El Consejo de Gobierno ha autorizado la contratación del Plan Funcional para la integración de los hospitales Virgen del Valle y Provincial y de la Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria (UCMA) en el Hospital Universitario de Toledo por un importe de casi 1,8 millones de euros.
Con esta decisión, el Gobierno castellanomanchego cierra la puerta a la petición que han hecho en los últimos meses profesionales, pacientes y familiares reclamando no cerrar este centro. En concreto, desde el servicio de Geriatría del centro hospitalario se recogieron 3.500 firmas para pedir que se paralizara su cambio al Hospital Universitario de Toledo.
En rueda de prensa, la consejera Portavoz, Esther Padilla, ha señalado que para llevar a cabo la integración es necesario redactar un plan funcional, junto a un plan de espacios y un proyecto básico de reforma para todo el Hospital Universitario de Toledo que permita definir la actividad del hospital en los próximos 25 años. “Por tanto, no aprobamos únicamente una obra, sino una hoja de ruta que permitirá definir qué servicios se prestarán, cómo se relacionarán entre sí y qué dotaciones serán precisas para garantizar una atención sanitaria de calidad”, ha explicado.
Actualmente, el Hospital Universitario de Toledo cuenta con áreas sin uso que podrán transformarse para acoger las nuevas actividades, lo que supondrá “importantes ventajas como son mejor accesibilidad, mayor coordinación, una atención más integral, una optimización del bloque quirúrgico y un uso más eficiente de camas y equipamientos”, ha expresado la portavoz.
La reorganización supondrá integrar en un mismo espacio servicios que hoy se encuentran dispersos, como Geriatría, Salud Mental, Cuidados Paliativos, Unidad del Dolor o la Cirugía Mayor Ambulatoria. De este modo, el Hospital Universitario de Toledo se convertirá en “un gran núcleo hospitalario de referencia, moderno y eficiente, preparado para dar respuesta a las necesidades sanitarias de la población en las próximas década”, apunta Padilla.
Unificación hospitalaria
Según ha detallado la consejera Esther Padilla, el Hospital Virgen del Valle acoge casi exclusivamente servicios relacionados con la especialidad de Geriatría y dispone de 144 camas de hospitalización distribuidas en tres plantas, de las cuales 108 corresponden a hospitalización convencional, 30 a la Unidad de Media Estancia y seis a la Unidad de Cuidados Intermedios, además de tres equipos de ayuda a domicilio. Cuenta asimismo con un gimnasio, un Hospital de Día y servicios de apoyo como Farmacia, Lencería, Cocina y Cafetería. En el edificio anexo de consultas externas, que en su día albergó las especialidades de Alergia y Dermatología, actualmente solo se mantienen las consultas de Geriatría. Además, en este centro se ubica el CSUR de Mastocitosis y los medidores de pólenes del Servicio de Alergología.
El Hospital Provincial concentra prestaciones vinculadas a la Salud Mental, entre ellas la UME Psiquiátrica con 30 camas, la Unidad de Conductas Adictivas, las consultas de Infanto-Juvenil, así como las de Salud Mental y el Hospital de Día de Adultos. También acoge la Unidad de Cuidados Paliativos, con ocho camas y tres equipos domiciliarios, y la Unidad del Dolor. Dispone de 60 camas distribuidas en tres plantas de hospitalización, que sirven de apoyo al Hospital Universitario de Toledo en momentos de alta frecuentación, y de consultas de Oftalmología. Asimismo, cuenta con un área quirúrgica dotada de tres quirófanos, dos dedicados a Oftalmología y otro compartido por Urología y Cirugía General, en los que se programan intervenciones de corta estancia, además de un quirófano para técnicas oftalmológicas.
Por su parte, la Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria se encuentra ubicada desde su creación, hace más de 30 años, en el Hospital Nacional de Parapléjicos.
Padilla ha concluido que esta decisión del Consejo de Gobierno marca el inicio de una reorganización hospitalaria de gran calado que permitirá integrar en el Hospital Universitario de Toledo la actividad de distintos centros y reforzar el modelo sanitario regional con una infraestructura “más moderna, eficiente y preparada para afrontar los retos de la atención sanitaria de las próximas décadas”.