El Movimiento 'Queremos saber la verdad del Puy du Fou' realizó este sábado una “quedada” fotográfica "con el fin de documentar los destrozos" que, en su opinión, están provocando las obras del parque temático Puy du Fou en la finca Zurraquín, en un suelo calificado como rústico no urbanizable, de especial protección ambiental, forestal y paisajística.
Dicen que las obras "están arrasando el monte, dejando un suelo explanado, deforestado. Se están talando encinas centenarias y, para lavar la imagen del parque, trasplantan otras que habían sido arrancadas previamente de donde les estorbaban". A esto se suma, explican, que los trasplantes se están haciendo justo en uno de los peores inviernos para hacerlo, con escasas lluvias y altas temperaturas, y en un momento en el que los trasplantes de árboles están totalmente contraindicados puesto que ya están brotando las yemas.
"No olvidemos que Zurraquín era parte de un ecosistema natural, resultado de miles de años, de la interacción entre los seres humanos y la naturaleza, donde campaban especies de alto valor ecológico como el lince, el águila imperial, águila perdicera, el buitre negro, entre otros. Un lugar medioambientalmente privilegiado, al lado de una ciudad que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad".
La actividad de documentación fotográfica ha permitido, según explican, "constatar la barbaridad que se está haciendo en Zurraquín. Caminos, que más que caminos parecen autopistas o pistas de aeropuertos, grandes vaciados de terreno, fosos gigantescos, cimentaciones rellenas de hormigón, zanjas para canalizaciones, estructuras de perfilería metálica que se levantan a muchos metros de altura", consecuencia de un "proceso urbanizador en toda regla, pero en pleno medio natural, lo que no tiene nada que ver con la sensibilidad ambiental que la empresa resalta habitualmente".
Apuntan "dos notas curiosas: unos carteles que están situados en el acceso. En uno de ellos se advierte de que hay voladuras previstas y al lado otro que prohíbe fumar en toda la obra. Una incongruencia más del proyecto; y la segunda nota, la vigilancia a que nos han sometido al grupo durante toda nuestra visita que, peculiarmente se ha extendido hasta cuando nos hemos desplazado para almorzar al otro lado del arroyo Guajaraz, en el término municipal de Guadamur, donde nos han dedicado un vehículo con una persona siguiéndonos a cierta distancia y observándonos continuamente".
Sostienen que la promotora "se vendía como una empresa verde, respetuosa con el medio ambiente; pero la realidad que estamos observando es otra" entre otras cosas, señalan porque "algo tan simbólico como la inauguración oficial de las obras se hizo con la plantación de una encina.Todo un gesto medioambiental si no hubiera sido porque plantaron una variedad traída de Valencia, alóctona, distinta a las que crecen en nuestras tierras".
Además, añaden, "pocos días después los sorprendimos extrayendo ilegalmente agua de un pozo, sin la autorización del órgano competente para utilizarla en las obras. Ya no la sacan de ese pozo, pero siguen usando ilegalmente agua de la que bebemos toda la ciudadanía de Toledo, de la que sale de la planta potabilizadora del Cerro de los Palos" y denuncian que "ante tales tropelías, la Junta y el Ayuntamiento de Toledo miran para otro lado, les dan dinero público, subvenciones y bonificaciones fiscales".