El Consejo de Ministros ha aprobado la declaración de emergencia de las obras de restauración hidrológico-forestal, a las que destinará en torno a 700.000 euros, tras los incendios forestales que afectaron a Almorox (Toledo), así como a Beneixama (Alicante) y a varios municipios del Real Sitio de San Ildefonso y Palazuelos del Eresma (Segovia). En concreto, al incendio de Almorox se destinarán 199.989 euros.
Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la ministra portavoz en funciones, Isabel Celaá, ha precisado que el gasto de esta actuación será "cercano a los 700.000 euros", con los que se contribuirá a la restauración de las 2.000 hectáreas de una superficie afectada con valor natural.
Respecto al incendio de Almorox, que se propagó después a la Comunidad de Madrid, ha recordado que el fuego comenzó el 28 de junio de 2019 y afectó a 737 hectáreas dentro de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. De esta superficie, 267 hectáreas corresponden a superficie arbolada, con dos zonas diferenciadas, una con predominio de encina y otra de pino piñonero.
La superficie afectada en la parte castellano manchega se encuentra incluida en el lugar Natura 2000 (ES4250001), en la Sierra de San Vicente y Valles del Tiétar y Alberche, que engloba un mosaico arbolado fundamental para especies emblemáticas de fauna, como águila imperial, águila perdicera, buitre negro o cigüeña negra.
Asimismo, destaca que atravesando la zona del incendio está el arroyo de Crespo y el arroyo Tordillos, ubicados en la cuenca del río Alberche, muy importante para la regulación de los caudales y laminación de avenidas en las cuencas del Alberche.
Zonas de alto valor ecológico e incluidas en la Red Natura 2000
En concreto, en estas áreas quemadas figuran zonas de alto valor ecológico, con fauna y flora típicamente mediterránea y con zonas dentro de parques o espacios naturales protegidos, como Guadarrama, o incluidos en la Red Natura 2000.
El objetivo de los trabajos es disminuir el aporte de cenizas y el arrastre de suelo y arrastres para tratar de ayudar a restablecer la vegetación que existía en la zona antes del incendio así como garantizar el suministro de agua potable y evitar la proliferación de plagas y de procesos erosivos, como consecuencia del debilitamiento y pérdida de la cubierta forestal.
Las obras de restauración contemplan, entre otras actuaciones el apeo de pies quemados, construcción de fajinas y acolchados para evitar la erosión en laderas, reparación de caminos y adecuación de infraestructuras para posibilitar el tránsito de pistas forestales o la instalación de cajas nido para evitar la propagación de plagas.
En estos incendios además de la pérdida intrínseca del valor ecológico y económico del sistema forestal, se elimina la función protectora de la vegetación origina el desencadenamiento o aceleración de procesos de erosión en sus diversos tipos, especialmente en localizaciones con fuertes pendientes y en suelos erosionables.