La democracia es una manera de organización social que atribuye la titularidad del poder al conjunto de la ciudadanía. Sin embargo, este poder se ve limitado en muchos casos a acudir a las urnas una vez cada cuatro años para elegir a los partidos políticos que gobernarán, supuestamente, en base al programa electoral que presentan previamente. Una de las razones que impulsó el movimiento 15M hace ya más de una década fue, precisamente, la demanda ciudadana de incrementar su participación directa en la política.
En ese contexto, que coincidía con el auge de determinadas redes sociales -como Facebook-, muchos representantes políticos intentaron dar respuesta a esta demanda abriendo canales de participación pública o lanzando consultas ciudadanas informales. Así lo hizo el alcalde Toledo en el año 2011, Emiliano García-Page, con el objetivo de elegir un nombre para el Palacio de Congresos. Aunque una mayoría optó por el nombre de 'El Miradero' finalmente se acabó bautizando como 'El Greco'.
Es uno de los ejemplos que ha recogido en su trabajo de fin de grado (TFG) Julio Comendador, graduado en Ciencias Políticas por la UNED, diputado provincial y concejal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Toledo, aunque desligó su actual papel político en la presentación que hizo esta semana de su trabajo en la Biblioteca de Castilla-La Mancha. Fue a través de una charla-debate en la que se dieron cita toledanos y toledanas defensores de la participación vecinal y en la que ahondó en el concepto de la consulta ciudadana.
"Me centré en este tema porque soy un municipalista empedernido... un fiel defensor de la participación ciudadana", justificó Comendador sobre la elección de este campo de estudio al que considera que "habría que darle una vuelta en Toledo". En este sentido, cree que impulsar consultas ciudadanas para conocer la opinión pública sobre temas de calado, al igual que se hace en ciudades de Suiza o Alemania, podría ser beneficioso para que el Ayuntamiento de la capital regional tomara decisiones políticas.
La ubicación del futuro cuartel de la Guardia Civil -que se hará en La Peraleda pese al rechazo de la oposición en la Corporación municipal-, la del recinto ferial o las cuestiones que aborda el futuro Plan de Ordenación Municipal (POM) de Toledo son algunos de los temas sobre los que Comendador considera que sería recomendable preguntar a la ciudadanía. "Con la gente que hay concienciada en redes sociales creo que sería muy adecuado", apuntó.
Consultas formales e informales
En su trabajo, que obtuvo una puntuación de 10, Comendador distingue entre consultas ciudadanas formales e informales. Respecto a la primera, que recoge la ley de bases de régimen local, puso el reciente ejemplo de la decisión que se ha adoptado en los municipios extremeños de Villanueva de la Serena y Don Benito para fusionarse en un único municipio. Esta consulta se hizo acorde a la mencionada normativa, que requiere de su aprobación en pleno municipal y el posterior aval del Gobierno central.
Respecto a las consultas informales, el concejal recogió diversos ejemplos que se han dado en la ciudad de Toledo o las que llevan a cabo en Madrid a través de una plataforma electrónica, a su juicio "el gran ejemplo" a seguir en este tipo de iniciativas. En la capital de la comunidad vecina recordó que este tipo de consultas se impulsaron con el Gobierno de Manuela Carmena (Ahora Madrid) y ahora siguen funcionando con el que conforman PP y Cs.
"No renuncio a que, por ejemplo, una vez al año se cite a la gente a depositar su voto en una urna para determinadas consultas y así vencer los erros de la vía electrónica a la que no todo el mundo tiene acceso", precisó el edil, que considera que los Consejos de Participación que se celebran cada dos meses en Toledo "solo sirven para cubrir el expediente". "Se habla de los mismos debates y no se avanza".
En este sentido señaló que "quizás uno de los errores" es que a estos consejos "se convoque solo a las asociaciones". "Un ciudadano puede no estar interesado en acudir a una reunión de dos o tres horas, pero si se ofrece una buena información y se vota una vez al año, y hacerlo además de manera telemática, puede ser una buena forma de involucrarlo". "Es necesario no renunciar a las consultas ciudadanas como complemento, pero tampoco digo que nos carguemos los Consejos de Participación, es bueno debatir y contrastar opiniones".
De otro lado, respecto a las consultas informales, que pueden llevarse a cabo mediante referéndum o mediante la vía electrónicas (web o redes sociales), Comendador expuso un caso de estudio con tres ejemplos en la ciudad. El primero fue la consulta que realizó el exalcalde José Manuel Molina en el año 2005 sobre realizar un aparcamiento subterráneo en el paseo de San Cristobal -en el Casco Histórico-. "Pusieron una hoja en el Ayuntamiento con las opciones 'sí' o 'no', había que poner nombre, apellidos y domicilio por lo que no era una votación secreta", recordó sobre esta consulta en la que participaron 265 vecinos y que obtuvo un apoyo del 57,74%.
Sin embargo, la presión vecinal, contraria a llevar a cabo esta iniciativa, consiguió recoger previamente 320 firmas (casi 60 más que el número de personas que luego participó en la votación). "Fue un intento de consulta perniciosa. Se añadió un capítulo al reglamento de participación para habilitar la consulta popular que no se utilizó después", añadió el edil, que recordó después la consulta que promovió García-Page en 2011 para elegir el nombre del Palacio de Congresos.
Participa.toledo.es
Y como tercer ejemplo, citó la iniciativa de participa.toledo.es que puso en marcha en la anterior legislatura el Gobierno local a través de la Concejalía de Transparencia y Participación que lideraba Helena Galán, exconcejala de Ganemos Toledo. "Era un proyecto necesario de consultas informales por vía electrónica aunque en la práctica no triunfó porque ninguna propuesta consiguió los 1.400 votos necesarios para pasar el filtro", apuntó Comendador sobre las propuestas que podía realizar la ciudadanía en esta web.
A su juicio, la herramienta "no funcionó" ya que tampoco "todo el mundo puede acceder a un teléfono o un ordenador con facilidad". "Tampoco hubo una campaña de información. Cualquier hijo de vecino podía hacer la propuesta y lanzarla" en dicha plataforma, que consiguió registrar a más de 2.600 usuarios y que no se ha vuelto a utilizar en esta legislatura.
En el público se encontraba precisamente la exconcejala Helena Galán, que tomó la palabra durante el debate que se celebró para replicar algunas de las opiniones sobre la plataforma. "Quizás faltaban cosas, pero se ha confundido consulta con propuestas, que es lo que hacía la ciudadanía", manifestó, al tiempo que aseveró que "nunca un ciudadano o un lobbie va a cambiar el urbanismo porque la ley no lo permite", en referencia a los posibles "efectos perniciosos" a los que Comendador cree que podrían afectar estas consultas electrónicas.
Galán defendió "la utilidad" de la web y "las tres patas" en las que basó sus políticas de participación: "las asambleas, las propuestas ciudadanas y los presupuestos participativos". Y respecto a las consultas, insistió la exedil en que "hay vecinos que no están organizados -en asociaciones- y tienen que tener la oportunidad de participar" en estos procesos.
Como conclusiones en esta charla-debate, Comenadador señaló que "un buen diseño y un procedimiento de consultas que afronte todas las limitaciones puede implicar una mejora en la calidad de la toma de decisiones". "Hay que aprender de los errores y tratar de buscar ciertos requisitos y garantías" que permitan a la ciudadanía participar de una manera directa en las políticas que le afectan día a día.