La Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del Colegio San Lucas y María ha denunciado, un año más, que los niños y niñas del Casco Histórico de Toledo "no tienen garantizada su continuidad escolar en el único instituto público del barrio, el IES Sefarad".
"Cada año, pese a las buenas palabras de la Administración, nos encontramos con alumnos del único colegio público del barrio, el CEIP San Lucas y María, residentes en el Casco Histórico,
fuera del IES Sefarad, en la resolución provisional de escolarización", expone la AMPA en un comunicado.
Por ello, reclaman que el alumnado pueda "permanecer en su barrio" a su entrada en la Educación Secundaria Obligatoria. "Pero parece que ese derecho solo lo tienen los que optan por escolarizarse en centros privados subvencionados del barrio, en cuyos centros pueden cursar hasta 4ªESO. A las familias del barrio que optan por una enseñanza en centros públicos no se les garantiza este derecho", lamentan.
"Las manifestaciones a favor de la sostenibilidad en la movilidad o las políticas a favor de la infancia no se sostienen, cuando lo que hacen en este caso concreto, es precisamente lo contrario, obligar a los niños residentes en el Casco a tomar transporte privado o público, muy limitado dadas las características del barrio, para ir diariamente al instituto", expone la AMPA.
Zonificación o francés como segunda lengua
En este sentido, proponen que en la en la escolarización se cambie la zonificación, o la valoración en la proximidad al IES. También se ha propuesto que se valore el hecho de cursar el idioma francés como segunda lengua, para la escolarización en el único centro con proyecto bilingüe en francés de la ciudad.
"Ninguna medida ha sido aceptada por la Administración, por lo que los niños y niñas del Casco histórico de Toledo permanecen a expensas de que, la suerte y la buena voluntad, les permita poder seguir su escolarización en el IES del barrio, si así lo quieren", agregan.
Desde el AMPA San Lucas y María solicitan de nuevo que se dé a las familias "el derecho a elegir el centro educativo en que desean que sus hijos e hijas se eduquen de acuerdo con sus convicciones, valorando la proximidad en la escolarización, de manera que se garantice una educación pública en centros públicos del barrio a los niños y niñas que 'subsisten' en un barrio acosado por la gentrificación y el turismo".
Las familias residentes del casco que optan por los servicios públicos se sienten "maltratadas por la Junta", pero no se resignan y anuncian que emprenderán "las acciones necesarias para conseguir que la Junta de Comunidades les garantice sus derechos".