Potenciar la conservación del patrimonio de Toledo a través de la rehabilitación de viviendas residenciales, promover la generación de edificios comerciales o restaurar otros espacios del Casco Histórico, y en especial de su judería, es el objetivo del proyecto en el que una sociedad de acompañamiento de inversión hispano-suiza se ha inmerso desde hace tres años para atraer inversión extranjera a la capital regional.
Esta empresa, House Invest Spain, dirigida por la española Belén Bianchi, prevé llevar a cabo una inversión de 9 millones de euros antes de finalizar 2019, según destaca a El Economista, con la rehabilitación de "un conocido edificio" en el barrio de la judería, que tiene dos actuaciones ya definidas, y que podría ser el precedente de un proyecto que alcanzaría una inversión de 180 millones de euros en los próximos diez años, según sus previsiones.
El plan para hacer realidad este proyecto pasa por captar inversiones extranjeras con las que buscan "dinamizar la vida de la ciudad", fomentar "el carácter residencial" del Casco Histórico y del barrio de la judería o habilitar espacios en los que acoger seminarios o conferencias que sirvan también como nexo de conexión entre Toledo y su historia judía. En esta sentido, el escritor e investigador toledano José Ignacio Carmona juega un papel relevante, de "bisagra" -afirma-, por su vinculación a la comunidad judía, su conocimiento de la capital regional y sus relaciones institucionales.
La semana pasada se organizó en Ginebra un encuentro bajo el nombre de 'Primer intercambio internacional de negocios y cultura hebrea en Ginebra', en el que Toledo ocupó un lugar protagonista por su especial relación con el mundo judío y por el potencial de la ciudad para invertir en ella, y en el que dicha empresa habría presentado las actuaciones que tiene más definidas.
En él se dieron cita empresarios, inversores y bancos privados, así como representantes de la comunidad judía tales como Abraham Haim, presidente del Consejo de la Comunidad Sefardí de Jerusalén, o Andreu Lascorz Arcas, presidente de la Asociación de Relaciones culturales de Cataluña-Israel.
En el acto también estuvo presente José Ignacio Carmona, quien puso "en valor Toledo" en la ponencia que ofreció en dicho evento. "Es un proyecto de ciudad, de vida", explica Carmona a este medio al tiempo que incide en que no se trata solo de rehabilitar edificios residenciales, restaurarlos o construir hoteles sino también de llevar a cabo diversas actividades que fomenten la dimensión judía de Toledo y ofrezcan una alternativa para conocer y descubrir el patrimonio material e histórico de este enclave.
"Objetivo cultural"
Carmona, autor de libros como 'Toledo. Judíos: curiosidades, mitos y encantaria' (Editorial Dauro) y que también ha dado a conocer Toledo a Belén Bianchi, explica que la propuesta que plantean en la capital regional y la idiosincrasia de la ciudad han resultado "muy interesantes" para los "potenciales clientes e inversores". No obstante, para el escritor, reconocido con la Medalla de las Cuatro Sinagogas Sefardíes -el reconocimiento más importante de la comunidad sefardí-, su implicación en el proyecto tiene "un objetivo obviamente cultural".
Afirma que el encuentro en Ginebra fue "un acto muy elegante y emotivo" en el que, además, le pudo dedicar el mencionado libro al ministro consejero de la Embajada de España en Berna (Suiza), Javier Benosa Lalaguna. Asimismo, dice el escritor que el líder de la comunidad judía en Ginebra le pidió el libro con la intención de regalárselo a su hijo que está a punto de concluir el proceso de nacionalidad como sefardí.
Tras el evento, el investigador ha abierto su participación en otras actividades como la de organizar y perfilar rutas turísticas en Toledo para la comunidad judía en Ginebra, con la intención de que ésta contribuya a comunicar ambas ciudades y se consolide en el futuro como "puente entre ambas". Por ello, además, le han ofrecido dar una charla sobre Toledo para esta comunidad en la ciudad suiza.
De esta cita, Carmona también se ha llevado otras propuestas para divulgar su vinculación al mundo judío ya que aunque se crió en una familia cristiana a los seis años ya encontró su arraigo al judaísmo.
Esta oportunidad significa para él "un sueño que está´a punto de cumplirse" y con el que poder potenciar la cultura de judía de Toledo, así como contribuir a la puesta en valor de un barrio que el arqueólogo Javier Peces Pérez considera "un espacio inacabado" en el libro 'La judería de Toledo: un tiempo y un espacio por rehabilitar' (ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha 2014).
"Respetar la singularidad de Toledo"
"Hay que respetar la singularidad de Toledo, una ciudad Patrimonio de la Humanidad. Como toledano nunca traicionaría el carácter multicultural y patrimonial de la ciudad apoyando a un proyecto especulativo puramente financiero. Lo he dicho públicamente", asevera Carmona sobre su papel y las características de la iniciativa de la sociedad hispano-suiza.
En este sentido, afirma que otro grupo judío del que mantiene el anonimato también se ha interesado por el desarrollo de una infraestructura en Toledo que fomente el turismo de esta comunidad desde el exterior, "no un turismo masivo sino de calidad", precisa el escritor.
Carmona, al que llaman "el último judío", destaca "la afinidad" de la comunidad judía con la capital regional y las raíces que han encontrado algunos en la búsqueda de su nacionalidad. Una búsqueda que tiene su raíz en la trascendencia que alcanzó la comunidad judía en Toledo en "el modelo de coexistencia entre las tres culturas" que caracterizó el Toledo de la Edad Media y que, afirma el escritor, a pesar de "los altibajos, sí fue capaz de mantener una coexistencia pacífica".