El Ayuntamiento de Toledo ha adjudicado a la empresa Construcciones Antolín García Lozoya SA, por un importe de 872.333,76 euros y con un plazo de ejecución de ocho meses, el proyecto de conexión e integración de Vega Baja, Circo Romano y Casco Histórico de Toledo con el río Tajo.
La adjudicación del proyecto se realiza a la baja respecto del presupuesto máximo de licitación, que ascendía a 1.099.999,76 euros, por lo que la diferencia entre lo que se preveía invertir y el montante por el que lo hará la empresa es de 227.666 euros.
El objetivo de esta iniciativa, financiada por la Unión Europea a través los fondos Next Generation, es mejorar la conexión de la ciudad con los márgenes del río y la senda ecológica, haciéndola más accesible y practicable en bicicleta.
Se van a mejorar las condiciones de conservación, accesibilidad, iluminación y pavimentos en cinco zonas. En total, se actuará en 567,30 metros y una superficie de 3.710,95, m2, tal y como recoge el proyecto de ejecución consultado por Toledodiario.es.
En él, se describe cómo la evolución de las sociedades y de la industria han hecho que el río Tajo en Toledo haya dejado de verse en las últimas décadas "como un aliado" y se fuera "quedando en el olvido, pasando de ser fuente de vida a desagüe de la ciudad". "El rio Tajo intenta abrazar la ciudad de Toledo, pero la ciudad hoy, vive de espaldas a él", recoge también sobre las intenciones que tiene esta actuación.
El portavoz municipal, Juan José Alcalde, dio cuenta este miércoles de las obras que se van a desarrollar y con las que se pretende "integrar y conectar la ciudad con el Tajo, creando conexiones de carácter urbano-rural; así como generar espacios públicos de referencia junto al río, mejorando su conectividad con proyectos de movilidad sostenible".
"El objetivo es incorporar al río Tajo y su entorno natural, ambiental, histórico, artístico y cultural en la oferta turística de Toledo y utilizarlo como palanca de impulso a la sostenibilidad turística", agregó, el también concejal de Fondos Europeos, que sostiene que la iniciativa "potencia el valor medioambiental, histórico y cultural de la zona, incorporando una nueva forma de usar y disfrutar el río".
Zonas de actuación
Con el fin de realizar una intervención escalonada, el proyecto divide el conjunto de la senda ecológica en cinco ámbitos específicos e independientes. El primero de ellos sería la Conexión Sabatini, que abarcaría una longitud de 207,50 metros y una superficie de 1.361 m2.
En esta parte se trabajará en conectar la senda del Tajo con Vega Baja y la avenida Carlos III, atravesando la calle San Pedro el Verde. Se trata de un entronque desconocido para la mayoría de la ciudadanía y que está muy próximo al nuevo camino que atraviesa hasta la calle Mas del Ribero.
El segundo ámbito es la Conexión Circo Romano, en la que se actuará en 243 metros de longitud y una superficie de 1.018,5 m2. Aquí se conectará el paseo del Circo Romano, el Centro Cultural San Ildefonso y la pasarela peatonal que conecta con el paseo de Recaredo.
La conexión con el Casco Histórico se plantea en tres tramos diferenciados. Así, la tercera zona de actuación será la pasarela del puente de la Cava. En total, se actuará en 85,15 metros y una superficie de 1.224,5 m2. Aquí se llevará a cabo una pasarela sobre el talud para hacer accesible el mismo.
La cuarta zona atañe otra pasarela en el Torreón de la Cava y su conexión con el Casco Histórico. La nueva pasarela se integrará en el talud, tras el murete delimitador del recorrido actual. En total, la actuación comprende 30,15 metros y una superficie de 78,35 m2.
Y por último, la quinta zona será el tramo del puente de San Martín y su conexión con el Casco Histórico. Abarca 6,5 metros de longitud y una superficie de 28,6 m2. Aquí se ubican los tramos de escaleras que ascienden hasta la Bajada de San Martín, la calle que une el Paseo de Recaredo y el de San Juan de los Reyes. Se propone retirar todos los peldaños que quedan entre el enlace de los dos tramos, repavimentando de nuevo.