarla de la Presidencia del Ayuntamiento en favor del 'popular' José Julián Gregorio.

De este modo, el también diputado electo advertía al PP de que si quieren  gobernar en España, deberán apoyar a la socialista. "La más votada en Talavera de la Reina", recordó. Además, aprovechó de zanjar que "de hipocresía ya van cubiertos" y de que si los 'populares' quieren pedir que gobierne la lista más votada, esperan la dimisión de alcaldes como los de Toledo y Talavera. "Y por supuesto", el apoyo García Élez.

El barco que no se puede vender

Si el PP vuelve a gobernar en la Diputación toledana, se encontrará con el problema del barco que el último gobierno 'popular' compró en 2015 y que ahora, ocho años después, se mantiene varado en Galicia costando unos 4.000 euros al año a la institución toledana. El PP de Arturo García Tizón lo encargó entonces para navegar el Tajo en la zona del yacimiento de Ciudad de Vascos, un lugar que no es navegable. Al asumir el PSOE de Álvaro Gutiérrez la presidencia de la Diputación, se intentó vender dicho navío. Pero nadie lo quiere.

El último intento de venta fue apenas dos semanas después de las elecciones municipales del pasado 28 de mayo. El barco costó casi 345.000 euros y tal y como se recuerda en cada una de las diez subastas realizadas, se trata de un “buque de nueva construcción destinado a uso turístico para navegación fluvial”.

El barco de la Diputación de Toledo, que sigue anclado en la Galicia de Feijóo, vuelve a manos del PP tras diez subastas desiertas

Última Diputación

La de Toledo es la última Diputación que se constituirá en Castilla-La Mancha, un proceso que se vio demorado por un recurso en la localidad de Cabañas de la Sagra. Aunque la 'popular' Cedillo se perfila como la futura presidenta, el PSOE no ceja en su intento de hacer valer sus resultados electorales en la provincia. Para llegar a este punto, ha sido determinante la pérdida de partidos judiciales como Torrijos u Orgaz, a la par que la pérdida de grandes ciudades como Toledo, donde el PP tardó muy poco en negociar con Vox para gobernar. Lo mismo ocurrió en Talavera de la Reina.

Precisamente estos pactos, han sido uno de los argumentos esgrimidos por el PSOE para rechazar que Feijóo gobierne sólo por ser la lista más votada. "El PP no tiene derecho ni credibilidad ni legitimidad para hablar de lista más votada tras perder con contundencia en ayuntamientos y provincias y haberse maniatado a Vox", aseguraba Sergio Gutiérrez.

El PSOE ha logrado mantener tres diputaciones provinciales: las de Albacete, Guadalajara y Cuenca. Pero perdieron la de Ciudad Real, que tendrá un Gobierno de PP y Vox cuyas primeras medidas han sido entregarle a la extrema derecha la gestión del periódico Lanza y diluir el área de Memoria Democrática para llamarla 'Recuperación de la memoria de todos'. También pidieron un crucifijo para el momento de la constitución de la institución. El presidente, el segundo del PP de toda la democracia en la institución, es Miguel Ángel Valverde. El antiguo presidente, Josele Caballero, ahora es el vicepresidente segundo de la Junta de Comunidades.

En Guadalajara se ha mantenido el gobierno del PSOE, gracias a unos resultados electorales que le otorgaron la mayoría con 14 diputados, nueve del PP y 2 de Vox. El presidente vuelve a ser José Luis Vega, que ganará más de 76.000 euros anuales. En Cuenca también repite como presidente Álvaro Martínez Chana, que fue reelegido con una mayoría de 13 votos, frente a 12 del PP.